Lenta pero inexorablemente, las miles de especies de medusas que existen en el mundo se expanden por los océanos dispuestas a conquistarlos. Estas son algunas de las más representativas del Mar Mediterráneo.
Las medusas son generalmente animales marinos que, como las anémonas o los corales, son parte de los cnidarios (filo que agrupa alrededor de 10.000 especies de animales más o menos simples, que viven exclusivamente en ambientes acuáticos).
Los cnidarios son uno de los animales más antiguos que habitan en la Tierra, ya que aparecieron hace 600 millones de años. Se caracterizan por la presencia de células llamadas cnidocitos, que tienen orgánulos urticantes. A pesar de tener una estructura y funcionalidad simples, habitan en casi todos los entornos acuáticos, principalmente marinos. Hay dos formas básicas en el ciclo de vida de un cnidario: pólipo, en el que el animal es sedentario, con un cuerpo tubular y que se reproduce asexualmente; y medusa, que puede nadar libremente, con forma de campana y que se reproduce sexualmente. Hay organismos que solo son una de estas dos etapas, mientras que otros son pólipos inicialmente y luego medusas.
Lo más singular de las medusas del Mediterráneo es probablemente la rapidez con la que crecen, con tamaños que van desde unos pocos milímetros hasta 100 centímetros, como el caso de la medusa aguamala, una de las medusas más grandes que habitan el mar Mediterráneo.
Las medusas mediterráneas son muy especiales. Existen algunas de aspecto inusual, como la medusa de huevo frito, que tiene una campana suave y elevada rodeada por un anillo. Tiene numerosos apéndices cortos que se expanden y se aplanan en los extremos, además de algunos más largos. Los apéndices agrupados contienen aberturas de boca-brazo que son de color morado oscuro.
Esta medusa apenas vive durante medio año, desde el verano hasta el invierno. Los investigadores creen que esta corta vida útil es el resultado de la adaptación a un entorno altamente estacional en el que la temperatura del agua varía mucho.
Las floraciones masivas de la medusa mediterránea aparecieron en la laguna costera del Mar Menor en el área mediterránea después de que las actividades humanas, incluida la agricultura, provocaron que los nutrientes se filtraran en el suelo y finalmente al agua a través de la costa.
Las poblaciones de medusas fluyen naturalmente. Los científicos ahora se preguntan si el impacto del ser humano como la pesca excesiva, la contaminación y el cambio climático también podrían afectar a las poblaciones de medusas no solo en el Mediterráneo, sino en todo el mundo.
¿Quieres conocer las fantásticas medusas mediterráneas? ¡Empezamos!
Pelagia noctiluca
También conocida como clavel, es un medusa relativamente pequeña con forma de seta, translúcida, con tonos rosado- violáceos en los tentáculos, y la superficie recubierta de verrugas. Produce bioluminiscencia. Puede formar blooms de cientos de individuos que suelen llegar a las playas. Es la especie más frecuente en el Mediterráneo. Su picadura causa molestias a modo de quemadura.Especial Proyecto Medusas
La carabela o fragata portuguesa es la especie más peligrosa que podemos encontrar en las costas españolas. No es una verdadera medusa, sino un hidrozoo del grupo de los sinóforos formado por una colonia de pólipos. Cuando se observa a simple vista se aprecia una estructura violácea a modo de flotador, rellena de gas, coronada por una cresta o vela que le ayuda a desplazarse con el viento, lo que explica su nombre común. Los tentáculos de este cnidario pueden medir metros, y contienen un potente veneno que en altas dosis puede resultar mortal.Especial Proyecto Medusas
Chrysaora hysoscella
La medusa de compases es de color blanco amarillento y posee un diseño radial (con bandas marrones) característico sobre la umbrela que recuerda al dibujo de 16 compases abiertos hacia el exterior. Su picadura es bastante dolorosa.Especial Proyecto Medusas
Rhizostoma pulmo
La aguamala o aguaviva, también conocida como pulmón de mar, tiene una umbrela blanca acampanada de hasta 100 centímetros de diámetro, con unos ribetes inconfundibles de color azul violáceo.Especial Proyecto Medusas
Aurelia aurita
Apodada sombrilla o medusa de cuatro ojos, es un organismo transparente con forma de plato, que mide hasta 25 centímetros de diámetro y tiene tentáculos cortos. Se concentra sobre todo en bahías cerradas, lo que causa problemas para el turismo y la pesca en el Mar Menor. Su picadura es prácticamente inofensiva.Especial Proyecto Medusas
Tiene una forma característica, con la sombrilla aplanada, de color marrón amarillento, y una destacada protuberancia central pardo-anaranjada, que recuerda a la forma de un huevo frito. También se conoce como aguacuajada. Es común en el Mediterráneo. Los efectos de su picadura son muy leves, no pasando de un leve picor e irritación de la piel.Especial Proyecto Medusas
Mnemiopsis leidyi
Esta especie hermafrodita de ctenóforo, que igual que las medusas pertenece al llamado plancton gelatinoso, originaria de las costas atlánticas de América (Caribe y Estados Unidos), invadió a finales de los ochenta el mar de Azov, mar de Mármara, mar Caspio y el norte del Egeo, desde donde se produjo su pronta dispersión por las costas de Siria y Turquía. Actualmente ya está presente en toda la cuenca Mediterránea. Su reproducción es muy rápida: comienza a los 13 días de vida y cada individuo pone entre 3000 y 7000 huevos diariamente.Especial Proyecto Medusas
Aequorea forskalea
Hidromedusa aplanada, transparente, con 60 a 100 canales radiales de color negro en el tercio más externo y el borde provisto de numerosos filamentos finos. Cuenta con un manubrio triangular que facilita su identificación. Es muy abundante en primavera.Especial Proyecto Medusas
Carybdea marsupialis
Esta cubomedusa, llamada así porque su umbrela tiene forma de dado, mide de 5 a 6 centímetros, es de color transparente azulado y cuenta con cuatro largos tentáculos. Se conoce como avispa de mar, es originaria de los mares tropicales del Atlántico, Índico y Pacífico y en 2008 invadió nuestras costas.Especial Proyecto Medusas
Cassiopea andromeda
La medusa invertida es una especie urticante de origen tropical, recién llegada al Mediterráneo, que habitualmente vive en manglares y lagunas litorales de escasa profundidad del Golfo de México y el Caribe. En sus tentáculos habitan algas unicelulares con las que mantiene una relación simbiótica: las algas necesitan luz para realizar la fotosíntesis, y la medusa se adhiere al lecho marino con su campana permaneciendo inmóvil con los tentáculos hacia arriba, como si fuera una anémona.Especial Proyecto Medusas
Velella velella
Las medusas velero se desplazan a la deriva por el Mediterráneo en extensas colonias flotantes. Para ello, poseen una especie de aleta o vela con la que captan el viento. Son prácticamente inofensivas, pero pueden arribar en grandes cantidades a las costas, sobre todo las de levante y las Islas Baleares.Especial Proyecto Medusas
Salpa maxima
Aunque estos organismos gelatinosos se parecen a las medusas, en realidad son tunicados que pueden verse tanto en solitario como formando grandes cadenas. Se reproducen extraordinariamente rápido y poseen una especial habilidad para fijar el dióxido de carbono, lo que ha llevado a algunos investigadores a advertir que pueden jugar un papel determinante en el ciclo del carbono en los océanos y en el cambio climático.Especial Proyecto Medusas
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