Descubren un hueso de dinosaurio con un cáncer maligno
Los dinosaurios también tenían cáncer. Una nueva investigación ha mostrado pruebas de un tumor agresivo de hueso en un Centosaurus que vivió hace 76 millones de años.
El cáncer puede definirse como un conjunto complejo de enfermedades que se produce por una proliferación descontrolada de células, que causa lo que conocemos como un tumor. Pero esta patología no es exclusivamente humana.
El pasado lunes 4 de agosto, una investigación publicaba un hallazgo sorprendente: un indicio de cáncer en el hueso de un dinosaurio. Pero no se trata de un fósil nuevo, sino de un descubrimiento realizado en 1989, en las tierras baldías del Parque Provincial de Dinosaurios de la provincia canadiense de Alberta. En aquel momento, los científicos supusieron que se trataba de un hueso malformado de una pata por una fractura.
Pero un nuevo examen realizado a esta pieza fósil ha mostrado, más de 30 años después, algo muy diferente. Los resultados de la investigación muestran que la malformación es una manifestación de un osteosarcoma, un cáncer agresivo de hueso. El ejemplar de dinosario es un Centosaurus, que vivió hace 76 millones de años, durante el periodo Cretácico. Se trata de un dinosaurio herbívoro con pico de cuatro patas y unos seis metros de largo, que poseía un cuerno largo sobre su nariz y una cresta ósea sobre su cuello con dos cuernos ganchudos más pequeños.
El animal poseía un tumor en el peroné más grande que una manzana, según declaraciones del paleontólogo David Evans, del Royal Ontario Museum de Toronto, uno de los investigadores del estudio publicado en la revista Lancet Oncology. Además, este Centrosaurus probablemente estaba débil y cojeaba antes de morir. “Este notable hallazgo muestra que no importa lo grandes o poderosos que puedan parecer algunos dinosaurios, se vieron afectados por muchas de las mismas enfermedades que vemos en los humanos y otros animales hoy en día, incluido el cáncer”, añade.
¿Por qué no lo hemos descubierto antes?
Si los dinosaurios padecían este tipo de patologías, resulta sorprendente no haberlas hallado antes en el registro fósil de que disponemos. Pero, debido a que la mayoría de los tumores se presentan en tejidos blandos que no se fosilizan fácilmente, existe poca o nula evidencia previa.
Nada indica que los dinosaurios, como cualquier otro animal, hubieran estado exentos de padecer cáncer.
Por tanto, ¿cómo han descubierto este osteosarcoma los científicos? Los investigadores confirmaron que era un tumor usando tomografías computarizadas de alta resolución y observando secciones delgadas bajo el microscopio. “No solo pudimos demostrar que el tejido óseo mostraba las características del osteosarcoma, sino que el tumor se disparó en espiral a través de la corteza ósea, descontando su identificación original de una fractura curada”, según Evans.
Y, aunque débil y cojo, lo más probable es que este ejemplar no haya muerto por el cáncer. Su cuerpo fue encontrado en un vasto lecho de huesos que contiene los restos de cientos de individuos de Centrosaurus, lo que sugiere que murieron como parte de una manada atrapada en una inundación. Pese a que su cáncer puede haber reducido su movilidad para convertirlo en un objetivo atractivo para grandes depredadores, vivir dentro de una gran manada, pudo haber proporcionado seguridad al Centrosaurus en su delicada situación, a medida que el cáncer progresaba.