El rover Yutu-2 detecta dos esferas de vidrio translúcido en la Luna
Las imágenes del rover chino muestran diminutas 'esférulas' lunares de vidrio. ¿Cuándo se formaron?
El rover Yutu-2 de China ha detectado, en el 'lado oculto' de la Luna, dos esferas intactas de vidrio translúcido de cerca de 3 centímetros de espesor. Las imágenes muestra lo que parecen ser dos esferas de vidrio como si de unas canicas lunares se tratara.
¿Se trata de un hallazgo extraordinario?
Realmente no. Las pequeñas "esférulas" de vidrio son bastante habituales en nuestro satélite, aunque lo normal es que tengan unos 3 milímetros de diámetro. Estas son especialmente grandes. Estas esferas de vidrio se forman cuando el material de silicato se somete a altas temperaturas, y ambos ingredientes están fácilmente disponibles en la Luna.
Colisiones de meteoritos o actividad volcánica
En esencia, la Luna tuvo un pasado de gran actividad volcánica que condujo a la formación de vidrio volcánico; de la misma forma, el impacto de objetos más pequeños, como los meteoritos, también generan un calor intenso, que dan como resultado la formación de vidrio.
"El vidrio es omnipresente en el regolito lunar, y el vulcanismo y los impactos de hipervelocidad son los principales mecanismos de formación de los vidrios lunares", aclara el equipo.
Como decimos, el descubrimiento, publicado en la revista Science Bulletin, proviene del otro lado de la Luna, pero concuerda con las esferas más oscuras descubiertas por los astronautas del Apolo hace décadas, entre otras cosas. Pero, a diferencia de las esferas halladas en la cara visible de la Luna, estas son translúcidas, de un color marrón claro único.
“Los glóbulos simplemente nos sorprenden, ya que son únicos en la Luna”, dijo Zhiyong Xiao, profesor asociado del Laboratorio de Investigación Astrobiológica y Ambiental Planetaria de la Universidad Sun Yat-sen y autor principal del estudio, en un comunicado de prensa.
Los investigadores chinos sugieren que este tipo de esferas podrían ser comunes en el otro lado de la Luna. Si este fuese el caso, podría ser un recurso increíblemente valioso para futuras colonias lunares. Podríamos vidrio para utilizarlo en materiales de construcción o en herramientas. Es más, los expertos creen que la explicación más probable a su formación se basa en un vidrio volcánico llamado anortosita que se derritió con el impacto de un meteorito, volviéndose a formar en globos esféricos translúcidos. De esta forma, serían como las tectitas terrestres.
"En conjunto, la morfología peculiar, la geometría y el contexto local de los glóbulos de vidrio son consistentes con los vidrios de impacto anortosíticos", escriben los investigadores en su artículo.
"Los glóbulos se formaron o expusieron recientemente, como lo demuestran sus formas intactas y la exposición de la superficie", dicen los expertos. Sin embargo, aún no se ha determinado la composición exacta del vidrio.
El rover detectó las esferas a lo largo de la superficie en los 700 metros recorridos por el vehículo mientras se alejaba del módulo de aterrizaje Chang'e-4. Esta caminata le llevó 12 días lunares, cada uno de 14 días terrestres de duración, seguidos de noches igualmente largas. Y es que, debido a que Yutu-2 funciona con energía solar, tiene que estar 'durmiendo' constantemente cuando no hay luz solar. Desafortunadamente, Yutu-2 no tuvo la oportunidad de analizar estos objetos, pero está claro que serán foco de investigación en futuras exploraciones.
Un rover a la caza y captura de 'misterios lunares'
Esta no es la primera vez que Yutu-2 se topa con características extrañas en la Luna: el año pasado, mandó fotos a la Tierra de una 'cabaña misteriosa' en el horizonte. Sin embargo, una inspección más cercana al “misterioso objeto”, reveló que se trataba únicamente de una roca a la que muchos encontraron similitud con un conejo.
Chang'e 4 fue la cuarta misión de China a la Luna y la segunda en enviar un rover. Y no será la última: Chang'e 6, 7 y 8 ya están aprobadas y se lanzarán a partir de 2024.