5 paleontólogas olvidadas por la historia
A pesar de vivir en un mundo cada día más académico y civilizado, durante décadas, las mujeres no pudieron tener acceso a enseñanza superior
Durante los siglos XVIII y XIX las ciencias naturales vivieron una primera era dorada. Muchos naturalistas se lanzaron a estudiar y describir la naturaleza y las primeras sociedades científicas fueron creadas. No obstante, la gloria de los descubrimientos no era igual para todas las personas involucradas.
A pesar de vivir en un mundo cada día más académico y civilizado, durante décadas, las mujeres no pudieron tener acceso a enseñanza superior, y mucho menos participar activamente en la comunidad científica. Y la joven ciencia de la Paleontología no era una excepción. Ellas quedaron como la mano de obra que realiza el descubrimiento, o como la ayudante en largas horas de investigación y redacción de informes. La sociedad, extremadamente machista, no les dejaba brillar, ni publicar artículos, ni recibir el crédito que se merecían.
Hoy, como parte de la celebración del 11 de febrero, Día de la Mujer y la Niña en Ciencia, os proponemos conocer a unas paleontólogas extraordinarias, que quedaron invisibilizadas o eclipsadas injustamente:
Mary Anning (1799-1847)
Considerada la primera paleontóloga, fue coleccionista y comerciante de fósiles para mantener a su familia. Realizó grandes descubrimientos de fósiles, tanto de invertebrados como de vertebrados, principalmente del periodo Jurásico (hace alrededor de 200 a 145 millones de años). Fue responsable del descubrimiento de reptiles marinos como ictiosaurios o plesiosaurios, e incluso reptiles voladores (pterosaurios), pero la descripción y publicación recayó en manos de los hombres que compraban estos especímenes. Con sus hallazgos, contribuyó notablemente a cambiar las ideas que se tenían en el siglo XIX acerca de la vida en el Mesozoico. De hecho, sus hallazgos y su labor eran muy apreciados por los naturalistas del momento, aunque nunca se le permitió participar activamente en la Sociedad Geológica, tanto por ser mujer, como por sus orígenes humildes. En los últimos años, se está haciendo un gran esfuerzo en visibilizar a esta extraordinaria mujer que dedicó su vida entera a los fósiles, tanto como mujer de ciencia como icono LGBT+. Recientemente se le dedicó una estatua en Lime Regis, e incluso se han escrito novelas sobre su vida (Las huellas de la vida, de Tracy Chevalier) y estrenado una película (Ammonite).
Etheldred Benett (1776-1845)
Probablemente fue la primera mujer considerada actualmente como geóloga. Entre sus estudios geológicos, estudiaba y recogía los fósiles que encontraba en el condado de Wiltshire, en Inglaterra. De hecho, reunió la colección de invertebrados marinos cretácicos más importante del momento. Tanto, que importantes geólogos acudieron buscando su ayuda y acceso a su colección en un momento clave para el desarrollo temprano de la geología como ciencia. Sorprendentemente para su época, logró sacar una publicación (A catalogue of the organic remains of the county of Wiltshire), e incluso llegó a recibir dos reconocimientos, por parte del Imperial Natural History Society of Moscow y la University of St Petersburg. Estos reconocimientos, más que merecidos, fueron posibles porque su nombre era muy semejante a Ethelred, un nombre de varón, de manera que muchas veces se le tomaba por hombre.
Elizabeth Philpot (1780-1857)
Fue una gran coleccionista de fósiles e ilustradora. Elizabeth y sus hermanas pasaron mucho de su tiempo recolectando y catalogando una gran colección de fósiles, tanto de invertebrados, como de peces. De hecho, como pasó con otras paleontólogas, su colección fue frecuentemente utilizada para investigación. Llegó a desarrollar un gran conocimiento sobre peces fósiles, cosa que reconocían los geólogos y paleontólogos de la época. Colaboraba con Mary Anning, con quien le unía una buena amistad, y en ocasiones colaboraban en sus jornadas de trabajo de campo.
Mary Horner Lyell (1808-1873)
Fue una de las primeras geólogas y naturalistas, y llegó a especializarse en fósiles de moluscos y moluscos actuales. Su marido era el geólogo Charles Lyell, y como ocurrió en muchas ocasiones, el matrimonio trabajo conjuntamente como pareja científica, a pesar de que fuera él quien pasó a la historia como padre de la Geología. La tarea de Mary no era poca cosa: participaba en la recolección de especímenes junto a Charles; posteriormente catalogaba las rocas, minerales y fósiles; realizaba las ilustraciones e incluso traducía los textos por su dominio de los idiomas francés, español y alemán.
Mary Ann Mantell (1795-1869)
En 1816, se casó con el médico y naturalista Gideon Mantell, con quien compartía su pasión por la naturaleza. Juntos, recolectaron fósiles allá donde fueron. Se le atribuye tradicionalmente el hallazgo de los primeros dientes del que su marido describiría como Iguanodon, el segundo dinosaurio conocido por la ciencia. Según se cuenta, en 1822, mientras acompañaba a Gideon a Surrey para que visitase a un paciente, Mary Ann descubrió unos grandes dientes fósiles junto a una carretera en obras. Estos dientes fueron los primeros fósiles del gigantesco reptil Iguanodon, descrito por su marido en 1825, y que fue el segundo dinosaurio conocido por la ciencia. Mary Ann, a parte de desarrollar grandes habilidades en la búsqueda e identificación de fósiles, era muy buena ilustrándolos. De hecho, ilustró todos los fósiles publicados por Gideon, incluyendo su principal obra, Illustrations of the Geology of Sussex, publicada en 1827. Se tiene constancia de que el matrimonio se convirtió en un buen equipo de investigación, pero con el tiempo, su relación se deterioró y acabaron divorciándose.
¿Os imagináis cuán diferente habría sido la historia de las ciencias si estas y otras brillantes mujeres no hubieran tenidos restricciones para trabajar?
Referencias:
Burek, C. V.; Higgs, B. (eds). 2007. The Role of Women in the History of Geology. Geological Society, London, Special Publications, 281, 1–8.
Turner, S. et al. 2010. Forgotten women in an extinct saurian (man's) world. Geological Society, London, Special Publications. 343 (1): 111–153.
Oliver, A.; Gascó, F. 2018. La Paleontología en 100 preguntas. Nowtilus, 352 pp.