Descubren el segundo exoplaneta más cercano a la Tierra: Barnard b
El planeta rocoso probablemente está congelado, es tres veces mayor que la Tierra, y se ha detectado a una distancia de 6 años luz orbitando a su estrella madre, una enana roja.
Imagen: ilustración de la hipotética superficie del exoplaneta Barnard b/ ESO-M. Kornmesser.
Un equipo de astrónomos ha descubierto un exoplaneta en órbita alrededor de una de las estrellas más cercanas al Sol: la estrella de Barnard.
A aproximadamente 6 años luz de distancia, la estrella de Barnard es el segundo sistema estelar más cercano a nosotros (el primero es Alfa Centauri). Es un tipo de estrella débil y de poca masa, una enana roja que, por otra parte, se considera uno de los mejores lugares para buscar candidatos a exoplanetas, pese a que nuestro Sol es una estrella de tamaño mediano. Por tanto, Barnard b es el segundo exoplaneta conocido más cercano a nuestro Sol.
Y, ¿cómo es este vecino recién descubierto? ¿Hay posibilidades de encontrar signos de vida o de habitabilidad en él?
Se trata de un planeta potencialmente rocoso. Es decir, todavía no se ha probado cúal es su composición exacta, pero lo más probable es que se trate de una súper-Tierra, con una masa al menos 3,2 veces superior a la de la Tierra.
El año en esta roca dura 233 días, o, dicho de otra manera, ese es el tiempo que tarda en orbitar a su estrella.
Los resultados, publicados en la prestigiosa revista Nature, muestran que el planeta se sitúa en una región de la órbita conocida como ‘snow line’ (o línea de nieve), un área mucho más lejana a la zona de habitabilidad de su estrella, por lo que no puede existir agua líquida ni tampoco la vida, tal y como la conocemos.
Un mundo rocoso, pero congelado
Además, el clima de este planeta tampoco ayuda a convertirlo en un hogar potencial. Se estima que su superficie tiene una temperatura de unos -170 ºC, lo que indica que se trata más de un mundo congelado que de un planeta parecido a la actual Tierra. No obstante, conviene recordar que la Tierra pasó por un periodo denominado Tierra bola de nieve, hace unos 650 millones de años, una edad de hielo 75 veces más larga que toda la historia de la humanidad.
Por tanto, esto no quiere decir que Barnard b sea completamente inhóspito, al menos, no a lo largo de toda su historia. De hecho, la temperatura de su atmósfera podría ir aumentando, y las condiciones, haciéndose más hospitalarias para la vida. Por ejemplo, tras el periodo Tierra bola de nieve, surgió la mayor expansión de vida de la historia del planeta Tierra, conocida como la explosión Cámbrica.
Pese a las comprobaciones, los científicos tienden a ser prudentes con la estrella de Barnard y sus huéspedes planetarios. En palabras del Dr. Guillem Anglada Escudé, de la Escuela de Física y Astronomía de la Universidad de Queen Mary: "La estrella de Barnard es un objeto con mala fama entre los astrónomos y los científicos de exoplanetas, ya que fue una de las primeras estrellas en las que inicialmente se afirmó que había planetas, y después se probó que esta hipótesis era incorrecta. Ojalá hayamos acertado esta vez".

Representación gráfica de las distancias relativas a las estrellas más cercanas al Sol./ IEEC / Science-Wave - Guillem Ramisa.
Imagen: representación gráfica de las distancias relativas a las estrellas más cercanas al Sol./ IEEC / Science-Wave - Guillem Ramisa.
Un método innovador de detección de exoplanetas: las oscilaciones en las estrellas
Los investigadores utilizaron el método de velocidad radial durante las observaciones que llevaron al descubrimiento de Barnard b. Esta técnica detecta oscilaciones en una estrella probablemente causadas por la atracción gravitatoria de un planeta en su órbita. De hecho, el estudio es innovador no solo en su descubrimiento, sino en su método, dado que esta es la primera vez que se utiliza esta técnica para detectar un planeta tan pequeño y a su vez tan lejos de su estrella anfitriona.
Estas oscilaciones afectan la luz que viene de la estrella de la siguiente manera: a medida que la estrella se mueve hacia la Tierra, su espectro aparece ligeramente desplazado hacia el azul y, a medida que se aleja, se desplaza hacia el rojo.
Los investigadores examinaron los datos de archivo obtenidos durante un período de 20 años y además añadieron nuevas observaciones procedentes de la última generación de instrumentos, como el espectrómetro Cármenes, en España, el instrumento ESO / HARPS en Chile y el instrumento HARPS-N en las españolas Islas Canarias.
Gracias a toda esta rica fuente de datos, los científicos obtuvieron la precisión exacta para identificar la presencia del planeta.
Así lo afirma el Dr. Ignasi Ribas, del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña y del Instituto de Ciencias del Espacio del CSIC en España: "Después de un análisis muy cuidadoso, estamos al 99% seguros de que el planeta está allí, ya que este es el modelo que mejor se ajusta a nuestras observaciones. Sin embargo, debemos ser cautelosos y recopilar más datos para resolver el caso en el futuro".
Pese a la seguridad del descubrimiento, los científicos insisten en ser cautelosos, y ya hay en marcha nuevos modelos de investigación para refutar las conclusiones sobre las características de este planeta. De hecho, la técnica de detección de oscilaciones de la estrella empleado para este caso se presenta como un candidato excelente para obtener imágenes de nuevos exoplanetas en la nueva generación de instrumentos diseñados para ello, como el Telescopio de Inspección de Infrarrojos de Campo Ancho planeado por la NASA (WFIRST).
El estudio estuvo co-liderado por investigadores de la Universidad Queen Mary de Londes, y los españoles Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña e Instituto de Ciencias Espaciales del CSIC.
Y ¿cuál es el exoplaneta más cercano?
Un poco más cerca de nosotros, a 4 años luz, está Próxima Centauri, estrella perteneciente a Alfa Centauri, sistema estelar más cercano conocido. También fue descubierta por un equipo liderado por el Dr. Anglada Escudé de la Universidad de Queen Mary en 2016. En torno a ella orbita el exoplaneta más cercano, Próxima b.
Más información: I. Ribas et al. A candidate super-Earth planet orbiting near the snow line of Barnard's star, Nature (2018). DOI: 10.1038/s41586-018-0677-y