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¿Un GPS en la Luna? Así es Moonlight

La ESA tiene como objetivo desarrollar un sistema de navegación telecomunicaciones lunar europea. En 2023 se pondrá a prueba.

Un paso más para la constelación de satélites lunares. La Agencia Espacial Europea (ESA) ha anunciado su apoyo al proyecto Moonlight donde un consorcio de empresas e instituciones privadas lanzará una constelación de satélites para crear un enlace de comunicación permanente alrededor de nuestro satélite, la Luna.
Decenas de equipos internacionales, institucionales y comerciales están enviando misiones a la Luna que prevén una presencia lunar permanente. Muchas de estas iniciativas provienen de las principales instituciones espaciales en China, India, Japón y Rusia, junto con otras naciones con tecnología espacial, así como entidades privadas en todo el mundo. Todo ello hará que los viajes al satélite natural de la Tierra se conviertan en regulares en lugar de expediciones puntuales.
De hecho, la hoja de ruta actual para el regreso humano a la Luna tiene como primera parada el programa Artemis, una colaboración internacional encabezada por la NASA, que verá a los humanos regresar a la superficie lunar a finales de esta década. La ESA proporcionará componentes esenciales para estas misiones, incluido el módulo de comunicación para la nueva estación espacial alrededor de la Luna, la puerta de enlace Lunar, así como un relé de comunicación como el Lunar Pathfinder.

¿Cómo funcionaría este GPS lunar?

La Agencia Espacial Europea propone un sistema de navegación preciso en la Luna, muy parecido a la tecnología de navegación por satélite que tenemos aquí en la Tierra. Permitiría a las naves espaciales y a los astronautas saber exactamente dónde se encuentran cuando se mueven alrededor de la Luna y aterrizar con precisión. Y también incorporaría una función de telecomunicaciones.
Los radioastrónomos podrían establecer observatorios en el lado opuesto de la Luna. Los vehículos exploradores podrían deslizarse sobre la superficie lunar más rápidamente. Incluso podría permitir el control y manejo rovers y otros equipos desde la Tierra.
Las misiones futuras serían más sencillas y con menos carga, por lo que quedaría más espacio para incluir un mayor número de instrumentos científicos o cualquier otro material que sea preciso, haciendo que cada misión, individualmente, sea mucho más rentable.
“Un vínculo duradero con la Luna permite la exploración espacial sostenible para todos nuestros socios internacionales, incluidas las empresas espaciales comerciales. Al utilizar un servicio de navegación y telecomunicaciones respaldado por la ESA para la Luna, los exploradores podrán navegar sin problemas y transmitir a la Tierra todo el conocimiento obtenido de estas misiones lunares ”, comentó Elodie Viau, directora de Telecomunicaciones y Aplicaciones Integradas, en un comunicado.


Los dos consorcios con la ESA para la Luna


Se trata de Surrey Satellite, Technology Limited que incluye al fabricante de satélites Airbus; los proveedores de redes de satélite SES, con sede en Luxemburgo, y Kongsberg Satellite Services, con sede en Noruega; la estación terrena de Goonhilly en el Reino Unido; y la empresa británica de navegación por satélite GMV-NSL.
El segundo consorcio está encabezado por Telespazio, en colaboración con: el fabricante de satélites Thales Alenia Space; el operador de satélites Inmarsat, con sede en el Reino Unido; la empresa canadiense de tecnología espacial MDA; la filial de Telespazio en Alemania y OHB Systems; el operador de satélites español Hispasat; y la Compañía Italiana de Ingeniería de Tecnología de Logística Aeroespacial (ALTEC), la compañía de ingeniería aeroespacial Argotec, Nanoracks Europe, el Politecnico Milano y la Università commerciale Luigi Bocconi.
Los contratos fueron firmados en nombre de la ESA por Elodie Viau, Director de Telecomunicaciones y Aplicaciones Integradas.


¿Todo son buenas noticias?

No todo el mundo ve con buenos ojos esta iniciativa. Llenar el espacio alrededor de la Luna con satélites podría interferir con todos los proyectos científicos que requieren que el cielo permanezca lo más oscuro y “limpio” posible. Es un problema con el que ya estamos lidiando en la Tierra, sin ir más lejos con las constelaciones de satélites que no paran de “adornar” nuestro cielo nocturno a día de hoy.

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