El primer logo de Peugeot apareció inscrito en una sierra de la firma hace 170 años. El orfebre Justin Blazer fue el encargado de escoger el símbolo del león.
En este artículo os hablábamos de los inicios de Peugeot, un fabricante metalúrgico que decidió introducirse en el sector del automóvil en el siglo XIX. Corrían tiempos de expansión y desarrollo de la industria, una oportunidad que la familia francesa no dejó escapar. Muchos conocemos la firma por los vehículos que recorren nuestras calles pero sus inicios estuvieron ligados a la fabricación de herramientas como sierras, cuchillas o molinillos. Durante esta primera fase, Peugeot se mantuvo como una sociedad anónima que fue ganando peso industrial y ampliando su línea de negocio. Pronto resultó esencial unificar dichos departamentos bajo una misma fotografía comercial que identificara los productos Peugeot y certificara su calidad. Un logo es parte esencial de esa imagen de marca y, dado que gran parte de sus productos eran siderúrgicos, se asignó la tarea a un orfebre llamado Justin Blazer.
El primer símbolo del león aparecería en 1847 pero no se aplicó en las primeras herramientas hasta tres años más tarde, instante en el que nació el logo más antiguo de la industria del automóvil. La primera figura del león se grabó sobre una hoja de una sierra pero Émile Peugeot registró ese diseño ocho años más tarde, en el Conservatorio Imperial de Artes y Oficios de Francia. Desde entonces, el paso del tiempo ha imprimido modernidad, digitalización y electrificaciónen un símbolo que sigue presente: el león. Ese animal fue escogido por sus cualidades y características, puestas en común con el proceso de fabricación del producto Peugeot. La firma lo explica del siguiente modo: “la flexibilidad de la columna vertebral del león, que se compara con la de la cuchilla; la velocidad de esta última en el corte se asimila al golpe del animal; y los dientes afilados representan la resistencia de los productos”.
La idea de identificar al fabricante mediante una imagen fue clave. A mediados del siglo XIX gran parte de la población no sabía leer, de modo que un diseño podría servir para certificar la calidad de una herramienta. Esta estrategia se hizo presente en todas las unidades fabricadas y pronto se trasladó a otros productos de la marca como molinillos, bicicletas y motocicletas. No fue hasta 1905 cuando un vehículo Peugeot lució ese logotipo.
El león sobre la flecha
El logotipo del León ya estaba presente en todas las herramientas fabricadas por Peugeot. Su implantación permitió identificar los productos de la empresa y demostrar su calidad, como si de una certificación se tratara. Pronto se utilizó en otros productos del fabricante como molinillos (1881), bicicletas (1882) o motos (1898).
El primer coche con logo Peugeot
El primer automóvil fabricado por Peugeot fue el Type 2 (1889) pero no lució el emblema del león. No fue hasta 1905 cuando este animal pasó a coronar los frontales de los coches producidos por la marca. Su diseño era realista pero alto recargado, nada que ver con lo que vendría.
Imponente
En 1923, los escultores Marx y Baudichon diseñaron la siguiente evolución del emblema Peugeot. Esta vez se trataba de un león tridimensional, un patrón muy recurrente para la época. Esta figura se utilizaba como tapón para el radiador del coche y se podía adquirir en dos posturas distintas: dispuesto a saltar o rugiendo.
Más aristocrático
El emblema de los años 30 mantuvo una estética ilustre, similar a la que podríamos esperar de los escudos imperiales. Este diseño era común en todos los vehículos de la época, servía para diferenciar las clases sociales y mostrar al mundo el desarrollo industrial como estandarte.
Años 40 en pie
Durante un breve espacio de tiempo, el león de Peugeot se alzó sobre sus dos patas laterales en una postura similar a la del logo actual. El diseño de estilo heráldico se trasladó al volante en el Peugeot 203, el bisabuelo del actual 208.
Libertad como bandera
La firma entraba de lleno en los movidos años 60 y las fauces del león volvían a tomar protagonismo. El diseño del animal, con las crines al viento, tiene mucho que ver con la presencia de Pininfarina entre bastidores y la corriente hippie del momento, un movimiento cultural de libertad y creatividad.
El león a solas
En 1968 el león de Peugeot salió del marco en el que le habían encorsetado hasta el momento. La berlina 504 lució al animal en trazos más minimalistas y humildes, casi como si fuera una pieza de un puzzle, pero con alguna línea de diseño interior.
El definitivo
La evolución hacia la sencillez llegó a su culmen en 1975. Este diseño, perfilado y vacío por dentro, fue conocido como el “león de alambre”. Desde entonces, su figura delineada está presente en todos los modelos Peugeot, con ligeros retoques y modificaciones.
Más redondeado
El paso del tiempo ha ido redondeando la figura del león, siempre presente desde su aparición hace 170 años. Las líneas son más limpias y la evolución de los materiales ha permitido jugar con texturas metálicas de todo tipo. Actualmente, la imagen del león pretende aportar solidez y firmeza, dos elementos cruciales para la firma.
Moderno y digital
Peugeot cuenta con una historia de más de 200 años y su fidelidad al león se ha mantenido intacta. El salto tecnológico de la última década también ha afectado a su emblema que, en las versiones 100% eléctricas, cuenta con un diseño dicroico que modifica su color en función del ángulo de visión o la luz.
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