Hallan un enorme agujero en la Vía Láctea
Un equipo de astrofísicos ha encontrado una cavidad de forma esférica de 490 años luz de ancho entre las constelaciones de Perseo y Tauro. ¿Qué lo formó?
Podemos ver su ubicación en la imagen que acompaña este artículo. Se trata de una enorme cavidad esférica en nuestra galaxia. Los científicos han comprobado que las nubes moleculares de Perseo y Tauro (densas nubes de gas frío y polvo donde se forman las estrellas) en azul y rojo, respectivamente, están adyacentes a la cavidad y muy separadas, dejando un espacio o agujero vacío. Estas nubes moleculares están a unos 400 y 1.000 años luz de distancia de la Tierra.
El espacio entre las estrellas no está completamente vacío; hay nubes de gas y polvo flotando en la inmensa oscuridad del cosmos. Lo curioso de este agujero esférico es que se extiende por casi 500 años luz (unos 150 pársecs) pero, ¿cómo surgió? ¿qué formó este vacío?
Datos de Gaia para crear mapas en 3D del vacío
Gracias a los avances observacionales de los últimos años, los expertos han podido, gracias a los datos de la misión Gaia, "analizar a estructura espacial en 3D y el grosor de las famosas regiones cercanas de formación de estrellas por primera vez", lo que proporciona "una visión sin precedentes de los orígenes y destinos de las nubes moleculares en el medio interestelar", dicen los expertos.
Los investigadores creen que la cavidad, bautizada como Caparazón Per-Tau fue formada por una antigua supernova o una serie de eventos similares hace unos 10 millones de años. Es probable que este fenómeno comprimiera y desencadenara la formación de estrellas en las dos nubes moleculares. Y, por tanto, habría creado tanto el caparazón como las nubes moleculares.
"Cientos de estrellas se están formando o ya existen en la superficie de esta burbuja gigante", comentó el astrofísico teórico Shmuel Bialy del Centro Harvard-Smithsoniano de Astrofísica (CfA). "Tenemos dos teorías: o una supernova estalló en el núcleo de esta burbuja y empujó el gas hacia afuera formando lo que ahora llamamos la 'Supercaparazón Perseo-Tauro', o una serie de supernovas que ocurrieron durante millones de años la crearon con el tiempo".
Este hallazgo sugiere que las nubes moleculares de Perseo y Tauro no son estructuras independientes en el espacio. Más bien, se formaron juntas a partir de la misma onda de choque de supernova. “Esto demuestra que cuando una estrella muere, su supernova genera una cadena de eventos que, en última instancia, pueden conducir al nacimiento de nuevas estrellas”, explica Bialy.
Eso significa que las explosiones de estrellas podrían desencadenar una reacción en cadena que finalmente lleve a la creación de sus propios descendientes.
"Hemos podido ver estas nubes durante décadas, pero nunca supimos su verdadera forma, profundidad o grosor", aclara. Catherine Zucker, investigadora postdoctoral en el Centro de Astrofísica Harvard & Smithsonian. "Tampoco estábamos seguros de cómo de lejos estaban las nubes. Ahora sabemos dónde se encuentran con solo un 1% de incertidumbre, lo que nos permite discernir este vacío entre ellas".
A nuestro alcance
El nuevo estudio representa la primera vez que la revista de la Sociedad Astronómica Estadounidense (AAS) publica una visualización de realidad aumentada de astronomía. Científicos y público en general pueden manipular la visualización 3D de la cavidad esférica y las nubes moleculares que la rodean simplemente escaneando el código QR con un smartphone.
Los expertos prevén futuros artículos científicos que incluyan habitualmente audio, vídeo y elementos visuales de alta calidad, lo que facilitará que todos los lectores comprendan mejor la ciencia presentada.