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Un eslabón perdido: nueva especie de artrópodo prehistórico

Esta criatura de hace 520 millones de años, desvela el origen de las branquias en los artrópodos.

Los artrópodos, el grupo de animales que incluye ejemplares como arañas y cochinillas, son el filo más grande del reino animal y se encuentran en todas partes, desde la fosa oceánica más profunda del mundo hasta la cima del Monte Everest.

Ahora, el científico de la Universidad de Manchester, David Legg, en colaboración con un equipo de expertos internacionales de China, Suiza y Suecia, ha anunciado un nuevo fósil que revela el origen de las branquias en los artrópodos. Se trata de una nueva especie de artrópodo marino que ha sido bautizada como Erratus sperare y tenía apéndices de tronco únicos que representan una etapa intermedia de la evolución de las extremidades birámicas.

Los artrópodos modernos que habitan en el agua tienen extremidades birámicas, esto es, patas que cuentan con dos partes, una para respirar y otra para caminar, pero cómo evolucionaron tales extremidades especializadas era un misterio. Hasta ahora los investigadores no sabían de qué forma los artrópodos habían dado el salto de estas aletas especializadas a las extremidades birrámicas de los artrópodos modernos.


Aparece un eslabón perdido entre los artrópodos

El estudio, que ha sido publicado en la revista Philosophical Transactions of the Royal Society B Biological Sciences muestra que la última incorporación al grupo es un organismo de 520 millones de años (unas 10 veces la edad de los dinosaurios).

La criatura, Erratus speare, fue descubierta en el yacimiento fósil de Chengjiang, un sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO ubicado en Yunnan, China; lugar que conserva un antiguo ecosistema submarino con algunos de los fósiles de artrópodos más conocidos como trilobites (los fósiles más característicos del periodo Paleozoico y de los que se han descrito cerca de 20.000 especies) y anomalocáridos (que existieron a comienzos-mediados del periodo Cámbrico, hasta hace aproximadamente 510 millones de años).

Erratus sperare cuenta con patas y un saliente que protege las branquias, algo que demuestra que los peces no son los únicos organismos que poseen branquias. La diferencia, es que los artrópodos tienen las branquias en sus patas. Hasta ahora se desconocía de dónde venían las branquias de los artrópodos. Un misterio que este eslabón perdido ha ayudado a sacar a la luz.

“Gracias a este nuevo fósil, Erratus sperare, ahora tenemos una idea mucho más clara. Estas branquias también probablemente evolucionaron hasta convertirse en las alas de los insectos y los pulmones de los artrópodos terrestres como las arañas, por lo que fueron una innovación muy importante”, comenta David Legg, líder del trabajo.

Referencia: Dongjing Fu, David A. Legg, Allison C. Daley, Graham E. Budd, Yu Wu and Xingliang Zhang. 2022. The evolution of biramous appendages revealed by a carapace-bearing Cambrian arthropod. 7 February 2022, Philosophical Transactions of the Royal Society B Biological Sciences.
DOI: 10.1098/rstb.2021.0034

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