El 4 de noviembre de 1869, Alexander Macmilan y Joseph Norman Lockyer vieron recompensado su esfuerzo y lanzaron el primer número de ‘Nature’, una revista que se convertiría en un referente para la comunidad científica. En plena época victoriana, la ciencia prosperaba enormemente pero su difusión seguía siendo bastante limitada. Lugares como la Royal Society reunían a los llamados hombres de ciencia pero les proporcionaba pocas herramientas para que compartieran sus teorías y descubrimientos, y no digamos ya para hacerlos llegar al resto de la población.
El primer número presentaba la estética propia de los periódicos de la época, que se había generalizado desde mediados del siglo XIX, y Macmilan y Lockyer decidieron centrar su contenido en lo que hoy llamaríamos una “declaración de intenciones” en la que sostenían su interés en hacer llegar los grandes trabajos y descubrimientos científicos al público en general y en ayudar a los científicos a estar al día de los nuevos “avances realizados en cualquier rama del conocimiento natural en todo el mundo”. ‘Nature’ ha seguido estos principios desde su aparición y ha entramado una red de conocimiento mucho más amplia de lo que cualquiera hubiera pensado.
Con el paso de los años, la revista ha acabado por convertirse en un referente para la comunidad científica, respetada por sus lectores y que presenta un contenido especializado y muy técnico del que estos suelen destacar su calidad. La mayoría de publicaciones son los resultados de investigaciones redactadas por los propios equipos científicos y analizadas mediante el sistema de revisión por pares en el que las propuestas enviadas son validadas y modificadas por expertos de igual nivel o superior al de los autores. Entre los colaboradores de la revista destacan Thomas Huxley, férreo defensor de las teorías de Darwin, o los científicos responsables de descubrir la estructura de doble hélice del ADN: James Dewey Watson y Francis Crick.
Puede que gran parte de la población no lo tenga en cuenta en su día a día, pero el avance de la ciencia implica enormes mejoras para todo el planeta. La misión de este tipo de revistas como ‘Nature’ es, precisamente, asegurarse de que el conocimiento traspase las barreras que la contienen y llegue al mayor número de personas posibles. Para asegurarnos de que no se haya escapado nada importante, repasamos algunas de las mejores portadas de este gigante de las revistas.
El primer número de Nature
No está claro quién propuso el mítico nombre de 'Nature' pero, en una carta fechada en julio de 1869, Huxley explica a Lockyer que Macmillan había tomado la decisión final al respecto: “Macmillan me dijo ayer que lo había decidido y que el nombre sería ‘Nature’, puro y simple. Me inclino a pensar que es el mejor nombre a nivel general”. Posteriormente la decisión de llamar a la publicación de esta manera se ratificaría con el beneplácito del matemático James Joseph Sylvester, quien en una carta al mismo Lockyer apuntaba: “Qué fantástico nombre, ‘Nature’, una verdadera genialidad. Es más que el cosmos, más que el universo. Incluye lo visible y lo invisible, lo posible y lo actual, naturaleza y naturaleza de Dios, pensamiento y materia. Estoy cegado por el resplandor de ideas que suscita”.
Dolly, la oveja clonada
El primer mamífero clonado a partir de una célula adulta de la historia, la famosa oveja Dolly, protagonizó la portada del 27 de febrero de 1997. Aunque el equipo de científicos del Instituto Roslin de Edimburgo con Ian Wilmut y Keith Campbell a la cabeza la vieron nacer el 5 de julio de 1997, la noticia se guardó bajo llave hasta febrero del año siguiente.
Proyecto Genoma Humano
El 15 y el 16 de febrero de 2001 fueron días excitantes para la ciencia. Tanto 'Science' como 'Nature' publicaron en sus portadas una de las investigaciones más importantes del presente siglo: la secuenciación definitiva del genoma humano con una fiabilidad del 99.9%. La genial portada de 'Nature' es, sin duda alguna, una de las más famosas de la revista en sus más de 100 años de historia.
El primer homínido conocido
El número del 11 de julio de 2002 se centraba en uno de los descubrimientos más importantes de entonces: el hallazgo del cráneo de Toumai, el homínido más antiguo del momento con más de 7 millones de años. La portada mostraba el cráneo encontrado por el equipo franco-chadiano en el desierto de Djurab, en el que se aprecian las diferencias obvias entre el Sahelanthropus tchadensis y sus sucesores.
Atapuerca en Nature
El 27 de marzo de 2008 un pequeño pueblo burgalés era el centro científico del planeta. Allí un grupo de antropólogos que llevaba varios años trabajando en el yacimiento de Atapuerca encontraba fósiles humanos de unos 1,2 millones de años de antigüedad, lo que les convertía en los restos más antiguos de Europa. En esencia, gracias a este descubrimiento demostraron que el Homo antecessor fue la primera especie autóctona de Europa. Aunque el equipo investigador de Atapuerca ya había sido portada de la mítica revista 'Science', este reconocimiento por parte de 'Nature' fue la guinda a decenas de años de trabajo que aún continúan y siguen dando frutos científicos increíbles.
200 años de Darwin
'Nature' dedicó en 2009 tres números a Charles Darwin por el 200 aniversario de su nacimiento (exactamente nació el 12 de febrero de 1809). Esta portada, realizada por Joe Magee, se trata del segundo de ellos.
Nanomotorizado
El número del 10 de noviembre de 2011 presentaba una portada en la que un conjunto molecular imitaba la forma de un coche de Fórmula 1 sobre una carretera. El ejemplar se centraba precisamente en las posibles soluciones a la necesidad de movimiento de traslación direccional en el mundo de la nanotecnología y la posible aplicación de moléculas estructuradas como cuatro unidades motoras rotativas unidas a un eje central.
Fukushima: el caso para nacionalizar los reactores
El desastre ocurrido en la central nuclear de Fukushima Dalichi en marzo de 2011 tuvo consecuencias enormes tanto para Japón como para la industria de la energía nuclear internacionalmente. El número publicado el 15 de diciembre de 2011 intenta reflexionar sobre los fallos que llevaron a la catástrofe y las posibles soluciones que se plantean. En la portada se muestra un ejemplar del manual operador-reactor de la central, el cual resultó ser prácticamente ininteligible para los responsables.
Otros mundos
Desde 1990 se han descubierto decenas de planetas extrasolares. Algunos son inhabitables para el ser humano, pero otros entran dentro de la categoría de habitables, por la situación de su órbita alrededor de su estrella. Precisamente la portada del 9 de febrero de 2012 de 'Nature' estaba dedicada al hallazgo de dos exoplanetas de un tamaño parecido a la Tierra descubiertos gracias altelescopio Kepler.
100 años de Alan Turing
El matemático inglés Alan Turing fue uno de los grandes científicos del pasado siglo. Su aporte al desarrollo de la ciencia fue impresionante y en 'Nature' decidieron dedicarle la portada del 23 de febrero de 2012 para celebrar el centenario de su nacimiento (nació el 23 de junio de 1912). La portada fue realizada por Andy Potts y ya es un clásico de las hemerotecas científicas.
El genoma del tomate
En los últimos años, sin duda alguna, la genética ha sido uno de los grandes temas tratados por 'Nature'. En esta ocasión su portada iba dedicada a la secuenciación de uno de los tomates más famosos del mundo, Solanum lycopersicum y al de su hermano silvestre, el Solanum pimpinellifolium. El número pertenecía al 31 de mayo de 2012.
Un rostro en la multitud
El número del 9 de agosto de 2012 estaba dedicado al descubrimiento en Kenia, exactamente en el lago Turkana, de tres fósiles de homínidos que podían arrojar un poco de luz en la comprensión del nacimiento del género Homo. La portada muestra la mandíbula KNM-ER 60000 junto con el enigmático cráneo KNM-ER 1470 descrito en 1973 por Richard Leakey.
Calefacción encendida
Con el titular “La calefacción está encendida” llegaba el número del 29 de noviembre de 2012 bajo el que se puede leer “Guía de supervivencia para el mundo post-Kyoto”, en referencia al famoso protocolo firmado contra el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero. La apocalíptica imagen de la portada corresponde al huracán Sandy a su paso por la costa este de Estados Unidos.
Un año, diez historias
‘Nature’ ha convertido en tradición esta publicación especial para cerrar el año. En ella, se hace una recopilación de los diez descubrimientos o avances científicos que se han producido ese año. La edición del 20 de diciembre de 2012 profundizaba en las historias humanas que hay detrás de esas investigaciones y entre todas ellas destacaba la de Rolf-Dieter Heuer, director general del CERN y figura clave del descubrimiento del bosón de Higgs.
Ciencia sexista
¿Por qué la ciencia sigue siendo institucionalmente sexista? Esta era la pregunta que se hacía 'Nature' en la portada de Viktor Koen del 7 de marzo de 2013. En octubre de 2013, en Muy Interesante, emulamos a 'Nature' y analizamos la situación de las mujeres científicas en nuestro país. Como apuntaban en la revista británica, “a pesar de algunos progresos las mujeres científicas todavía cobran menos, ascienden menos, consiguen menos subvenciones y son más propensas a abandonar la investigación que los hombres con calificaciones similares”.
Reconstruyendo la Luna
El número del 5 de diciembre de 2013 estaba dedicado a las últimas investigaciones sobre la formación de la Luna y los nuevos modelos al respecto. En el interior tres especialistas en la materia como Robin Canu, Tim Elliott y Sarah Stewart daban su parecer al respecto.
Curva de aprendizaje
La Inteligencia Artificial es un campo en alza y sus posibilidades parecen ir más allá de lo imaginado hace cincuenta años. La portada del 26 de febrero de 2015 muestra una carrera de ’space invaders’ sobre un looping virtual. En su interior se destaca la existencia de softwares con Inteligencia Artificial que han aprendido a manejar videojuegos al mismo nivel que los humanos.
La ciencia en China
Con un estilo claramente oriental y más propio de la porcelana china que de las probetas y matraces de un laboratorio, la portada del 23 de junio de 2016 se centró en la importancia que el gigante asiático ha ganado en el ámbito científico durante las últimas décadas. ‘Nature’ desataca sus investigaciones en secuenciación del ADN y la medicina de precisión.
Horizonte cercano
El número del 25 de agosto de 2016 se presentaba con una representación artística de Proxima Centauri, la estrella más cercana a nuestro Sol, y su planeta Proxima B. Este es descrito como “un planeta cálido terrestre en órbita alrededor de Proxima Centauri, la estrella más cercana al Sol” y del cual se cree muy probable que se pueda encontrar agua líquida en su superficie.
El genoma de la quinoa
La portada del 16 de febrero de 2017 muestra a unas mujeres recogiendo quinoa en Perú. Este cultivo altamente nutritivo y que puede crecer bajo un amplísimo rango de condiciones ambientales se ha convertido en uno de los alimentos estrella de los últimos años. Los estudios se centran en la secuenciación del genoma de este y sus posibles aplicaciones para obtener nuevas variantes de la quinoa.
Migración humana
El ser humano ha emigrado de su tierra y se ha instalado en otro lugar desde siempre, ya que comenzó siendo un pueblo nómada. En este número publicado el 2 de marzo de 2017 ‘Nature’ se centra en analizar los hechos que se esconden tras los titulares sobre inmigración y relacionan la situación actual con las implicaciones que esta tiene en el ámbito científico. La portada nos muestra un mapamundi de humo violeta en el que se intuye la forma de personas marchándose de un país a otro.
Desenredando el alzhéimer
La enfermedad de Alzheimer es una afección neurodegenerativa que en 2015 afectaba a 46.8 millones de personas. La portada del 13 de julio de 2017 muestra un filamento helicoidal unido a la proteína tau, principal componente de las marañas derivadas de esta enfermedad. Estas imágenes son las primeras estructuras de alta resolución obtenidas a través de microscopia crioelectrónica.
El símil de la Mona Lisa
La portada del 7 de diciembre de 2017 muestra una interesante imagen acompañada del titular ‘Mona Lisa simile’, haciendo un juego de palabras con ‘Mona Lisa smile’ (la sonrisa de la Mona Lisa). Nos encontramos ante una representación del famoso cuadro de da Vinci en un lienzo de 8.704 píxeles creado por autoensamblaje de ADN. Hasta entonces, el uso de nanoestructuras bidimensionales de cadenas de ADN se centraba en superficies muy pequeñas (0.05 micrometros cuadrados), pero un nuevo estudio explicado en ‘Nature’ conseguía aplicar este método a superficies mayores y esculpir objetos en 3D.
De polo a polo
La impresionante imagen que encontramos en la portada del 15 de febrero de 2018 muestra el mar de Amudsen, en la costa helada de la Antártida Occidental. En este número se dio a conocer la investigación que demostraba cómo había influido esta región en la variabilidad climática interanual hace unos 16.000 años y revelan los estrechos vínculos entre las altas latitudes y el papel de los trópicos como “mediador climático” entre los hemisferios.
Alcanzando la madurez
El número del 22 de febrero de 2018 se centra en el paso que se produce cuando se deja atrás la niñez y se entra en la edad adulta. Precisamente este cambio es a lo que se suele referir la expresión ‘Coming of age’ que da título al ejemplar y va acompañado de ‘La ciencia de la adolescencia’ para ayudar a comprender los cambios físicos y psicológicos que se producen durante una de las etapas más importantes en el desarrollo del ser humano.
Partículas reflectadas
El ejemplar de abril de 2018 presentaba dos estructuras tridimensionales formadas por moléculas puestas como una imagen espejo la una de la otra y subtitulaba así: “Nanoestructuras de oro ganan propiedades quirales a través del crecimiento dirigido con péptidos”. La quiralidad es la capacidad de los objetos de superponerse a su imagen especular, y esta se ha extendido a nanoestructuras metálicas tridimensionales gracias a los avances en nanotecnología.