Así será la Europa del cambio climático
Las sequías, inundaciones, incendios y otros eventos extremos derivados del cambio climático no van a afectar a todas las zonas por igual. Una serie de mapas de riesgo muestran con gran detalle en qué regiones se sufrirá más.
(producción: Ramiro Angulo)
La Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA) acaba de publicar una serie de mapas que muestran los riesgos de padecer diferentes eventos relacionados con el cambio climático, tales como sequías, inundaciones o incendios forestales. Para confeccionarlos, los expertos se han basado en multitud de datos e indicadores publicados en diversos informes de la AEMA y que muestran distintos escenarios en función del nivel de emisiones.
En ellos, el usuario puede navegar y conocer en grado de detalle cómo afectarán a localidades o ciudades concretas estos eventos extremos que cada vez serán más frecuentes en los próximos años. “Habrá impactos muy negativos en los ecosistemas, en los sectores económicos y en la salud y el bienestar de las poblaciones humanas”, explica el informe de la AEMA. “Por lo tanto, minimizar los riesgos del cambio climático global requiere acciones específicas para adaptarse a sus impactos, además de iniciativas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. La adaptación debe ir acorde con las circunstancias específicas en diferentes regiones y ciudades de Europa”. Y es que, como se ve en los distintos mapas de riesgo, cada zona se verá afectada de manera distinta por los eventos extremos.

península ibérica sequía
La península ibérica, en riesgo de desertificación
Según las previsiones, el sur del continente sufrirá cada vez más sequías, y la península ibérica será la zona más afectada. Tanto es así, que la AEMA dedica un apartado especial para el análisis en detalle del riesgo de desertificación en España y Portugal. Y es que, en un escenario de altas emisiones, prácticamente en toda la superficie de la península habrá más probabilidad de que aumente la frecuencia de sequías.
Debido a la desertificación, será más difícil y costoso el acceso al agua necesaria para abastecer la agricultura, el turismo y la industria, y según la AEMA, para el año 2100 muchas explotaciones agrícolas y ganaderas sufrirán pérdidas económicas considerables a consecuencia del impacto de la sequía.
Incendios forestales
Como ya hemos visto en el último año con los graves incendios sufridos en distintos puntos del planeta, el fuego es otra de las variables que estará presente incluso en los escenarios de emisiones más optimistas. Aunque el riesgo absoluto de incendios seguirá siendo mayor en la zona sur de Europa, en los últimos años los grandes incendios forestales han afectado a zonas que no estaban tan acostumbradas al fuego (cabe recordar los graves incendios sufridos en Suecia en 2018) y, según la AEMA, el centro y oeste de Europa experimentarán un aumento considerable en el riesgo de incendios.
Lluvia, inundaciones y aumento del nivel del mar
El cambio climático no siempre lleva asociada la disminución de las precipitaciones, sino que en muchas regiones se experimentarán más episodios de lluvia intensa que, a su vez, puede provocar inundaciones. En el centro y este de Europa la probabilidad de sufrir estos eventos aumentará en un 35%, mientras que en el sur se habla del 25%.
Otro de los factores que puede incrementar el riesgo de inundaciones es el aumento del nivel del mar, que se notará más, obviamente, en las zonas costeras. El informe especial sobre océanos del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) preveía, para un escenario de bajas emisiones, un aumento del nivel del mar durante el siglo XXI de entre 0,29 y 0,59 metros. En un escenario de altas emisiones hablaríamos de un aumento de entre 0,61 y 1,10 metros.
En el caso de Europa, las previsiones son similares a este promedio mundial, con la excepción de ciertas zonas del mar Báltico y la costa atlántica septentrional. Si nos fijamos en España, la zona de Levante sería la que experimente un mayor aumento en el riesgo de sufrir inundaciones.
La agricultura deberá adaptarse
La producción agrícola ya está viendo afectada por los cambios en el régimen de precipitaciones, en los patrones de temperatura y por las sequías recurrentes. Los expertos insisten en que, además de tomar medidas para mitigar el cambio climático, hay que pensar desde ahora en la adaptación.
La AEMA es clara en este sentido y muestra sendos mapas en dos escenarios: con medidas de adaptación y sin ellas, y se ve claramente cómo algunas zonas podrían incluso ver incrementados sus beneficios si consiguen aclimatarse a estos cambios.
“Los agricultores pueden limitar los impactos adversos y aprovechar los efectos beneficiosos del cambio climático a través de medidas adecuadas, como la adaptación de variedades de cultivos, el cambio de las fechas de siembra y la mejora del riego”, sentencia el informe.