¿Qué pone en el misterioso disco de Festo?
El disco de Festo es uno de los objetos históricos más misteriosos. Es un disco de arcilla fechado a finales de la Edad del Bronce que contiene 45 símbolos componiendo diferentes palabras que no sabemos lo que quieren decir.
En el museo de Heraklion, en Creta, podemos ver un objeto singular: un disco de arcilla cocida de 15 cm con inscripciones por ambas caras y fechado a finales de la Edad del Bronce, hacia el segundo milenio antes de nuestra era. Fue descubierto en Creta en 1908 en el palacio minoico de la ciudad que lleva su nombre por el italiano Luigi Pernier. Comprende 45 signos (muchos de ellos fácilmente identificables, como una cabeza tatuada, un casco o un pez) que parecen componer 61 'palabras' por uno de los lados y 30 en el otro. También parece que sigue una dirección que va en el sentido de las agujas del reloj y en espiral de fuera hacia el centro. Es uno de los objetos que más ha llamado la atención de arqueólogos aficionados y perseguidores de misterios, y no ha faltado quien dice haberlo descifrado. De hecho, cualquier cosa que creamos que se puede decir sobre el disco ya se ha dicho: oraciones, una historia de aventuras, un salterio o libro de salmos, una llamada a las armas, un juego de mesa... hasta un teorema geométrico. Eso sin contar las más fantasiosas que involucran antiguas civilizaciones perdidas y extraterrestres.
La mayoría de las interpretaciones suponen que es un silabario con símbolos logográficos intercalados (un logograma es un signo que representa por sí solo un significado de una lengua, normalmente el significado de una palabra). Esto es una característica de los silabarios que conocemos del antiguo Cercano Oriente como del lineal B -el sistema usado para escribir el griego micénico, en la Grecia continental-, el cuneiforme o el jeroglífico.

Festo
¿Se ha descifrado el disco?
El último en afirmar que ha logrado descifrarlo ha sido Gareth Owens en 2018, un lingüista del Instituto Educativo Tecnológico de Creta, en combinación con John Coleman, profesor de fonética en Oxford. Según Owens, con la ayuda de la linguística comparada ha determinado que estamos ante un texto “con los valores vocales del Lineal B”. Para él “el disco de Festos es la mejor muestra de 'jeroglíficos cretenses'” y afirma que en torno al 80% del disco de Festos puede ser leído usando el Lineal B o griego micénico, la fase más antigua de la lengua griega. Claro que, como bien señala, una cosa es leerlo y otra entender lo que pone. Y añadió: “La escritura del disco de Festos también es Lineal A minoico”. Esta forma de escritura fue utilizada por los cretenses desde 1800-1450 a. C., y pertenece a un grupo que evolucionó independientemente de los sistemas egipcio y mesopotámico. Lo mas interesante es que, a pesar de todos los esfuerzos, no se ha podido descifrar totalmente. A éste le sucedió el Lineal B, que los micénicos (griegos continentales) utilizaron como una forma temprana del griego.
La relación entre el Lineal A y el Lineal B es estrecha: usan el mismo sistema numérico y muchos de los signos del Lineal A tienen sus equivalentes en el Lineal B, aunque hay signos en el B que no tienen su correspondencia en el A. Uno de los problemas que se tiene para descifrar el Lineal A es que no se conservan muchos ejemplos. La colección más amplia de tablillas con este tipo de escritura proviene del palacio minoico de Hagia Triada, muy cerca de Festos, al sur de Creta. También se han encontrado tablillas diseminadas por toda la isla, por lo que podemos suponer que se usaba en toda Creta y con fines mercantiles: se han encontrado registros numéricos de hombres y mujeres, animales y productos. Como también se han encontrado inscripciones en la Grecia continental los historiadores suponen que el Lineal A lo usó la civilización minoica no solo en Creta sino también en sus posesiones en ultramar. Se escribía de izquierda a derecha, aunque algunos signos a veces aparecen invertidos, como reflejados en un espejo, lo cual indica que durante un tiempo también pudo usarse la dirección derecha-izquierda.
El tiempo dirá si Owens tiene razón y si al final resulta útil para descifrar uno de los lenguajes de la antigüedad que todavía se nos resiste. Siempre y cuando el disco no sea un fraude cometido por su descubridor, Pernier, según afirmó Jerome E. Eisenberg en un artículo publicado en el número de julio y agosto de 2008 de la revista de arqueología y arte antiguo Minerva.
Referencias
Eisenberg, J. M. (2008) "The Phaistos Disk: one hundred year old hoax?". Minerva (July/August): 9–24
Schwartz, Benjamin (1959). "The Phaistos disk". Journal of Near Eastern Studies. 18 (2): 105–112 (107). doi:10.1086/371517