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Las lunas de Marte tienen un ancestro común

Los científicos hallan pruebas que apuntan a que Fobos y Deimos tuvieron la misma cuna. Un nuevo objeto entra en escena.

Marte cuenta con dos lunas: Fobos y Deimos. Ambas son muy diferentes de nuestra propia Luna, que es grande y en su mayoría esférica. Las lunas marcianas poseen formas irregulares, casi como si se trataran de patatas terrestres. Ahora, un equipo de investigadores ha dado con una conclusión intrigante: las dos lunas fueron en su día una sola luna.

Los científicos utilizaron datos y modelos geofísicos sobre el movimiento orbital de la Luna para hacer retroceder el reloj cósmico. Y resulta que hace miles de millones de años (entre 1.000 y 2.700 millones de años), Fobos y Deimos estaban exactamente en el mismo lugar alrededor de Marte. Lo que sugiere que una vez fueron un único objeto mucho más grande.


¿Una sola luna orbitando el Planeta Rojo?

El perfil tan inusual de las lunas de Marte llevó a los investigadores a sospechar que se parecían más a asteroides que a lunas naturales y por tanto, podrían tratarse en realidad de asteroides capturados por el campo gravitatorio del planeta.


Las lunas marcianas son, por tanto, dos fragmentos de lo que en su día fue un satélite de mayor tamaño que fue destruido por una gran colisión, posiblemente un asteroide, según apuntan los expertos en su estudio publicado en la revista Nature Astronomy. Esta violenta explosión con la roca errante habría fragmentado la enorme luna y dos de sus fragmentos habrían quedado atrapados en la órbita de Marte; esos dos fragmentos son Fobos y Deimos.


"La idea era rastrear las órbitas y sus cambios en el pasado", explica Amir Khan de la Universidad de Zúrich y el Instituto de Geofísica de la ETH de Zúrich.

Sin embargo, las órbitas de las lunas marcianas son casi circulares y se mueven en el plano ecuatorial de Marte. Entonces, ¿cuál es la explicación de las órbitas actuales de Fobos y Deimos? Para resolver este problema, se basaron en simulaciones por ordenador. Esto llevó a la conclusión de que “Fobos y Deimos son los restos de una luna perdida”.


La clave de este trabajo han sido los datos recopilados por el sismómetro InSight de la NASA, cuyos instrumentos miden martemotos y cualquier vibración que experimenta el planeta rojo. Combinaron estos datos con mediciones tomadas por otras sondas de Marte, lo que permitió modelar un fenómeno conocido como fuerzas de marea, que establece que cada cuerpo celeste ejerce alguna fuerza sobre sus vecinos.


Fueron estos datos los que aportaron la clave para permitir a los investigadores reconstruir la historia de las lunas y descubrir su origen violento.

Eso sí, las lunas no parecen tener mucho futuro, al menos, Fobos. Los científicos esperan que dentro de menos de 40 millones de años, Fobos desaparezca, pues se está acercando lenta pero sin pausa a Marte, lo que podría conducir a una eventual colisión con el planeta. Aquí podríamos contemplar un escenario en el que la luna proporcionaría al planeta su propio sistema de anillos, tal y como poseen Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.


Los nombres de las lunas marcianas

Las lunas del planeta rojo fueron descubiertas en 1877 por el astrónomo estadounidense Asaph Hall. Deben sus nombres a los dioses gemelos griegos Fobos (pánico) y Deimos (terror), hijos de Ares, Marte en la mitología romana. Fobos tiene 22 kilómetros de ancho y Deimos un poco más de la mitad.

Referencia: Amirhossein Bagheri et al. Dynamical evidence for Phobos and Deimos as remnants of a disrupted common progenitor, Nature Astronomy (2021). DOI: 10.1038/s41550-021-01306-2

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