La luna Titán, un buen lugar de aterrizaje
Laos lagos de metano líquido en la luna de Saturno apenas tienen olas, indicio de un ambiente tranquilo. Esto facilitaría enviar una misión a su superficie.
La mayor luna de Saturno (y segunda del Sistema Solar, tras Ganímedes, en Júpiter) siempre ha intrigado a los astrónomos por su espesa y compleja atmósfera, sus rastros de cursos fluviales y los enormes lagos de metano líquido que la tachonan. Algunos comparan este panorama con la Tierra antes de surgir la vida. Y lo ideal para desentrañar los secretos de Titán sería mandar una misión a su superficie, un proyecto largamente acariciado que parece un poco más plausible después de conocer los resultados de un estudio dirigido por la Universidad de Texas en Austin.
La nueva investigación, publicada en la revista Earth and Planetary Science Letters, estaba centrada en examinar minuciosamente las características de sus lagos con los registros de radar de la nave Cassini de la NASA. Así han podido comprobar que son como balsas de aceite, con olas de apenas un centímetro de altura y 20 cm de longitud. Esto implica probablemente un ambiente tranquilo y vientos muy suaves, lo cual facilitaría el aterrizaje de una futura sonda en la luna de Saturno.
Concretamente, los científicos midieron el oleaje de las tres superficies de metano líquido más grandes de Titán: los lagos Kraken (mayor que el mar Caspio terrestre), Ligeia y Punga. El mismo método ya había sido utilizado para examinar la rugosidad y la densidad de la nieve en los casquetes polares de la Tierra y para elegir el punto donde descenderá la misión InSight de la NASA a Marte, prevista para el año que viene.
Si finalmente se enviara una nave a Titán, los científicos podrían averiguar, por ejemplo, si realmente hay un océano de agua líquida debajo de la capa helada que cubre a la luna saturniana, tal y como se sospecha, y si se ha desarrollado alguna forma de vida.
Foto: NASA Jet Propulsion Laboratory/Cassini Orbiter.