Una forma de detectar asteroides en tiempo récord
Una nueva herramienta informática permitirá determinar la trayectoria y estudiar el comportamiento de las rocas espaciales mucho más rápidamente.
Los asteroides próximos a la Tierra (NEA) son aquellos cuya trayectoria les conduce a menos de 1,3 unidades astronómicas (UA) del Sol –una UA equivale a la distancia entre nuestro planeta y el astro rey, más o menos unos 150 millones de kilómetros–. Pues bien, según el Centro de Coordinación de Objetos Cercanos a la Tierra de la Agencia Espacial Europea (ESA), en este momento se conocen 20.441 de ellos. Los expertos de la ESA consideran que 861 merecen una especial atención, ya que siguen unas órbitas que les llevan a pasar muy cerca del globo, al menos desde un punto de vista astronómico –un NEA se considera que es potencialmente peligroso cuando se aproxima a menos de 7,5 millones de kilómetros de la Tierra y el estudio de su luminosidad determina que ronda los 140 metros de diámetro–.
Para descartar que vaya a darse una colisión, es preciso determinar la forma y el movimiento de estas rocas cósmicas con la mayor precisión posible. Y si, además, se hace rápidamente, mucho mejor. A menudo, tal cosa puede llevar meses de trabajo. Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Washington ha desarrollado una técnica que permite hacerlo 25 veces antes que con las herramientas que han venido utilizándose hasta el momento. Para ello, han optimizado el software que se suele emplear para rastrear los NEA.
Mejor que un superordenador
En un estudio publicado en la revista Astronomy and Computing, un grupo de expertos en ingeniería y ciencias aplicadas de la citada institución estadounidense explica cómo este programa mejora el rendimiento de su predecesor, que data de mediados de los años 90. Este aprovecha los datos aportados por los observatorios y sistemas de radar para predecir la posible composición de un NEA, cómo gira en el espacio o la trayectoria que seguirá en el futuro. Gracias a la nueva versión del código –aunque en su origen fue escrito para un superordenador, el más reciente podrá utilizarse con equipos convencionales–, las operaciones que hacen posible tal cosa ya no se llevan a cabo una a una, como venía ocurriendo, sino simultáneamente. De hecho, según indican los responsables del ensayo, su funcionamiento no dista mucho del modo en que los actuales ordenadores construyen las imágenes a partir de la información digital.
Además de determinar si un asteroide puede suponer una amenaza, esta iniciativa puede ayudar a conocer en detalle de qué está hecho, cómo se formó y su evolución, lo que, a su vez, mejorará nuestro conocimiento del sistema solar. En un comunicado, los científicos señalan asimismo que tal cosa facilitará la explotación de estas rocas y el aprovechamiento de sus recursos. Según algunas estimaciones, un asteroide de 45 metros y 130.000 toneladas podría contener agua y metales valiosos para la industria, como oro y platino, por un valor de 150.000 millones de euros. Es más, ya existen distintos proyectos que tienen por objeto evaluar las posibilidades de minar este tipo de objetos. Los investigadores esperan que a finales de año la comunidad astronómica pueda acceder a una versión definitiva del código.
Referencia: GPU-accelerated algorithm for asteroid shape modeling. M. Engels et al. Astronomy and Computing. DOI: doi.org/10.1016/j.ascom.2019.05.003
Imagen: ESA – P. Carril