¿Por qué los aviones son de color blanco?
Si bien no existe ninguna normativa que obligue a pintar los aviones de un determinado color, la realidad es que la mayoría son blancos. Y aunque pueda parecer mera casualidad, lo cierto es que hay varios motivos.
Nada en el diseño de un avión se hace de manera arbitraria y es que todas las decisiones que se toman en la industria aeronáutica persiguen la optimización de dos aspectos fundamentales: maximizar la seguridad y minimizar el coste. El color del que se pintan los aviones no es una excepción a esta regla.
Desde el punto de seguridad, no existe ninguna evidencia que justifique que los aviones pintados de blanco sean más seguros pues de lo contrario la normativa obligaría a pintar todos los aviones de este color. Es el coste, por tanto, la variable que va a determinar el color de la pintura que las aerolíneas utilizan para sus aparatos.
Eficiencia térmica
El blanco es de todos los colores el que en mayor cantidad refleja la luz solar teniendo una mejor eficiencia térmica y una mayor resistencia a la radiación solar.
Desde el punto de vista de eficiencia térmica, las superficies pintadas de color blanco van a ser aquellas que menos se calienten, algo que es muy ventajoso para las aeronaves. Y es que una parte nada despreciable de la energía del avión va destinada a mantener agradable la temperatura en cabina. Así, pintar de blanco los aviones supone un ahorro de combustible pues se destina menos energía para enfriar el interior del avión.
Esta propiedad también explica por qué las paredes de las casas de regiones cálidas se suelen pintar de colores claros, encontrándonos paisajes tan pintorescos como los pueblos blancos típicos de Andalucía.
La resistencia a la radiación solar es otra importante ventaja de este color y es que los aviones de otros colores necesitarán pintarse con mayor frecuencia por un deterioro más rápido de sus superficies, aumentando el coste de mantenimiento.
Facilita la revisión de las aeronaves
De acuerdo con la Federal Aviation Administration (FAA), es en las superficies de color blanco donde más destacan los daños superficiales producidos en los aviones, como grietas o abolladuras, dado que estas suelen ser de color oscuro.
Esto no significa que los aviones pintados de otros colores sean menos seguros, pero el color blanco sí facilita la realización de la inspección visual que se hace entre cada vuelo y con ello reducir el tiempo de esta.
Además, existen varios estudios que aseguran que las aves distinguen con mayor facilidad los aviones blancos, por lo que se reducirían las posibilidades de producirse impactos con estas durante las etapas de despegue y aterrizaje. De nuevo, esto no implica que el resto de los aviones sean menos seguros ya que están diseñados para soportar el impacto de un pájaro pero es evidente que cuando estos incidentes se producen, suponen un coste económico importante.
Reducción del peso del avión
Los aviones pintados de colores necesitan más capas de pintura para obtener el resultado final deseado. Una mayor cantidad de pintura supone un mayor peso añadido al avión, y a mayor peso, más combustible consumido en cada trayecto.
Por otro lado, las operaciones de compra-venta de los aviones son muy comunes. Cuando una aerolínea compra un avión, el coste de pintar con los colores corporativos si este es de color blanco será más reducido que si está pintado de colores llamativos, por lo que un avión de color blanco se vende a mayor precio que otro de mismas características pintado de un color diferente.
Una cuestión de marketing
Por todo lo explicado hasta aquí, parecería un error importante el que una compañía aérea decida pintar sus aviones de colores. Sin embargo, es una práctica que en los últimos años se realiza cada vez con más frecuencia.
El motivo que explica esta tendencia es la importancia cada vez mayor de reforzar la imagen de la marca. Así, mientras que en los aviones de color blanco va a ser difícil identificar a la aerolínea a la que pertenecen, en los aviones llamativos será mucho más fácil. Es por ello que cada vez son más las compañías que rompen con la monotonía cromática. Como ejemplos podemos hablar de la aerolínea holandesa KLM cuyos aviones son de color azul celeste o Air New Zealand que emplea el color negro.
En otras ocasiones, las aerolíneas van un paso más allá, como el caso de la japonesa All Nippon Airways, que decidió pintar tres aviones del modelo A380 en forma de tortuga marina hawaiana, como homenaje a este país norteamericano, con el motivo de la apertura de la ruta que lo une con Tokio.