Ser sociables aumenta la diversidad de microbios en los chimpancés
Pasar tiempo en estrecho contacto con otros implica riesgo de adquirir gérmenes, pero ayuda a pillar microbios "buenos".
La cantidad de especies de bacterias en el tracto gastrointestinal de los chimpancés aumenta cuanto más gregarios y sociables son, a la luz de una investigación de varias universidades estadounidenses publicada en Science Advances. Los autores del estudio controlaron los cambios en los microbios intestinales y el comportamiento social de estos animales en libertad durante más de 8 años en el Parque Nacional de Gombe, en Tanzania. Entre otras cosas, detectaron que los pliegues de los intestinos son el hogar de cientos de especies de bacterias y otros microbios que ayudan a descomponer los alimentos, sintetizar vitaminas, entrenar al sistema inmunológico y combatir las infecciones. De hecho, el descenso de la diversidad microbiana intestinal en los seres humanos se ha relacionado con la obesidad, la diabetes, la enfermedad de Crohn y otros trastornos.
Andrew Moeller, investigador de la Universidad de California en Berkeley y coautor del estudio, cree que "cuanto más diverso es el microbioma de las personas, más resistentes son a las infecciones". Lo mismo ocurre con los chimpancés, cuyo ADN bacteriano en los excrementos recogidos de 40 ejemplares entre 2000 y 2008 de varias edades –desde jóvenes hasta adultos– fue estudiado a fondo por los investigadores. Pues bien, se identificaron miles de especies de bacterias que prosperan en las entrañas de los primates, muchas de las cuales también se encuentran a menudo en los seres humanos, como los Olsenella y Prevotella. Después cotejaron los datos microbianos con registros diarios de lo que los animales comían y el tiempo que pasaban con otros chimpancés y en soledad. Los investigadores comprobaron que estos monos tienden a pasar más tiempo juntos durante la temporada de lluvias, cuando la comida es más abundante. En cambio, en la estación seca pasan más tiempo a solas.
Los investigadores vieron que los chimpancés acarreaban entre un 20 y un 25 % más especies de bacterias durante la temporada social de lluvias abundantes que durante la estación seca, y detectaron que las diferencias en el microbioma no se debían solo a los cambios estacionales en las frutas, hojas e insectos que componen su dieta, sino que los estilos de vida solitarios o de relaciones también influían. Las bacterias intestinales probablemente pasan de chimpancé a chimpancé durante el aseo, el apareamiento u otras formas de contacto físico o cuando sin querer pisan donde otros chimpancés han defecado, según Anne Pusey, presidenta del Departamento de Antropología Evolutiva de la universidad de Duke.
La mezcla de bacterias en los intestinos de los animales era tan parecida entre individuos no relacionados como entre madres e hijos, lo cual resulta sorprendente porque las crías recogen sus primeros microbiomas de su madre cuando pasan a través del canal de parto, lo que sugiere que durante toda la vida, las interacciones sociales con otros chimpancés intervienen tanto en la diversidad microbiana intestinal como el contagio inicial a través de la madre. Los científicos aún no saben si el contacto social ayuda a mantener la diversidad microbioma intestinal en los seres humanos pero están en ello. "Una de las razones por las que empezamos a estudiar el microbioma de los chimpancés fue que nos permite hacer investigaciones que aún no podemos hacer con personas", destaca el coautor del estudio, Howard Ochman, de la Universidad de Texas en Austin.
La mezcla de bacterias en los intestinos de los animales era tan parecida entre individuos no relacionados como entre madres e hijos, lo cual resulta sorprendente porque las crías recogen sus primeros microbiomas de su madre cuando pasan a través del canal de parto, lo que sugiere que durante toda la vida, las interacciones sociales con otros chimpancés intervienen tanto en la diversidad microbiana intestinal como el contagio inicial a través de la madre. Los científicos aún no saben si el contacto social ayuda a mantener la diversidad microbioma intestinal en los seres humanos pero están en ello. "Una de las razones por las que empezamos a estudiar el microbioma de los chimpancés fue que nos permite hacer investigaciones que aún no podemos hacer con personas", destaca el coautor del estudio, Howard Ochman, de la Universidad de Texas en Austin.
Crédito imagen: DLILLC/Corbis