La variante GTI de la octava generación del Golf cuenta con un motor de 245 CV, tracción delantera y puede ser automático o manual. La última reinvención de un modelo que tiene ya 44 años.
Ginebra iba a ser el escenario perfecto para la aparición de la versión Volkswagen Golf GTI 2020, un modelo muy esperado por los petrolheads y que, por ahora, solo veremos a través de las pantallas. Las siglas GTI hablan por sí solas, de pasión, afición y deportividad. Este clásico de nuestras carreteras cuenta con 44 años a sus espaldas, que se dice pronto. Son más de cuatro décadas de la aparición de una versión que dio un golpe de tuerca a un modelo ya de por sí exitoso. Ahora, en su octava generación, este compacto deportivo llega cargado de tecnología y lo hace junto a sus hermanos: el GTE y el GTD. Exacto, el Golf no se escapa de la electrificación y, pese a la aparición del Volkswagen ID.3, este icono del automóvil también montará un sistema híbrido enchufable. La variante diésel no promete ser la más vendida, pero sí la más interesante para largas distancias.
Volkswagen lanzó los tres modelos a la vez, versiones que tienen su propio carácter pero que comparten detalles en común. Todas ellas cuentan con el cuadro de instrumentos digital y la pantalla central de 10 pulgadas, sistema denominado Innovision Cockpit y que incluye los servicios We Connect. Seremos capaces de diferenciarlos por detalles específicos como los parachoques, spoilers, difusores y entradas de aire, además de las llantas exclusivas. Eso sí, tanto el GTI como el GTD y GTE incorporan el haz de luz iluminado en la parrilla, un embellecedor que llega de serie.
Los GTI eran la máxima expresión de deportividad de su gama, hasta la llegada de los modelos R. Ahora, son el paso intermedio para aquellos que quieren un Volkswagen juguetón y moderno pero con la dosis de tradición que merecen dichas siglas. Para conseguir mejores sensaciones al volante, la firma les ha dotado de una suspensión delantera en esquema McPherson y multibrazo en el eje posterior. Este conjunto da como resultado una transmisión más directa de lo que sucede bajo el piso, además de reducir la altura respecto al suelo en 15 milímetros. De manera opcional, puedes añadir los amortiguadores de dureza variable DCC, un extra muy recomendable para notar diferencias entre los modos de conducción: Comfort, Eco, Sport e Individual. También han modificado el ajuste de la dirección para que sea más directa y monta, de serie, un sistema XDS que imita a un diferencial delantero.
El clásico
El Volkswagen Golf va ya por su octava generación. Es un modelo que reflotó a la firma en un momento crítico, como también lo hizo el mítico escarabajo y pretenden hacer con el ID.3. Los cambios estéticos no saltan a la vista pero su evolución tecnológica es importante.
Motor del GTI
Todavía no conocemos las prestaciones del motor 2.0 litros de 245 CV y 370 Nm, tan solo sabemos que irá unido a un cambio automático DSG de siete velocidades o a un manual de seis. La tracción siempre será delantera.
Frontal GTI
El parachoques incorpora la rejilla de nido de abeja, pero también luce el embellecedor rojo en la parte superior de la finísima parrilla. Justo por debajo de este recurso clásico, se encuentra la tira luminosa que une ambos faros. Tanto los grupos ópticos delanteros como traseros son LED y los antiniebla se integran en la propia rejilla, en forma de X (opcional).
Deportividad
Los faldones laterales son más afilados que en las versiones convencionales y un embellecedor negro une la carrocería por los bajos, desde el spoiler frontal hasta el difusor trasero. En él se colocan los dos tubos de escape, uno a cada lado. Las inscripciones GTI, GTE y GTD se sitúan en el centro del símbolo Volkswagen, en lugar de en los laterales del portón trasero.
Llantas y frenos
Las llantas de estos modelos son de 17 pulgadas y tipo Richmond de serie, opcionalmente pueden ser de 18 ó 19 pulgadas. Todas las variantes del Golf llevan las pinzas de freno en rojo, pero en los modelos GTI y GTD puedes ver sus letras inscritas en la aleta delantera.
Cambio superlativo
El exterior del nuevo Volkswagen Golf ha suscitado tanto críticas como alabanzas. Los cambios no son destacables pero sí le dan un toque más minimalista, limpio y sofisticado. Lo mismo sucede con el interior, incluso en la versión deportiva. Eso sí, seguimos encontrando el volante deportivo plata de tres radios, la palanca de cambios redonda, el diseño a cuadros de los asientos deportivos y el símbolo de GTI por todas partes.
Digitalización
La instrumentación digital de 10,25 pulgadas y el sistema de infoentretenimeinto central de 10 pulgadas dan la bienvenida a un interior interconectado. La luz ambiental de serie (tablero, puertas, zona del móvil y reposapiés) puede configurarse en 30 colores distintos.
Equipamiento de coche premium
El nuevo Golf llega muy equipado de serie, una lista que se amplía en estas versiones. A los cambios estéticos se le suma el tren de rodaje más bajo para el GTI y GTD (15 milímetros), el arranque y cierre sin llave, luz ambiental y el Innovision Cockpit.
Sistema híbrido enchufable
El Golf GTE es la variante híbrida enchufable de este compacto y cuenta con un bloque gasolina 1.4 TI de 150 CV junto a un motor eléctrico de 85 kW. Están unidos a un cambio automático DSG de 6 velocidades y su potencia conjunta alcanza los 245 CV, con un par máximo de 400 Nm.
Modo 100% eléctrico
Volkswagen ha mejorado la autonomía eléctrica del GTE, que alcanza ahora los 60 kilómetros en modo 100% cero emisiones. Lo han conseguido retocando su aerodinámica y montando una batería de 13 kWh, que permite alcanzar los 130 km/h en modo eléctrico. Además, podrá mostrar la pegatina cero de la DGT.
Bloque diésel
El diésel es el gran perseguido estos días. Si encima eres un modelo Volkswagen, la cosa se complica. A pesar de tenerlo todo en contra, la firma lanza la variante GTD con un motor turbodiésel de 4 cilindros y 2.0 litros que rinde 200 CV de potencia. Ofrece unos interesantes 400 Nm de par máximo pero todavía no sabemos prestaciones.
Filtros anticontaminación
Para superar la actual normativa europea, Volkswagen ha acoplado dos catalizadores SCR al propulsor GTD. Gracias a estos filtros, colocados uno tras otro, y la doble inyección de AdBlue, las emisiones de óxidos se reducen sustancialmente.
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