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Marte fue lo suficientemente cálido para contar con ríos y lagos

La presencia de nubes heladas habrían provocado un efecto invernadero, sustentando así la probabilidad de un Marte cálido, según un nuevo estudio.

El Marte del pasado podría haber contado con una fina capa de nubes heladas que habrían creado un efecto invernadero que, a su vez, habría posibilitado unas condiciones adecuadas para que el agua fluyera, pudiendo contar con lagos y ríos.


Uno de los grandes misterios de la ciencia espacial moderna


En esa época en la que el planeta rojo, actualmente un desierto cubierto de polvo sin signos claros de vida, el Sol era mucho más débil de lo que es hoy y Marte recibe un tercio de la cantidad de luz solar que disfrutamos hoy en la Tierra. Sin embargo, un nuevo estudio dirigido por el científico planetario de la Universidad de Chicago Edwin Kite, profesor asistente de ciencias geofísicas y experto en climas de otros mundos, ha utilizado un modelo informático para presentar esta prometedora explicación.


"Ha habido una desconexión vergonzosa entre nuestra evidencia y nuestra capacidad para explicarla en términos de física y química", dijo Kite. "Esta hipótesis contribuye en gran medida a cerrar esa brecha".


De las múltiples explicaciones que los científicos han presentado en diversas ocasiones, ninguna de ellas encajaba del todo: desde una colisión de un gran asteroide que podría haber liberado suficiente energía cinética para calentar el planeta a otras teorías que, igualmente, tampoco funcionaban como deberían.

¿Cómo retuvo Marte su agua?

Así, el modelo informático en 3D de su atmósfera acerca de como habría sido hace más de 3.000 millones de años, reveló que habría tenido una serie de nubes tenues a gran altitud similares a las estelas de los aviones. Estos penachos en forma de nubes se originan donde la temperatura bajo cero congela las gotas de agua antes de que tengan la oportunidad de evaporarse. Un efecto invernadero similar al dióxido de carbono en la atmósfera.

La idea fue propuesta por primera vez en 2013, pero en gran parte se dejó de lado porque, "se argumentó que solo funcionaría si las nubes tenían propiedades inverosímiles", aclara Kite. Por ejemplo, los modelos sugirieron que el agua tendría que permanecer mucho tiempo en la atmósfera, mucho más de lo que suele pasar en la Tierra, por lo que toda la perspectiva parecía poco probable. Pero la pieza que faltaba era la cantidad de agua en el suelo. Si hubiera hielo cubriendo grandes porciones de Marte, crearía una humedad en la superficie que favorecería a las nubes de baja altitud, que no se cree que calientan mucho los planetas (o incluso que pueden enfriarlos, porque las nubes reflejan la luz solar lejos del planeta).


Pero si solo hay parches de hielo, como en los polos y en las cimas de las montañas, el aire en el suelo se vuelve mucho más seco. Esas condiciones favorecen una capa alta de nubes, nubes que tienden a calentar planetas con mayor facilidad.

"En el modelo, estas nubes se comportan de una manera muy diferente a la de la Tierra", continúa Kite. "La construcción de modelos basados en la intuición terrestre simplemente no funcionará, porque esto no es en absoluto similar al ciclo del agua de la Tierra, que mueve el agua rápidamente entre la atmósfera y la superficie".


"Nuestro modelo sugiere que una vez que el agua se movió hacia la atmósfera marciana temprana, permanecería allí durante bastante tiempo, más cerca de un año, y eso crea las condiciones para las nubes de gran altitud de larga duración", explica el experto.


Marte es importante porque es el único planeta que conocemos que tenía la capacidad de albergar vida y luego la perdió, por lo que los científicos esperan que el rover Perseverance prueba esta hipótesis analizando rocas en aras de reconstruir la presión atmosférica pasada en Marte.

Referencia: Edwin S. Kite el al., "Warm early Mars surface enabled by high-altitude water ice clouds," PNAS (2021). www.pnas.org/cgi/doi/10.1073/pnas.2101959118

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