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Descartan que el agua de la Tierra proceda de meteoritos fundidos

A vueltas con la pregunta de dónde vino el agua de la Tierra. Un nuevo estudio nos acerca a resolver este enigma.

Descartan que el agua de la Tierra proceda de meteoritos fundidos

¿Qué trajo el agua de la Tierra? Los científicos están un paso más cerca de descubrir de dónde provienen las grandes cantidades de agua de nuestro planeta después de descalificar una clase de meteoritos que vagan por el espacio desde el nacimiento del sistema solar hace unos 4.500 millones de años.

Nuestros océanos y ríos no fueron transportados a nuestro planeta dentro de meteoritos fundidos. Un equipo de investigadores de la Universidad de Maryland (Estados Unidos) analizó rocas una vez fundidas que habían estado flotando en el espacio desde que se formó el sistema solar. Y han descartado que se trate de este tipo de meteoritos los que trajeron el agua de la Tierra. Ahora te contamos por qué.

¿Por qué no estos meteoritos?

Los investigadores descubrieron que estos meteoritos tenían un contenido de agua extremadamente bajo; en esencia, eran meteoritos muy secos; ni una ligera sutileza de humedad; de los materiales extraterrestres más estériles a nivel de agua jamás medidos. El estudio podría tener implicaciones significativas para la búsqueda de agua líquida y posiblemente incluso de vida en planetas distantes. Y también podría ayudar a comprender las circunstancias extraordinarias que permitieron que la Tierra se convirtiera en un planeta tan rico en vida.

“Queríamos entender cómo nuestro planeta logró obtener agua porque no es del todo obvio”, explicó Megan Newcombe, investigadora de la Universidad de Maryland, y coautora del trabajo que publica la revista Nature. “Obtener agua y tener océanos superficiales en un planeta pequeño y relativamente cerca del sol es un desafío”.

Tierra

TierraiStock

Para llegar a esta conclusión, los expertos analizaron siete meteoritos fundidos, o acondritas, que chocaron contra la Tierra miles de millones de años después de separarse de al menos cinco planetesimales, objetos que chocaron para formar los planetas de nuestro sistema solar. Algunos de los meteoritos "más húmedos" que se han recuperado en el pasado, un tipo llamado condritas carbonáceas, contenían suficiente agua para constituir aproximadamente el 20 por ciento de su peso.

Pero los siete meteoritos que estudiaron habían formado parte de la corteza o manto de los planetesimales y no portaban ni gota de agua. Este experimento fue el primero en medir los volátiles de estos meteoritos. El equipo calculó las concentraciones de silicio, calcio, hierro, magnesio y otros elementos utilizando una microsonda electrónica. Luego, emplearon un dispositivo de espectrometría de masas de iones secundarios para determinar cuánta agua había en cada uno de los meteoritos. No había prácticamente agua: el agua comprendía entre dos y 0,6 millonésimas de su masa. Secos, en esencia. Los meteoritos más húmedos a los que hemos hecho referencia antes tienen o 100.000 veces más agua que las muestras de meteoritos estudiadas.

Agua de la Tierra

Agua de la TierraJack Cook/Woods Hole Oceanographic Institution

Esto significa que el calentamiento y la fusión de los planetesimales conduce a una pérdida de agua casi total, por lo que está claro que no todos los objetos del sistema solar exterior son ricos en agua.

Con toda esta información, los científicos concluyen que que el agua de la Tierra probablemente llegó a través de meteoritos sin derretir o condríticos. Las condritas son trozos de objetos que nunca se calentaron lo suficiente como para derretirse y perder toda su agua porque nunca fueron lo suficientemente grandes como para contener suficiente aluminio-26 para producir tanto calor.

“Se considera que el agua es un ingrediente para que la vida pueda florecer, por lo que mientras observamos el universo y encontramos todos estos exoplanetas, comenzamos a determinar cuáles de esos sistemas planetarios podrían ser anfitriones potenciales para vida”, expuso Newcombe. “Para poder entender estos otros sistemas solares, queremos entender el nuestro”.

Referencia: 

Megan Newcombe, Degassing of early-formed planetesimals restricted water delivery to Earth, Nature (2023). DOI: 10.1038/s41586-023-05721-5. www.nature.com/articles/s41586-023-05721-5

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