¿Qué es el método Marsh?
El químico James Marsh fue requerido para ayudar en la resolución de un posible asesinato con arsénico. Descubre más sobre quién era James Marsh y en qué consiste su método.
El arsénico es un elemento de la tabla periódica que se pudo aislar por primera vez en el siglo VIII. Utilizado en la industria, la ganadería y la medicina, el metal arsénico se asocia de manera instantánea con la toxicología, siendo uno de los grandes impulsores del desarrollo de esta rama de la química y la medicina.
Aunque en la actualidad lo más efectivo para detectar la presencia de arsénico en muestras de tejidos es el uso de la Espectroscopia de Absorción Atómica (EAA), durante décadas el método de Marsh para la detección cualitativa de arsénico ayudó a salvar muchas vidas y por ello se le sigue conociendo como el método analítico más famoso para la detección de arsénico.
¿En qué consiste el método Marsh?
En 1832, el químico James Marsh fue requerido para ayudar en la resolución de un posible asesinato con arsénico. Entonces ideó un primer método, que consistía en mezclar la muestra a analizar con sulfuro de hidrógeno y ácido clorhídrico, con lo que, si existía arsénico en la muestra, se formaría trisulfuro de arsénico, que tiene un color amarillo. Lamentablemente, cuando llegó el día del juicio, el trisulfuro de arsénico se había deteriorado y el envenenador quedó en libertad.
Herido en su orgullo y enfadado por las consecuencias de su despiste, Marsh desarrolló una nueva prueba para la detección de arsénico, que fue la que se hizo famosa y se conoce como el método de Marsh.
El método de Marsh combina una muestra sospechosa de contener arsénico con ácido sulfúrico y con arsénico de zinc, dando lugar al gas arsina, que no es otra cosa que trihidruro de arsénico. Cuando se somete el gas arsina a elevadas temperaturas (por ejemplo, se calienta con una llama), el gas se descompone y libera arsénico elemental, que deja un residuo de un color intermedio entre el color plata y el negro.
La sensibilidad de este método de análisis químico cualitativo permite detectar arsénico en muestras en las que su concentración sea superior a una quincuagésima parte de miligramo (mg).
Este nivel de capacidad para detectar bajas concentraciones de arsénico elemental o combinado en muestras de casi cualquier tipo (alimentos, agua, sangre, cabello, etcétera) convirtió al método de Marsh en el procedimiento habitual para determinar la presencia o no de arsénico, no solo en casos de envenenamiento o en temas judiciales. También se aplicó dicho método en la detección de contaminaciones accidentales o para garantizar la seguridad del agua destinada al consumo en relación con este metal.
La primera publicación que hace referencia al método de Marsh es de 1836.
James Marsh ideó un método químico de alta sensibilidad para la detección cualitativa de arsénico y fue aplicado hasta bien entrado el siglo XX. No estuvo exento de polémica cuando se aplicaba en temas judiciales porque, debido a su elevada capacidad de detectar la presencia de arsénico, se produjeron algunos falsos positivos, en los que el arsénico era debido a contaminación cruzada o a una mala toma de la muestra a analizar. O, al menos, eso argumentan los detractores de este método.