Muy Interesante

8 ejemplos de economía circular

Fabricar cerveza con pan seco, poner tus pertenencias en alquiler, comprar envases reutilizables… ya hay cada vez más opciones para producir y consumir de otra manera. La era de los productos de usar y tirar ha terminado, y la economía circular viene para quedarse.

Frente al modelo actual de economía linear, en el que se extraen materiales, se fabrican cosas y posteriormente se desechan, la economía circular pretende revolucionar nuestro sistema productivo y acabar con el despilfarro insostenible de energía y recursos.

En realidad, no estamos hablando de nada nuevo, pues la economía circular no hace otra cosa que imitar los procesos que se dan de forma natural en nuestro planeta: la materia y energía se transforman continuamente y no existen residuos como tal, pues lo que para un componente del sistema es un deshecho, para otro puede ser materia prima. Hay multitud de ejemplos en la naturaleza: organismos coprófagos que se alimentan de los excrementos de otros, los ciclos biogeoquímicos  o el proceso de descomposición de las hojas caídas de los árboles que acaba devolviendo a la tierra los nutrientes y materia orgánica.

El objetivo de la economía circular es, precisamente, conseguir cerrar los ciclos igual que sucede en la naturaleza, y hacerlo evitando la extracción masiva de materias primas y el derroche energético. Es un concepto que va mucho más allá de reducir, reutilizar y reciclar (aunque también engloba las 3R), pues pretende conectar unos procesos con otros, alargar la vida útil de los productos (muy importante) y respetar los tiempos de regeneración natural de los recursos.

Repensar, rediseñar, reparar, redistribuir… son muchas más las “R” que entran dentro de la economía circular, en la que ningún residuo se desperdicia sino que se convierte en recurso para un nuevo proceso.

Hay muchísimos ejemplos de economía circular, desde los sistemas de compostaje casero que utilizan los residuos orgánicos y obtienen  compost para añadir a la tierra de las macetas hasta los teléfonos móviles fabricados de manera modular de forma que sus componentes se pueden reparar individualmente y alargan la vida útil del dispositivo (el famoso Fairphone).

Ya no es solo una cuestión de preferencias. El modelo linear actual está llegando al límite de su capacidad física y es necesario explorar otras alternativas. La Fundación Ellen MacArthur, que trabaja con gobiernos, investigadores y empresas para fomentar la transición hacia una economía restaurativa y regenerativa nos enseña algunos ejemplos reales de empresas o colectivos que ya están aplicando ideas muy buenas en esa línea. La Fundación asesora estas iniciativas, identifica sus puntos débiles y les ayuda a avanzar para conseguir cerrar los ciclos y lograr una ‘circularidad’ más completa.

tracking