Cómo impacta el cambio climático en nuestro día a día
Desde hace años está originando cambios en el agua, la comida, los ecosistemas, el entorno e incluso en nuestra propia salud.
Los científicos llevan décadas advirtiéndonos. Hoy en día, los impactos del cambio climático ya son visibles, los cuales se extienden mucho más allá del aumento de la temperatura. Las consecuencias están afectando a ecosistemas y comunidades de todo el mundo, y muchos elementos de los que dependemos diariamente para sobrevivir (agua, energía, agricultura, transporte, vida silvestre, ecosistemas e incluso la salud humana), están experimentando sus efectos.
Alimentos
Nuestro suministro de alimentos depende de las condiciones meteorológicas y el clima.
Aunque las diferentes prácticas agrícolas pueden adaptarse a estas condiciones cambiantes, como lo han hecho a lo largo de la historia, cambios en el aumento de las temperaturas, el estrés hídrico, condiciones climáticas extremas y las enfermedades generan desafíos tanto para los agricultores como para los ganaderos.
Agua
Los cambios en los diferentes recursos hídricos podrían acabar teniendo un enorme impacto en la vida de las personas.
La sequía ya afecta a millones personas en todo el mundo. Mientras que, en otras regiones, la frecuencia de aguaceros fuertes ha aumentado, donde es probable que las inundaciones y los problemas relacionados con la calidad del agua tiendan a empeorar.
Salud
Nuestra salud es vulnerable al cambio climático. Debido al calor, se espera que el entorno cambiante cause más estrés, aumenten las enfermedades transmitidas por el agua y también por insectos y roedores, a lo que se le une una peor calidad del aire.
Por otro lado, los fenómenos meteorológicos extremos pueden también agravar muchas de estas amenazas para la salud.
Ecosistemas y el entorno
Los diferentes ecosistemas también se ven afectados por el cambio climático. Por ejemplo, la sincronización de eventos aparentemente comunes como la floración o incluso la puesta de huevos está cambiando, las especies están alterando sus áreas de distribución y los hábitats se están modificando.
Pero también se están produciendo cambios en el océano, el cual absorbe alrededor del 30% del dióxido de carbono que se libera a la atmósfera por la quema de combustibles fósiles. Debido a ello, el océano se está volviendo más ácido, afectando a la vida marina.
El aumento del nivel del mar debido al derretimiento de las capas de hielo y los glaciales, y a la expansión térmica, ponen a las diferentes áreas costeras en un riesgo mayor de marejada ciclónica y erosión.