La tercera generación del Fiat 500 se venderá únicamente con propulsión eléctrica. . Ponemos a prueba su motor de 87 kW, que nos otorga una autonomía de 320 kilómetros y sale desde 28 400 euros.
La electrificación del parque automovilístico suena futurista pero está a la orden del día. Cuando hablamos de poseer coches eléctricos ponemos pegas como el precio, la autonomía o el tiempo de carga. Sentimos que no va con nosotros. Es algo demasiado nuevo y complicado, así que mejor esperar a que sea realmente funcional. No es de extrañar. Lo cierto es que parece que se ha empezado la casa por el tejado, lanzando vehículos con autonomías cada vez más sorprendentes. Un hito para las marcas que poco tiene que ver con nuestra red de carga actual, algo escasa si tratamos de colocar puntos en la geografía española. Sin embargo, la movilidad eléctrica urbana es ya una realidad y no podemos escapar de ella, ni debemos. Este 2020 se marcó en el calendario de la Unión Europea como el año definitivo de la transición. Ha sido entonces cuando marcas como Volkswagen han dado el paso definitivo, presentando sus primeros modelos desarrollados como eléctricos desde el principio. Fiat tampoco piensa faltar en esta nueva aventura pero lo hará a su manera, rindiendo homenaje al icónico Fiat 500. El mítico urbanita da un giro de 180 grados a su porvenir y se pasa a la movilidad cero emisiones de manera definitiva, tan solo se comercializarán unidades eléctricas de esta tercera generación. Seguirá teniendo su carrocería cerrada y descapotable con techo de lona, pero también estará disponible el Fiat 3+1, del que os hablamos en este artículo.
Todavía tendremos que esperar para conducir y probar el curioso 3+1, que llegará más adelante, pero hemos podido sentarnos frente al volante de una unidad cabrio. No os negaré que soy un fiel admirador de este tipo de carrocerías, poco vistas en nuestro país. Siempre he soñado con conducir con la melena al viento, mientras la tenga, por las calles de una ciudad abarrotada de gente. Esa escena se ha cumplido al fin y el resultado ha sido parecido al que mi imaginación me ofrecía, con todas las cabezas girando a mi paso. Lo sé, no es por mí, ni mucho menos, es por la belleza del nuevo Fiat 500.
La firma italiana ha sabido cómo mantener la estética retro de un modelo presente en el mercado desde 1957. A lo largo de su historia, el 500 ha acumulado más de seis millones de ventas desde su aparición. Esta tercera generación supone un cambio radical a su concepto pero era importante mantener una imagen conocida, amigable y acorde con los gustos del público urbanita. Si quieres saber qué tal va, sigue leyendo.
Un 500 completamente nuevo
El Fiat 500 de tercera generación tan solo se comercializará con propulsión eléctrica. Es un modelo completamente nuevo, que no guarda más que el parecido con la segunda generación. Una hornada que se seguirá fabricando en Polonia y convivirá con el 500e durante un tiempo.
Una evolución
Pese a no compartir estructura, ni piezas, con el 500 anterior, este nuevo cinquecento será reconocible a primera vista. No me preguntéis cómo pero Fiat ha sabido conservar el estilo, la esencia y la personalidad de su pelotilla en un modelo diferente. Cómo eléctrico que es, el nuevo 500 no necesita una parrilla clásica, de modo que se han olvidado de la fina calandra que poseía el modelo anterior.
Una firma única
Más allá del frontal opaco, que ya sorprende, lo más significativo del nuevo 500 son los grupos ópticos. Su forma circular, cortada por el propio capó, recuerda a los primeros modelos de 1957 pero son inconfundiblemente nuevos y tecnológicos. Una combinación perfecta entre la era analógica y la digital.
Más guiños
Otro detalle que juega entre el presente y el pasado es la línea cromada del lateral. Este perfil es histórico en la marca y ahora esconde las manetas de la puerta, que se encuentran a la misma altura y con el mismo acabado. Un toque maestro que se repite en las llantas cromadas y carenadas, ideales para cumplir estéticamente pero también aerodinámicamente.
Tonos para todos
El Fiat 500 ha sido y será uno de los modelos preferidos por las féminas. Sus líneas redonditas y agradables encajan a la perfección con su idea de diseño y estilo urbanita. Eso no quita que los hombres no podamos sentirnos atraídos por sus tonalidades refinadas. No sabría con qué color de carrocería quedarme, pero le daría una oportunidad a cualquiera de los 6 tonos metálicos. También hay un tono negro mate y dos más convencionales.
Realmente diferente
En cuanto me subí al nuevo Fiat 500 noté la diferencia. Es un coche más grande y se nota. Sus cotas finales son de 3,62 metros de largo por 1,68 m de ancho y 1,52 m de alto, con una distancia entre ejes de 2,32 metros. Crece, entonces, seis centímetros de longitud y dos centímetros de batalla, además de los seis centímetros de más en cuanto anchura. En definitiva, es más amplio y para alguien como yo, de más de 1,80 de alto, es de agradecer.
Cómodo para altos
Al hilo de lo que comentaba en la foto anterior. Durante la conducción sentí que me encontraba cómodo, algo complicado de darse en coches tan compactos. Eso sí, no sería capaz de viajar en las plazas de atrás y tampoco lo recomiendo para nadie que supere el 1,50 m de altura. Su maletero se queda en 185 litros que, si bien no es una maravilla, cumple con lo esperado en un utilitario de este segmento.
Más tecnológico y digital
La evolución de su diseño exterior se traslada al habitáculo del Fiat 500. En las versiones de acceso tu móvil servirá también de pantalla de infoentretenimiento, algo que se repite en el Seat Mii Electric o el Volkswagen e-UP! Sin embargo, en los niveles de equipamiento superior podrás disfrutar de una pantalla de 10,25 pulgadas de muy buena calidad. Tan solo me quejaría por su colocación, algo baja para mi gusto y estatura.
Nos vamos de viaje
El motor eléctrico de 87 kW (118 CV) y 220 Nm de par es más que suficiente para una circulación urbana. Su radio de giro, de 9,6 metros de diámetro, lo convierte en el aliado perfecto para aparcar y moverse entre el tráfico denso. La patada de este tipo de coches sigue sorprendiéndome a día de hoy y es uno de los motivos por los que elegiría un eléctrico para la ciudad.
Tres modos de conducción
El Fiat 500 eléctrico ofrece tres modos de conducción: Normal, Range y Sherpa. El último de ellos afecta directamente a la potencia del motor, limitándose a 57 kW de potencia y bajando la velocidad máxima a 80 km/h. Durante nuestra prueba no tuvimos que accionarlo y nos conformamos con el modo Range, que aumenta la retención del motor al levantar el pie del acelerador. Su autonomía, de 320 kilómetros, me parece más que acertada para un coche que no pretende ser un come-kilómetros y se encuentra muy a gusto en la urbe.
Tiempo de carga
La batería puede ser de 23,7 kWh o de 42 kWh. La primera de ellas acepta cargas de hasta 50 kW mientras que la más grande alcanza los 85 kW. Con corriente alterna de 11 kW, que es la más habitual, tarda más de 4 horas en cargarse completamente. En una de 85 kW consigue el 0 a 80% en solo 35 minutos, pero tarda más de 15 horas en un enchufe doméstico.
Alguna pega
La prueba del 500e la recordaré por diversos motivos, empezando por la atención que me prestaron los transeúntes. Un punto negativo para el cinquecento cabrio que probé es que, cuando bajas del todo la capota, apenas tienes visibilidad hacia atrás. Su precio de partida, desde los 24 900 euros con descuentos, también es un punto flaco. El Fiat 500e es de los más caros del mercado, junto con el Honda e, el Smart EQ Forfour o el Mini Cooper SE.
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