Hallan un gigantesco fósil de un artrópodo prehistórico
Se trata de uno de los animales más grandes del periodo Cámbrico. Ha sido hallado en las Montañas Rocosas canadienses.
Los investigadores del Museo Real de Ontario han nombrado a esta insólita criatura Titanokorys gainesi, una nueva especie de artrópodo prehistórico conocido como radiodonte, que habría vivido hace 500 millones de años. Este espécimen pertenece a la familia del conocido depredador Anomalocaris, que existió entre comienzos y mediados del período Cámbrico y habría medido hasta un metro de longitud. Sus restos se han encontrado en el 'Burgess Shale' del Marble Canyon del Parque Nacional Kootenay (Canadá).
Este artrópodo primitivo medía medio metro de largo y habría nadado en los mares del período Cámbrico de la Tierra; un tamaño colosal para un momento de la historia evolutiva en el que la mayoría de las especies tenían apenas el tamaño de un dedo meñique. Estos se encontraban entre los depredadores paleozoicos más grandes y diversificados. Son unos estupendos representantes de lo que se conoce como la “explosión cámbrica”, en la que, hace unos 541 millones de años y durante un periodo de aproximadamente 25 millones de años, casi todos los tipos principales de animales surgieron en esta zona y muchas de las criaturas eran bastante extrañas, sobre todo si las comparamos con las que perviven hoy día.
¿Cómo era esta insólita criatura?
Presentaba una enorme cabeza, ojos multifacéticos, una boca llena de dientes con forma de disco, un par de garras espinosas debajo de su cabeza para capturar a sus presas, así como una serie de aletas o apéndices largos para moverse con naturalidad por el medio acuático.
Esta especie es, sin duda, una de las más grandes jamás descubiertas.
Debido a las excepcionales propiedades de conservación de la pizarra, una arcilla sedimentaria que consta de partículas muy finas, pudieron identificar y luego describir al animal en detalle.
“Titanokorys gainesi es parte de un subgrupo de radiodontes, llamados hurdiids, que se caracterizan por una cabeza increíblemente larga cubierta por un caparazón de tres partes que adoptó una miríada de formas”, comentó Joe Moysiuk, estudiante de la Universidad de Toronto y del Museo Real de Ontario. "La cabeza es tan larga en relación con el cuerpo que estos animales son en realidad poco más que cabezas nadadoras".

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Sus extremidades en la parte delantera parecían múltiples rastrillos apilados y habrían sido muy eficientes para llevar cualquier cosa que capturaran con sus diminutas espinas hacia la boca. "Estos enigmáticos animales sin duda tuvieron un gran impacto en los ecosistemas del lecho marino del Cámbrico", expresan los autores, que publican su estudio en la revista Royal Society Open Science.
Aún se desconoce por qué algunos radiodontes desarrollaron una variedad tan desconcertante de formas y tamaños de caparazón de cabeza, pues entre los restos también se encuentra un pariente más pequeño pero más abundante que Titanokorys, al que los investigadores llamaron Cambroraster falcatus, un guiño a cómo el caparazón de su cabeza se parece a la nave espacial Halcón Milenario de la franquicia Star Wars.
Los fósiles de Titanokorys y otros especímenes recuperados de Burgess Shale se exhibirán en una nueva galería que se abrirá en el Museo Real de Ontario a partir del mes de diciembre.
Referencia: J.-B. Caron & J. Moysiuk. 2021. A giant nektobenthic radiodont from the Burgess Shale and the significance of hurdiid carapace diversity. Royal Society Open Science. : 210664; doi: 10.1098/rsos.210664