Hombres y mujeres han marcado un antes y un después en la historia de la humanidad, a pesar de las dificultades en el camino de estas últimas. Muchas de ellas son grandes protagonistas de gran cantidad de hechos que cambiaron la forma de ver y entender el mundo.
Pero, ¿por qué se realiza este día en concreto? Aunque el origen de la celebración no está tan claro, la celebración mundial del Día de la Mujer se empieza a gestar en los movimientos obreros y reivindicativos que empiezan a surgir en el siglo XIX. En concreto, se habla de dos huelgas históricas, realizadas en años diferentes.
En el año 1857las trabajadoras textiles de la fábrica Lower East Side (Nueva York) se pusieron en huelga. Hablamos de una época que estuvo marcada por una severa precariedad laboral y salarial. Sin embargo, la situación de las mujeres era mucho más crítica, pues cobraban alrededor de un 70% menos que los hombres, a pesar de suponer casi la totalidad de la plantilla trabajadora.
Ante esta situación, las trabajadoras de la entidad organizaron una marcha en protesta de estas condiciones, manifestando la injusticia de su realidad. El acto quedó finalmente frustrado por la dura represión policial. Pero este suceso fue la chispa que despertaría la atención de miles de mujeres en su mismo estado.
Años más tarde, en 1908 tuvo lugar uno de los acontecimientos más brutales y trágicos en la historia reivindicativa de la mujer. En la misma ciudad como escenario, Nueva York, 40.000 costureras industriales de diferentes fábricas estadounidenses organizaron una huelga para manifestarse nuevamente. Entre sus exigencias, destacaba la petición de igualdad de derechos, reducción de jornada laboral (que por aquel entonces era de 12 horas o más), la abolición de la explotación infantil (también muy frecuente) y el derecho a unirse a sindicatos.
Este día pasaría a la historia no solo por este hecho, sino también por uno mucho más cruel. En una de las fábricas donde se realizaba la huelga de trabajadoras, los propietarios ordenaron cerrar puertas y ventanas y atrapar en su interior a las manifestantes a modo de contención. Ese encarcelamiento acabó con la vida de 120 mujeres provocado por un incendio en el interior del edificio.
Dos años más tarde, en 1910, en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en la ciudad de Copenhague, las 100 asistentes (procedentes de 17 países diferentes) aprobaron por unanimidad el establecimiento del 8 de marzo como Día de la Mujer Trabajadora, a petición de la alemana Clara Zetkin, uno de los rostros más conocidos en el movimiento feminista. Al año siguiente se celebró por primera vez en 4 países: Alemania, Austria, Suiza y Dinamarca. En total, se calcula que participaron más de un millón de mujeres.
Finalmente, todo este esfuerzo quedó reconocido en la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1975, cuando de forma oficial se reconoció el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer.
Marie Curie
Nacida en Varsovia en 1867, Maria Sklodowska desentrañó el papel de la radioactividad en el campo de la medicina. Sus experimentos con polonio y radio le valieron dos Premios Nobel, convirtiéndose en la primera persona en recibir dos galardones en distintas especialidades (Física y Química) y la primera mujer en ser profesora en la Universidad de París. Por desgracia, sus investigaciones le valieron también la enfermedad que se llevó su vista y su vida a la edad de 66 años.
Rosalind Franklin
Nacida en Londres en 1920, jugó un papel clave en el descubrimiento de la estructura del ADN, aunque nunca obtuvo el reconocimiento que merecía. Un cáncer de ovario provocado por las repetidas exposiciones a la radiación en sus experimentos y el machismo imperante en la sociedad de la época le privaron del Premio Nobel de Medicina, que fue concedido a sus compañeros de laboratorio en 1962, pocos años después de su fallecimiento.
Ada Lovelace
Nacida en la Inglaterra victoriana de 1815, esta amante de la filosofía y las matemáticas se convirtió en la primera programadora de la historia. Trabajó con Charles Babagge, “El padre de la computación”, y en sus notas describió el primer algoritmo destinado a ser procesado por una máquina, motivo por el que el Departamento de Defensa estadounidense bautizó con su nombre un lenguaje de programación.
Lise Meitner
Nacida en Viena en 1878, participó en el descubrimiento de la fisión nuclear, además de realizar importantes investigaciones en teoría atómica y radiactividad. Una vez más, su aportación fue ignorada a la hora de los reconocimientos y fueron otros los que recibieron el correspondiente premio Nobel, ya que se encontraba en desventaja por partida doble: era mujer y judía. No obstante, el elemento 109 de la tabla periódico recibió en su honor el nombre de Meitnerio.
Dorothy Crowfoot Hodgkin
Nacida en El Cairo en 1910, recibió el Nobel de Química por su estudio de las moléculas de penicilina, insulina y vitamina B12 a través de la cristalografía, sustancias de interés en el diseño de tratamientos para diversas enfermedades. Se convirtió con ello en la tercera mujer en conseguir este galardón después de Marie Curie e Irene Joliot-Curie, hija de la primera.
Dolores Ibárruri
Bajo el nombre de “La pasionaria” se encuentra la figura de Dolores Ibárruri, dirigente comunista española que previamente había formado parte del Partido Socialista Obrero Español. Ibárruri fue adquiriendo protagonismo como oradora y articulista política. De hecho, se trasladó a Madrid para trabajar en 1931 en la redacción del periódico ‘Mundo Obrero’. Uno de sus discursos más destacados fue hace poco más de 80 años, en el que destaca su frase “no pasarán”, en referencia a las tropas franquistas. Su prosa apasionada, sensible y coherente la convirtió en símbolo de la resistencia y combatividad de la España republicana.
Hipatia de Alejandría
Nacida en Alejandría (hoy Egipto) a finales del siglo IV, es considerada por muchos la primera mujer científica de la historia: desarrolló múltiples experimentos y fue autora de varios tratados de matemáticas y astronomía, ninguno de los cuales se ha conservado. Murió a una avanzada edad al ser salvajemente asesinada por una turba de cristianos, presumiblemente a causa de su vinculación al paganismo que convulsionaba la sociedad.
Sophie Germain
Nacida en París en 1776, en los prolegómenos de la Revolución Francesa, estudió matemáticas de forma clandestina y se carteó con los investigadores más relevantes de su tiempo, siempre bajo pseudónimo. A pesar de hacer importantes contribuciones a la teoría de números y la teoría de la elasticidad, nunca consiguió labrarse una carrera en matemáticas, debido a la condescendencia de sus homólogos masculinos.
Jocelyn Bell
Nacida en Belfast en 1943, Jocelyn Bell fue la primera astrofísica que descubrió la radioseñal de un púlsar, que en un primer momento, denominó "Little green men" (pequeños hombres verdes), al pensar que provenía de una civilización extraterrestre. En 1974, Hewish y Martin Ryle recibieron el Nobel de Física por el descubrimiento de los púlsares sin mención alguna al trabajo de Bell, si bien la científica siempre le ha restado importancia.
Rachel Louise Carson
Nacida en Pensilvania en 1907, destacó como escritora científica por sus artículos sobre conservación y recursos naturales, que se centraron en el uso excesivo de pesticidas tras la Segunda Guerra Mundial, cuyas consecuencias persisten aún hoy día.
Cleopatra VII
Sin duda, fue una de las soberanas más poderosas del mundo. Cleopatra ascendió al trono a los 18 años y gracias a su gran ingenio y belleza natural consiguió asentarse en diferentes ocasiones como la reina de Egipto, a pesar de las dificultades del camino. Desempeñó un papel muy importante en la política de Egipto y fue la última reina egipcia que ha pertenecido a la dinastía de los Lágidas o Ptolomeos. Como bien se sabe, sus dos grandes amores y trampolines hacia la reconquista del trono fueron los famosos Julio César y Marco Antonio.
Valentina Tereshkova
Fue la primera mujer astronauta de la Historia. Tereshkova realizó su viaje espacial el 16 de junio de 1963, a bordo de la nave Vostok-6 y bajo el alias de “gaviota” para la misión. Además, batió un record más, pues realizó 48 órbitas completas a la Tierra.
Enheduanna
Enheduanna fue una poetisa y escritora acadia que vivió entre el 2285 y el 2250 antes de Cristo. Se trata de una de las primeras mujeres cuyo nombre se tiene identificado en la historia y también una de las primeras escritoras. Hija de Sargón I de Acadia, fue nombrada Suma Sacerdotisa del templo de Nanna en la ciudad de Ur por lo que fue una figura con poder político-religioso durante toda su vida y, de hecho, ese cargo se institucionalizó tras su muerte. De las muchas obras poéticas y cánticos religiosos que compuso Enheduanna se conservan 42 y entre ellos destacan 'Exaltación de Inanna' e 'Himno de Nanna'Enheduanna
Frida Kahlo
La artista ha destacado por sus famosas creaciones, en las que hizo un fiel reflejo de sus experiencias personales más íntimas y privadas. A pesar de sobrellevar una vida llena de tristeza y enfermedades, Frida encontró en la pintura y la poesía una potente herramienta de consuelo y desahogo. Con los años, se ha convertido en un icono para la sociedad.
Teresa de Calcuta
La Madre Teresa de Calcuta recibió el Premio Nobel de la Paz en 1979 por su ejemplar dedicación a los más necesitados. Era tanta su bondad que, de hecho, pidió que el premio se destinara a los pobres de la India. Aunque durante su vida surgieron numerosos críticos que ponían en duda su labor e intereses, la Madre Teresa recibió infinidad de galardones y reconocimientos y en 2003 el Papa Juan Pablo II la proclamó beata, estableciendo el 5 de septiembre como su festividad.
María Callas
Se la considera como una de las voces más destacadas del s.XX y pasó a la Historia con el apodo de “La Divina”. Su gran talento musical como soprano y su don artístico hicieron que desde bien pequeña debutara en los más grandes y famosos escenarios.
Clare Hollingworth
Se convirtió en una periodista de gran importancia durante el siglo XX. Hollingworth descubrió la presencia del ejército alemán en la frontera con Polonia a punto de iniciar un conflicto armado. Ella fue la encargada de dar la exclusiva del inicio de la Segunda Guerra Mundial a los medios de comunicación de la época, aunque no especificó en el artículo su nombre. Durante su estancia en Polonia en 1939, ayudó a escapar a miles de checoslovacos de la amenaza nazi. El resto de su carrera profesional la dedicó a narrar conflictos armados y noticias políticas internacionales de diferentes países.
Eva Perón
Eva Perón, más conocida como Evita, fue la primera mujer argentina en ejercer un papel activo como primera dama de su país, Argentina. Perón se convirtió en una de las figuras más queridas y respetadas por el pueblo argentino, y es que su obra política y social fue muy destacable. Fundó distintas organizaciones para solventar la miseria de los más desafortunados y trabajar por los derechos laborales. Además, si por algo destaca Evita es por su insaciable lucha por los derechos de las mujeres, llegando a conseguir la aprobación del sufragio femenino.
Marilyn Monroe
Marilyn Monroe fue mucho más que un rostro bonito. Tras la imagen mediática de una mujer de éxito y gran belleza, se esconde la dura historia de superación, tristeza y supervivencia de Norma Jean. A los 16 años, se casó con su primer marido para evitar su ingreso en un orfanato. Marilyn llegó incluso a trabajar en una fábrica de municiones durante la Segunda Guerra Mundial. Al poco tiempo, un fotógrafo hizo posible que Monroe empezara su carrera como modelo. Sin embargo, esto provocó que la actriz pidiera el divorcio en 1946 por los reproches y prohibiciones que su marido le intentaba imponer. A pesar de los altibajos, Marilyn consiguió llegar al estrellato de Hollywood. Sin embargo, lo que más llegó a frustrarle siempre fue no conseguir papeles de peso y demostrar todo su potencial artístico.
Virginia Woolf
Fue una novelista, ensayista, feminista y escritora de cuentos de origen británico, considerada como una de las figuras más relevantes del modernismo literario del siglo XX. Entre sus obras más famosas se encuentra ‘Una habitación propia’ (1929), libro que se convertiría en un auténtico estandarte del movimiento feminista, por su narración de las dificultades de las mujeres para poder dedicarse al mundo de la escritura en un mundo dominado por los hombres. Una de sus frases más destacadas es la siguiente: “No hay barrera, cerradura ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de mi mente”.
Emmeline Pankhurst
Emmeline Pankhurst (1858 – 1928) fue una de las mayores impulsoras del sufragismo europeo, el movimiento que luchó a favor del derecho al voto femenino. Fue la fundadora de la Liga a Favor del Derecho al Voto de la Mujer y de la Unión Política y Social de la Mujer (WSPU). El destino quiso que falleciera el mismo año en el que el Reino Unido aprobaba, por fin, el derecho al sufragio universal.
Elizabeth Blackwell
Elizabeth Blackwell
Nacida en 1821, Elizabeth Blackwell, fue la primera mujer en graduarse de la escuela de medicina en Estados Unidos (en el Colegio de Medicina de Ginebra en el norte del estado de Nueva York). Su alma adelantada a su tiempo no acabó aquí: se convirtió en una activista por la salud de las mujeres y fundó una escuela de medicina para mujeres en Inglaterra
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