¿Sabes cómo se produce el vuelo del abejorro?
Las pequeñas alas de estos insectos tienen la fuerza suficiente para mantenerlos en el aire.
Los abejorros son rechonchos y poseen unas alas pequeñas, por lo que a priori no parece que puedan volar muy bien. De hecho, en la década de los noventa diversos investigadores sostenían que el vuelo de este insecto en realidad era imposible, y que iba en contra de todas las leyes de la aerodinámica. Sin embargo, no es necesario ser científico para darnos cuenta de que estos insectos pueden volar, por más extraordinario que nos parezca.
Tal y como afirma un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, los abejorros mueven sus alas hacia delante y hacia atrás, en lugar de moverlas hacia arriba y hacia abajo como suelen pensar la mayoría de las personas. Además, según los investigadores de la Universidad de Washington que han llevado a cabo el estudio, las pequeñas alas de estos insectos tienen la fuerza suficiente para mantenerlos en el aire.
Podría concluirse, por lo tanto, que los abejorros en realidad no desafían a ninguna ley de la física. Simplemente vuelan porque pueden hacerlo, aunque ellos no lo sepan. Asimismo, para llevar a cabo la investigación los científicos han recopilado datos utilizando fotografías de alta velocidad de abejas voladoras. No obstante, los biólogos todavía están investigando el proceso de vuelo, por lo que quedan numerosas incógnitas sin resolver.

abejorro en una planta
La física detrás del aleteo del abejorro
Hay diversas razones por las que se cree que el abejorro no puede volar, aunque la teoría más extendida es que un ingeniero y un biólogo en los años treinta intentaron hacer los cálculos en base a la masa, el tamaño y la forma del abejorro. Sin embargo, no obtuvieron ningún resultado coherente ya que se basaron en los mecanismos que emplean los aviones para volar.
Esto fue un completo error, ya que los insectos se mueven por al aire de una forma muy diferente a los aviones. De hecho, el ala de un avión empuja el aire hacia abajo, lo que a su vez empuja el ala hacia arriba. Es decir, los aviones mantienen sus alas estáticas, mientras que los abejorros las baten rápidamente cambiando la dirección de forma brusca. Este movimiento de las alas, en forma de hélice de helicóptero, genera una serie de turbulencias que les mantiene en el aire y les ayuda a impulsarlos.
Otras investigaciones
Otras investigaciones ya han constatado previamente que los abejorros pueden volar. De hecho, un equipo de investigación chino, dirigido por Lijang Zeng de la Universidad de Tsinghua, pegó pequeños trozos de vidrio a las abejas para rastrear la luz reflejada durante el vuelo. No obstante, los científicos están más interesados en descubrir cómo se controlan a sí mismo cuando se desplazan por el aire. Estos estudios podrían ser de utilidad en el futuro para crear flotas de insectos robóticos.