Los coches más queridos y polémicos del rey Juan Carlos I
El rey emérito es un gran aficionado a los automóviles más exclusivos y singulares del planeta. Estas son algunas de las joyas que han pasado por sus manos.
A Juan Carlos I, rey emérito de España, –monarca desde 1975 hasta su abdicación en 2014– la afición por los coches le venía de cuna. La Familia Real lleva décadas atesorando algunas de las unidades más exclusivas del mundo del motor. El tipo de vehículo es lo de menos: desde helicópteros hasta motocicletas pasando, obviamente, por los coches más caros de la época.
El Audi Quattro Sport es el mejor ejemplo. En España, más que por su nombre, se le conocía, como a tantos otros, por: ‘el coche del rey’. Por ese entonces, su precio y sus prestaciones no tenían rival en su segmento, como tampoco en la mente de los españoles. Eso sí, antes de echarnos las manos a la cabeza, deberemos aclarar a quién pertenece ese objeto. Muchos de los vehículos forman parte de la inmensa lista de propiedades del Patrimonio Nacional, dado que son legado de la Corona. Otros tantos, obviamente, son propiedad privada e incluso regalos realizados de manera individual a nuestro ex rey. Además, no debemos olvidar que su imagen estaba relacionada con el éxito hasta hace no mucho. Sus apariciones en televisión, y sus amistades, le convertían en el mejor suscriptor para marcas como Audi o Lexus, que le prestaban los modelos tope de gama durante una temporada.
Sabemos que se ha codeado con los Ferrari más gamberros, en los circuitos míticos de medio mundo, e incluso se han puesto a subasta algunas unidades, bajo la propiedad del Patrimonio Nacional.
Made in Spain
Por la Casa Real han pasado centenares de coches, no todos ellos para quedarse. Además, como embajador de la marca España, Juan Carlos también se ha dejado ver con algún que otro modelo generalista como el Seat 600. Por ejemplo, siendo príncipe, don Felipe se movía en un Seat Toledo por Palma o para ir a la Facultad.
El deportivo alado español
Era la primavera de 1957 cuando vimos al entonces príncipe al volante de un Pegaso. Es más, ese mismo día pudo conducir el Z-102 junto al piloto Joaquín Palacio. El emérito ponía de manifiesto su lealtad al producto nacional pero no cualquier cosa le valía. Este Ferrari español no estaba al alcance de cualquiera.
Le encantaban los alemanes
Era un amante de los modelos Volkswagen y se paseó por los alrededores de Marivent con un Golf GTI con carrocería transformada. Este compacto ha sido utilizado por todos los miembros de la Familia Real, siendo su aliado perfecto para acercarse a los muelles deportivos de la isla. Tampoco pasó desapercibida la Caravelle Syncro con la que recogieron a los Príncipes de Gales durante una escapada veraniega.
El mítico Porsche 959
Solo se fabricaron 285 unidades de carretera del Porsche 959, que costaba 40 000 000 pesetas. Fue uno de los coches más comentados por su exclusividad y prestaciones, con 450 CV y tracción integral. A día de hoy quedan menos de diez unidades en España y, en su momento, fue un regalo para nuestro Rey con el guió de la matrícula M-6666-JC. El diablo está en los detalles. En un viaje hacia Baqueira, el emérito acabó estampando esa joya en la salida de un túnel. Tuvo que ser reconstruido por Porsche Alemania y devuelto a la colección del Patrimonio Nacional.
¿Qué pasó con el Audi Quattro Sport?
La historia con el Audi Quattro Sport de 1986 también trae cola. Por lo visto, en su primera jornada al volante de este derivado del Grupo B, tuvo un encontronazo con un animal salvaje. Apenas se produjeron 214 unidades así que, pese a no ser de los más caros, si es de los más singulares que ha pasado por la Casa Real.
De la F1 al garaje
El capo de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, le regaló un Mercedes-Benz SLK AMG, pero no uno cualquiera. Se trataba de la misma unidad que sirvió como Pace Car del GP de España de 2006. Es más, se lo entregó con todo el kit del Gran Circo, sirenas incluidas. Lo último que se sabe es que lo devolvió.
Elegancia Real
Tan solo existen 4 Rolls-Royce Phantom IV en España y 17 en todo el mundo. Esta unidad, que forma parte de la Sala Histórica de la Guardia Real, data de 1952 y ahora sirve al rey Felipe VI en sus apariciones más notorias.
Maserati Quattroporte por dos
El emérito también se ha dejado ver con un Maserati Quattroporte. La mejor anécdota de este modelo y la Casa Real es como salió de ella. Lo compró Arturo Fernández, expresidente de la patronal madrileña, por 100 000 euros y necesitó casi la misma cantidad para homologarlo. Dicen las malas lenguas que se trataba de un regalo de Oriente Medio.
También le van las motos
La afición del rey emérito no se reduce tan solo a las cuatro ruedas, ni mucho menos. Entre sus piezas conocidas destaca la Harley Davidson Heritage Softail Classic, que perteneció a Malcolm Forbes. Esta moto corrió la misma suerte que los Ferrari puestos a subasta y que no consiguieron llegar al precio mínimo establecido.
Un probador a la altura
No sabemos si cuando Don Juan Carlos I de España asistió a los premios Laureus World Sports Awards de 2006, sabía que él se llevaría un trofeo. Uno en forma de Maybach ‘Cote d’Azur’ entregado por el propio Dieter Zetsche, presidente de Daimler. Se trató de una cesión de apenas unos meses para que el antiguo monarca diera su opinión sobre esta gran berlina de representación, calzada con 612 CV de potencia.
Bentley también quería al Rey
Por las manos del Rey emérito han pasado muchos coches cedidos por las marcas. Juan Carlos no deja de ser, o era, un gran prescriptor para la ‘jet set’. Los Bentley Continental GT y Flying Spur fueron disfrutados y devueltos a la firma. Es más, en una de sus últimas apariciones, entrando en el Hospital de La Zarzuela, se le vió llegar en los asientos traseros de un Bentayga verde inglés.
Los menos conocidos
Las últimas imágenes de Juan Carlos son en la parte de atrás de un Bentayga pero también se ha dejado ver en un Volkswagen Touareg V10. Su estado físico ya no le permite ser el ágil conductor que era cuando se plantaba frente al volante de modelos como el Renault 5 Turbo, uno de los pocos coches no alemanes de la flota Real.
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