Entrevistamos a José Ramón Calvo, Director General de Alquiber, una empresa que inició el concepto del renting antes que existiera el término. Ahora se lanzan a conquistar al cliente privado, sin perder su flota de vehículos comerciales.
La movilidad ha cambiado, como lo han hecho las necesidades de la sociedad española en los últimos diez años. La compra de un vehículo ha dejado de ser una prioridad, porque se entiende que los coches son herramientas a nuestra disposición. Antes, los jóvenes ahorraban sus primeros sueldos para dar la entrada del compacto con el que soñaban durante años. Ahora, basta con poseer un smartphone y el carné de conducir para poder acceder a las últimas aplicaciones de carsharing, que ofrecen una flota de lo más variopinta en función de tus necesidades. Sin embargo, no todo son empresas nuevas, start-ups o plataformas 100% digitales en el mundo del coche compartido. También existen compañías que han sabido adelantarse a su tiempo, mostrándole al cliente la posibilidad antes de que se convierta en un concepto en sí mismo. Eso mismo hizo Alquiber hace más de tres décadas, cuando nadie había escuchado hablar del renting o el leasing. Hoy, hablamos con Jose Ramón Calvo, Director General de Alquiber, una empresa española que se ha ganado un espacio en nuestras carreteras gracias a los servicios profesionales, pero que ahora se lanza a la conquista del cliente privado.
José Ramón cuenta con 32 años de experiencia en el sector del renting de vehículos, una demostración más de que no se trata de un concepto repentino. Empezó su carrera profesional en Fualsa en el año 1987 como mecánico, conociendo las entrañas de cada departamento. Luego se convirtió en el responsable de delegaciones y, tras la venta de la empresa a la multinacional Northgate Plc, formó parte de la integración de la plantilla en dicho acuerdo. Desde finales de 2015 ejerce de Director General en Alquiber, una trayectoria que ha sido clave para entender su esencia de empresa familiar, con lo que ello supone en momentos de crisis como el actual. La afectación por la pandemia les podría haber hecho mucho daño, con la entrega de vehículos por miles, pero afrontaron el momento y salieron todavía más reforzados.
A día de hoy, tras apostar por no dejar de lado a sus trabajadores y vehículos, Alquiber tiene más de 10.000 vehículos disponibles. Tal como cuenta José Ramón “Ha sido un camino complicado pero esperamos seguir creciendo y estar sobre los 20 000 coches en los próximos 5 años”, un optimisimonada utópico si estudiamos su camino.
¿Cuándo nace Alquiber y con qué fin?
Alquiber es una empresa que nace en 1999 proviene de Burgos. Miguel Ángel, que fue el primer propietario de Fualsa, las une en el año 2009. Por ese entonces, era una empresa pequeñita que manejaba 1.500 vehículos en la ciudad, Miguel Ángel la adquiere y la traslada a Madrid.
¿Qué queda del Alquiber original?
Cuando nace Alquiber no se llamaba renting había plataformas online, sencillamente porque no existía dicho término. Lo que se hacía era dar coches a los clientes, que pagaban pago por uso, durante el tiempo que quisieran. Estábamos haciendo el concepto de renting en 1980, en Fualsa. Por aquellas, el pago por uso de la flota lo demandaban las compañías porque no tenían ese coste fijo y solo se encargaban de su uso, sin riesgos añadidos.
¿Qué queda de todo eso?
Estamos haciendo aquello que el mundo pide: el pago por uso. Le damos movilidad a las compañías y a su gente, es verdad que las tecnologías han cambiado y nosotros nos hemos adaptado. Es más, los coches en los años 80 no tenían toda la tecnología y seguridad de ahora así que toca cambiar con ellos, sino nos quedamos fuera del mercado. Por ejemplo, al componer la flota estamos pensando en venderla cuando termine su función, que no es ahora mismo sino dentro de 4 años. Los gastos los manejas pero no sabes cómo se van a mover esos coches dentro de 4 años, con las tecnologías de propulsión es complicado ver a través de la bolita de cristal.
Es decir, ¿Alquiber nace conjuntamente con el cliente?
Efectivamente, si te hablo de los primeros alquileres que realizamos al principio lo verás. Era cuando se estaba construyendo el desvío del Manzanares o el túnel de Guadarrama. Todas las compañías implicadas en esas obras no podían entrar en las grandes ciudades, por lo que crearon grandes parques de maquinaria en la entrada de las urbes. Necesitaban esos vehículos para mover a sus trabajadores desde los parques a las obras y ahí empezamos nosotros.
Hablando del ahora, ¿En qué os ha afectado más esta pandemia?
No estábamos preparados, tuvimos unas bajas de más de 2 000 vehículos en menos de 15 días. No tienes ni dónde colocar esa flota y tienes que gestionarlo con los clientes. La primera decisión fue que la compañía, o más bien los coches, siguieran funcionando, al margen de que cayera la facturación.
¿Ustedes mantuvieron a la plantilla cierto?
Es así, y fue clave. Miguel Ángel reconoció que había tenido momentos de bonanza y que, como tal, quería ahora arrimar el hombro y mantener a sus trabajadores protegidos. Lo que hicimos fue seguir, nos organizamos y en el momento en el que acabó el confinamiento total teníamos todos los coches listos para ponerlos en marcha. En un mes recuperamos la situación previa a la pandemia. Lo valoramos de una forma distinta. Despedir es muy complicado. Manejar tantas personas es muy difícil pero nosotros tenemos claro que la compañía está montada para que lo más esencial se haga con el personal interno y el resto, lo menos vital, lo hacemos de forma externa. El gasto de personal, que es el cuarto más elevado de esta empresa, se mantuvo pero fue un alivio el no plantear un ERTE, en el que nos ahorrábamos 80 mil euros. Se tomó la decisión de seguir adelante, los consejeros nos quitamos el salario de consejero y nos buscamos la vida para salir todos juntos.No nos quedamos quietos. Aparecieron algunas compañías nuevas y aprovechamos para captar nuevos clientes y ayudar a combatir la situación, llegando a entregar más de 200 coches a diferentes empresas para proyectos como SUMAo la Cruz Roja. Ellos seguían al pie del cañón y demandaban movimiento. Es más, necesitaban más unidades porque tenían que ir menos personas por coche.
¿Te han sorprendido las consecuencias de la pandemia? ¿Qué os hace diferentes?
Yo vengo de multinacionales y cuando hablabas de los comité de riesgo esto ni se planteaba. Nosotros hemos planteado algunas situaciones de devoluciones masivas, algo que nos ayuda a trabajar en minimizar el riesgo ante clientes de mucho volumen. Podíamos tener cambios así en un departamento de flotas de modo que teníamos una estrategia para algo así, no tan agresivo pero sí parecido. La experiencia nos ha ayudado porque no nos hemos puesto nerviosos y nos hemos mantenido al pie del cañón pero nadie se lo esperaba. Yo diría que los vehículos son nuestros, no dependemos de nadie más, y lo mantenemos y cuidamos nosotros. Sabemos el tipo de vida que ha tenido. Si creemos que no está en condiciones de salir por el canal de venta al privado, le buscaremos otra vía. El compromiso sirve para certificar lo que vendemos.
¿Los números siguen siendo positivos tras este parón?¿Dónde os véis en 10 años?
Los tres meses de crisis fueron catastróficos pero, tras ese parón, vamos a cerrar el año con un crecimiento por encima de los 2 dígitos (20% aproximado). Es decir, cómo gestión hemos dado un resultado positivo, quedándonos solo a un 5% por debajo de lo esperado al inicio de año. Tenemos claro que crecer, crecer y crecer es nuestro objetivo. Con este aumento podemos abrir 3 federaciones nuevas y para 2021 tienen que abrirse otras 3 sedes. Es más, de cara a 2021 es posible que podamos ampliar la parte de compra de flota, porque estamos con nuevos proyectos que hemos tenido tiempo para pensar durante el confinamiento. Es posible que hagamos nuevas líneas de negocio, no puedes estar parado.Estamos haciendo planes para Francia y Alemania, que serán los países en los que daremos el salto internacional. Tuvimos una experiencia algo mala en Portugal porque la población está muy concentrada y hay una alta siniestralidad. En los países que nos planteamos ahora las cosas son diferentes, hay mucho por hacer.
¿El alcanzar al cliente particular es una idea nueva o lleva tiempo trabajándose?
Lo habíamos hablado muchísimas veces pero también temíamos pasarnos. Zapatero a tus zapatos, como se dice. Nosotros ganamos dinero del alquiler profesional pero nos hemos animado a adaptarnos a la venta de particulares. Como es un tema que nos gusta, y está en crecimiento, nos motiva. Además, ahora una venta es principalmente online, por lo que hemos tenido que modificar nuestro conocimiento y adaptarnos. El éxito nos ha ayudado a seguir pensando en más cosas.
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