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La biología del 'demogorgon' de Stranger Things

Aunque se trata de una criatura ficticia, este monstruo del ‘mundo del revés’ puede enseñarnos mucha biología.

Todo el que haya visto la serie de Stranger Things conoce el ‘demogorgon’, la criatura monstruosa, nativa del ‘mundo del revés’, antagonista principal de la primera temporada, y con apariciones recurrentes a lo largo de la serie. Este artículo, por tanto, puede incluir argumentos de la primera y segunda temporada de la serie, y se recomienda verla antes.

El demogorgon es una criatura ficticia que habita en un mundo ficticio. Sin embargo, su diseño es tan acertado y su presentación tan extraordinaria que permite estudiar su morfología, su anatomía y hasta su ciclo vital, como si se tratase de una criatura real e incluso establecer analogías y comparaciones con criaturas reales.

Cómo clasificar al ‘demogorgon’

Antes de que se aplicara la genética para establecer las relaciones filogenéticas, los seres vivos se clasificaban en función de su morfología. Dado que no tenemos una muestra de ADN del ‘demogorgon’, tendremos que apelar a este sistema más clásico de clasificación biológica.

A pesar de su aspecto humanoide, el ciclo vital del demogorgon es complejo, sufre múltiples cambios desde que nace, algo que no concuerda con los mamíferos, grupo a los que los humanos pertenecemos. Sus cambios de aspecto recuerdan más a la metamorfosis de los anfibios, también la piel recuerda a la de este grupo.

Es un organismo anoftalmo, carece de ojos. Este aspecto no representa un problema en la clasificación; muchos animales cuyos ancestros tuvieron ojos, carecen de ellos como adaptación evolutiva a la oscuridad. Un ejemplo de esta adaptación lo encontramos en los cangrejos jameítos, habitantes de los Jameos del Agua en Lanzarote.

Demogorgon (Stranger Things)

Demogorgon (Stranger Things)Demogorgon (Stranger Things)

El ‘demogorgon’ agnato: un atavismo evolutivo

Sin embargo, otro rasgo llama mucho más la atención: el ‘demogorgon’ no tiene mandíbulas, es agnato. En su lugar, presenta cinco lóbulos carnosos, en cuya cara interna se encuentran numerosos dientes.

En principio, esta característica podría impedir su clasificación como anfibio. Los anfibios son gnatostomados, es decir, vertebrados con mandíbulas, como también lo son los reptiles, los mamíferos y la mayor parte de los peces.

Solo dos grupos de vertebrados carecen de mandíbulas: los mixinos y las lampreas. Estas últimas presentan una boca circular en forma de ventosa y recubierta de dientes córneos en disposición concéntrica. Esta forma bucal sin mandíbulas, de carácter mucho más primitivo, concuerda con los rasgos del ‘demogorgon’. Sin embargo, las lampreas no tienen extremidades, ni sistema respiratorio capaz de emplear el oxígeno del aire, ni otras adaptaciones que presenta el ‘demogorgon’.

Una explicación posible sería, considerando siempre que el ‘demogorgon’ es un organismo ficticio, que sucediera un atavismo evolutivo. Este suceso se define como el proceso evolutivo mediante el cual un organismo adquiere rasgos que son característicos de sus ancestros, pero que se perdieron en el proceso evolutivo.

De modo que los ancestros evolutivos del ‘demogorgon’ pudieron tener mandíbulas como las de cualquier mamífero, y perderlas por reversión evolutiva, adquiriendo una boca circular, con cinco lóbulos, y dientes concéntricos dispuestos en su parte interna.

El crecimiento del ‘demogorgon’

La mayoría de los anfibios atraviesan por varias fases durante su ciclo vital. Del huevo eclosiona un primer renacuajo sin patas; luego, metamorfosis mediante, desarrolla las patas traseras, a continuación las delanteras, y si se trata de un anuro (ranas y sapos), finalmente se reabsorbe la cola hasta tener el aspecto adulto.

En el ‘demogorgon’ el proceso es similar, aunque pasa por más fases y su metamorfosis es mucho más compleja. Los anfibios tienen una piel flexible que puede crecer con el cuerpo, por lo que no necesitan realizar mudas, pero el ‘demogorgon’, en ese aspecto, recuerda más a los reptiles.

Como bien sabemos, la piel de los reptiles está recubierta de escamas sólidamente imbricadas unas en otras, que no permiten el crecimiento. De modo que, cada cierto tiempo, necesitan deshacerse de la piel vieja y desarrollar una piel nueva que les permita aumentar su tamaño. Durante un breve período de tiempo esa piel es flexible y el animal crece, hasta alcanzar un nuevo tamaño, que conservará hasta la siguiente muda. El ‘demogorgon’ también realiza mudas de piel en su desarrollo —y abandona sus “camisas” anteriores, como las serpientes—.

Estadío larvario 3 de demogorgon (Stranger Things)

Estadío larvario 3 de demogorgon (Stranger Things)Estadío larvario 3 de demogorgon (Stranger Things)

El ciclo vital del demogorgon

Desde que eclosiona del huevo, el ‘demogorgon’ pasa por seis etapas larvarias hasta convertirse en adulto.

El huevo es depositado primero en un hospedador apropiado; en él eclosiona, y la primera larva es de tipo parásito. Cuando esta primera etapa concluye, la larva sale del organismo hospedador por la boca e inicia una segunda fase de vida libre; en este punto, la larva de ‘demogorgon’ se asemeja mucho a una babosa.

Durante la tercera etapa, el ‘demogorgon’ desarrolla las patas delanteras que emplea para desplazarse. El cuerpo se engrosa, diferenciándose así de la cola. En la cuarta etapa desarrolla las patas traseras, dando el aspecto de un renacuajo que, presentando las cuatro patas, aún conserva su cola. Hasta ahora, la boca apenas es un orificio pequeño y circular.

En la quinta etapa larvaria, las patas se fortalecen y el animal consigue erguirse. Además, la boca se transforma, y adquiere los característicos cinco lóbulos dentados. A la sexta etapa, la previa al adulto, es a la que en la serie denominan ‘demoperro’, por su similitud con estos animales. Aumentan significativamente de tamaño, se yergue por completo sobre sus cuatro patas y la cola se hace mucho más corta.

Después de una última muda, emerge el ‘demogorgon’ adulto. Adquiere su postura bípeda y la cola desaparece.

Referencias:

Brown, D. D. et al. 2007. Amphibian metamorphosis. Developmental biology, 306(1), 20-33. DOI: 10.1016/j.ydbio.2007.03.021

Elkan, E. et al. 1980. Skin biology of reptiles and amphibians. Proceedings of the

Royal Society of Edinburgh. Section B. Biological Sciences, 79(1-3), 115-126. DOI: 10.1017/S0269727000010368

Lewis, R. 2017. The Biology of “Stranger Things’’. DNA Science.

West-Eberhard, M. J. 2003. Reversion. DOI: 10.1093/oso/9780195122343.003.0018

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