Este lagarto marino gigante sembró el terror hace 66 millones de años
'Thalassotitan atrox' fue una especie de mosasaurio, un reptil gigante que vivió en los mares en el Cretácico Superior y que se cree se alimentaba de presas difíciles como tortugas marinas, plesiosaurios y otros mosasaurios. Ahora se han encontrado sus restos en Marruecos.
Thalassotitan atrox no fue un lagarto simpático. Los restos que se han encontrado de esta especie de mosasaurio que vivió en los mares durante el Cretácico Superior indican que la bestia se alimentaba de animales a los que era bien difícil hincarles el diente. Nos estamos refiriendo a tortugas marinas, plesiosaurios y otros mosasaurios. Thalassotitan atrox sembró el terror en las aguas hace 66 millones de años.
La especie recién descubierta probablemente se situaba en la parte superior de la cadena alimentaria ya que otros mosasaurios no se alimentaban de presas tan grandes. Mantendría, por tanto, a raya a los depredadores.

Mosasaurio
Los mosasaurios podían llegar a los 12 metros de longitud, más o menos el doble de un cocodrilo y habrían estado muy bien adaptados al agua. Poseían una cabeza de reptil, aletas y cola con aletas de tiburón. En palabras de uno de los responsables del estudio publicado en Cretaceous Research, el paleontólogo y biólogo evolutivo Nicholas Longrich, de la Universidad de Bath (Reino Unido): "Thalassotitan era un animal increíble y aterrador", era como “un dragón de Komodo cruzado con un gran tiburón blanco cruzado con un T. rex cruzado con una orca".
Se cree que los mosasaurios fueron depredadores ya que no parece que tuvieran un buen sentido del olfato. También se piensa que estaban especializados para cazar distintas presas, dada los dientes diferentes que presentan. Algunos animales tenían dientes pequeños y puntiagudos, ideales para consumir peces y calamares y otros disponían de dientes más romos y mandíbulas aplastantes, perfectas para cazar animales con caparazón. Los análisis sugieren que los mosasaurios se alimentaban de peces, cefalópodos, tortugas, moluscos, otros mosasaurios e incluso aves. El Thalassotitan parece haber sido uno de los más feroces de la familia.
Los restos del lagarto gigante se han encontrado en Marruecos, en unos yacimientos de fosfatos, una zona que es rica en fósiles muy bien conservados del Cretácico y el Mioceno. Entre los restos encontrados hay cráneos, vertebras, huesos de las extremidades y falanges. Los paleontólogos han podido hacer una descripción completa del cráneo, la mandíbula y los dientes de Thalassotitan, así como del esqueleto, los hombros y la extremidad anterior.
El equipo de investigadores ha determinado que el animal pudo alcanzar una longitud de entre 9 y 10 metros, un poco más grande que una orca. Sin embargo, su cráneo era casi el doble de largo que el del cetáceo, con una longitud de 1,5 metros.
A diferencia de otros mosasaurios que presentaban hocicos delgados, la mandíbula del Thalassotitan era ancha y corta, con grandes dientes cónicos que habrían sido perfectos para agarrar y desgarrar a las presas. Precisamente en los dientes, los paleontólogos encontraron otra pista sobre la alimentación del gran lagarto y es que muchos estaban rotos y desgastados. Esto indica que el reptil se habría alimentado de animales que poseían superficies duras como las tortugas, así como grandes huesos. Esta afirmación está respaldada por restos de grandes peces depredadores, un caparazón de tortuga marina, un cráneo de plesiosaurio y los huesos de al menos tres especies diferentes de mosasaurios encontrados cerca de los fósiles de Thalassotitan.
Aunque tal y como explican los investigadores se trata de una prueba circunstancial, los restos de las que se cree fueron sus presas están desgastados por la acción de un ácido. Esto podría haber sucedido perfectamente cuando el lagarto gigante los hubiera ingerido, poniéndolos en contacto con los ácidos gástricos y regurgitándolos luego al exterior. "No podemos decir con certeza qué especie de animal se comió a todos estos otros mosasaurios", explica Longrich. "Pero tenemos los huesos de reptiles marinos muertos y comidos por un gran depredador. Y en el mismo lugar encontramos a Thalassotitan, una especie que encaja con el perfil del asesino: es un mosasaurio especializado en depredar otros reptiles marinos. Probablemente no sea una coincidencia".
Los mosasaurios se fueron especializando y diversificando en los últimos 25 millones de años del Cretácico. El reciente descubrimiento de Thalassotitan sugiere que los mosasaurios habrían sido aún más diversos de lo que se creía. Su ecosistema habría sido especialmente rico, suficientemente diversificado como para proporcionar tal cantidad de presas distintas que mantuvieran esa cantidad de depredadores diferentes.
Como consecuencia de lo anterior, quizá en los tiempos previos a la extinción masiva hace 65 millones de años, en lugar de reducirse la biodiversidad, como algunos defienden, ocurrió lo contrario, que floreciera, posiblemente a raíz un evento de extinción de menor dimensión sucedido a mediados del Cretácico. Sea como fuere, aún queda mucho por investigar para dar por válida esta hipótesis.
"Marruecos tiene una de las faunas marinas más ricas y diversas que se conocen del Cretácico. Apenas estamos empezando a comprender la diversidad y la biología de los mosasaurios", dijo Longrich.
Referencia: Longrich, N., Jalil, N., et. al. Thalassotitan atrox, a giant predatory mosasaurid (Squamata) from the Upper Maastrichtian Phosphates of Morocco. Cretaceous Research. 2022. DOI: https://doi.org/10.1016/j.cretres.2022.105315