La Tierra no es redonda, es geoide
Esta imagen muestra una representación lo más exacta posible del campo gravitatorio de la Tierra.
¿Cómo te quedas si te dijéramos que la Tierra no es redonda? No, no estamos hablando de una teoría conspiranoica y acientífica, como el terraplanismo.
Esta imagen muestra una representación lo más exacta posible del campo gravitatorio de la Tierra. Pero atención: esta no es la verdadera forma de la Tierra, sino la forma que tendría el planeta si estuviera inundado completamente de agua en ausencia de mareas y corrientes, conformado solo por la gravedad.
El mapa de gravedad obtenido por la misión GOCE de la Agencia Espacial Europea (ESA) es lo que los científicos denominan geoide. Los colores de la imagen representan las zonas de campo gravitatorio máximo. El azul representa valores bajos y los rojos y amarillos, valores altos.
Un modelo lo más preciso posible del geoide de la Tierra es esencial para obtener mediciones precisas de la circulación oceánica, el cambio del nivel del mar y la dinámica del hielo terrestre. El geoide también se usa como una superficie de referencia desde la cual mapear las características topográficas del planeta. Además, una mejor comprensión de las variaciones en el campo de gravedad conducirá a una comprensión más profunda del interior de la Tierra, como la física y la dinámica asociadas con la actividad volcánica y los terremotos.
La Tierra no es una esfera perfecta: la gravedad terrestre provoca una irregular distribución de masas en la Tierra. Desde un punto de vista geométrico, la Tierra puede considerarse como una esfera de radio 6 371 km y, en segunda aproximación, como un elipsoide de revolución.
El elipsoide de revolución fue adoptado como "elipsoide internacional" por la Asamblea General de la Unión Geodésica y Geofísica Internacional (U.G.G.I.), celebrada en Madrid en 1924. La misión GOCE de la ESA ha medido gradientes de gravedad de alta precisión gracias a los cuales se han podido reproducir modelos globales del campo de gravedad de la Tierra.
El geoide (la superficie de igual potencial gravitacional de un océano hipotético en reposo) sirve como referencia clásica para todas las características topográficas. La precisión de su determinación es importante para la topografía y la geodesia, y en los estudios de los procesos interiores de la Tierra, la circulación oceánica, el movimiento del hielo y el cambio del nivel del mar. Además, sirve para obtener una mejor comprensión de las variaciones en el campo gravitatotio de la Tierra, lo que conduce a una comprensión más profunda del interior de la Tierra, su la física y las dinámicas asociadas a la actividad volcánica y los terremotos.