Los tiburones caníbales del Carbonífero
Los fósiles de un tiburón de agua dulce que vivió hace 300 millones de años revelan que en ocasiones se alimentaba de sus crías.
Los Orthacanthus eran caníbales. De hecho, cuando el hambre apretaba, estos tiburones, que habitaban las zonas fluviales y pantanosas próximas al océano que rodeaba el supercontinente Pangea, devoraban a las crías. La prueba se encuentra en los coprolitos de un ejemplar adulto. Aquellos excrementos fósiles, descubiertos en la cuenca carbonífera de Minto, en Canadá, contienen los dientes de otros más jóvenes. Las heces, que los expertos identifican con facilidad debido a la peculiar forma del recto de estos animales, están, por así decirlo, repletas de ellos.
En un estudio publicado en la revista Palaeontology, el ecólogo Aodhán Ó Gogáin, del Departamento de Geología del Trinity College de Dublín, que realizó el descubrimiento, señala que los Orthacanthus se alimentaban habitualmente de otros peces y anfibios. Según indica, es la primera vez que se encuentra en estos tiburones una prueba de este comportamiento, conocido como canibalismo filial.
El paleontólogo Howard Falcon-Lang, de la Universidad de Londres, coautor del ensayo, señala que aunque no es posible conocer las causas, se sabe que en el Carbonífero ciertas especies de peces marinos migraron hacia las zonas pantanosas costeras. Para Falcon-Lang, es posible que este animal eligiera un cauce que discurriera más hacia el interior precisamente para criar y proteger a sus crías y que se viera obligado a comérselas cuando desaparecieron otras fuentes de alimento.
Los Orthacanthus, que poseían una aleta dorsal muy alargada, lo que les confería una apariencia parecida a la de las anguilas, eran los superdepredadores en ese entorno, en lo que hoy es Europa y Norteamérica. Contaban con dos filas de dientes distintos, unos aserrados y otros más planos, y rondaban los tres metros de largo. Según Ó Gogáin, “en cierto modo, debieron asemejarse a los tiburones toro, que pueden remontar cursos de agua dulce desde el mar para regresar más tarde al mismo. Se trataría de una inusual adaptación evolutiva que habría jugado un papel clave en la colonización de otros entornos acuáticos”. No obstante, se cree que los Orthacanthus se extinguieron hace 225 millones de años.
Imagen: Ghedoghedo vía Wikimedia / CC