A partir del 31 de enero de 2020, el Reino Unido deja de pertenecer a la Unión Europea, tras casi cuatro años siendo uno de los grandes motivos de inestabilidad a nivel mundial. Ponemos cara a los personajes clave de este embrollo
¿De dónde ha salido Boris Johnson? ¿Quién es David Cameron? ¿Qué opina Jeremy Corbyn del Brexit? ¿Quién es el líder político más antieuropeísta del Reino Unido? ¿Por qué tanto lío con Irlanda si los que se quieren ir son los ingleses? No son pocas las preguntas que surgen a la hora de hablar del Brexit a este (y al otro) lado del Canal de la Mancha. Hacemos un repaso a los principales actores del lío surgido tras el referéndum de 2016 para que por lo menos podamos ponerles cara a los que están tomando una decisión local que tendrá implicaciones globales.
Ya es un hecho, el Reino Unido y la Unión Europea se separan definitivamente el 31 de enero de 2020. Pero hasta aquí, como casi todo lo que ha pasado con el Brexit, se acaban las certezas. Solo hay que recordar que el embrollo ha pasado por varias fechas terminales en los últimos meses. Parece que los británicos se van con un acuerdo pero en el que no se habla de la futura relación entre La Isla, que seguirá ligada al continente durante varios meses. El asunto ha inquietado al mundo entero durante casi cuatro años y los expertos tampoco se ponen de acuerdo a con las consecuencias que tendrá un mal cálculo político que tiene sus orígenes en 2014.
Tras ganar el referéndum sobre la posible independencia de Escocia en 2014 con un 55,3% de los votos, el entonces primer ministro británico David Cameron (Partido Conservador) decidió intentar poner fin a la eterna discusión interna sobre la presencia del Reino Unido en la Unión Europea, pero el tiro le salió por la culata. El 23 de junio de 2016, con un 51,9% de votantes (1 269 501 británicos) que optaron por la salida y una participación del 72,2%, se inició el camino hacia la desconexión entre la UE y Londres. Cameron, que apoyo la permanencia, dimitió a los pocos días de su fallida apuesta política, dejando como sucesora a su ministra de Interior, Theresa May, cuya principal la labor debía ser negociar con Bruselas las condiciones en las que Reino Unido dejaría la Unión.
El lío que se montó en la segunda economía de la Unión Europea está siendo histórico. Tras una campaña repleta de medias verdades y propaganda tergiversada, y un resultado que no gustó a la mitad (o más) de británicos, el país está dividido. El Brexit ganó en Inglaterra y Gales y el Remain (Permanecer) fue mayoritario en Escocia, donde dos años antes se amenazó abiertamente con que si se independizaban tendrían que salir de la Unión Europea, e Irlanda, donde en 1998 la pertenencia al club europeo fue clave para poner fin al conflicto violento entre católicos y protestantes.
Además, también hay profundas divisiones entre las distintas facciones dentro de los grupos y partidos políticos. El acuerdo al que llegó May en Bruselas en 2018 no satisfizo a nadie y provocó su dimisión en julio de 2019, siendo sucedida por Boris Johnson, exalcalde de Londres y una de las caras visibles del grupo de conservadores que apostaban por salir de la Unión Europea con o sin acuerdo, que también tuvo que adelantar las elecciones tras apenas unos meses en el cargo por las divisiones internas de su partido. Enfrente, el Partido Laborista tiene similares dicotomías. Si líder Jeremy Corbin ha sido incapaz de aprovechar las divisiones entre los conservadores y parece que sus opiniones personales, más contrario a la actual Unión Europea, chocan con el amplio europeísmo de sus bases y votantes.
Esta división nacional se vio reflejada en las elecciones europeas de mayo de 2019, en las que según el calendario inicial de 2016, Reino Unido no debía participar. En los comicios continentales con una participación de solo el 37% ganó el Partido del Brexit con casi un 30% de los votos, los Liberal Democrats (tradicionalmente tercer partido nacional) fueron segundos con casi un 20%, quedando Labour terceros con un 13,7% y los conservadores cuartos con un 8,8%.
El punto final a la disputa se resolvió con las elecciones celebradas en diciembre de 2019 en las que Jonhson afianzó su liderazgo en el Partido Conservador y asentó una amplía supremacía parlamentaria favorecida por la debacle laborista. Los tories obtuvieron 365 escaños en la Cámara de los Comunes (48 más de los que tenían), mientras que el partido liderado por Corbyn perdió 60 asientos y se quedó en unos pírricos 202 votos.
David Cameron
Primer ministro desde 2010 hasta el 13 de julio de 2016, apenas dos semanas después de que por iniciativa suya se le preguntara a los británicos si querían irse o quedarse en la Unión Europea. Pese a apostar por la permanencia no fue capaz de imponer una unidad de criterio no ya dentro de su partido sino en el seno de su ejecutivo. Pese al evidente fracaso político que supuso la victoria del Brexit y que desde 2016 se prodiga por las playas españolas más que por los foros de debate sobre las consecuencias de su decisión, recientemente ha asegurado de que no se arrepiente de una decisión que le ha convertido en una de las personas más odiadas de la política británica.
Theresa May
Ministra del Interior con David Cameron, fue de las líderes tories que defendió la permanencia. Tras la dimisión de Cameron se mudó al 10 de Downing Street casi con el único objetivo de llevar a cabo las negociaciones de la salida de del Reino Unido de la Unión Europea. Este proceso se puso oficialmente en marcha en marzo de 2017, cuando el Parlamento Británico permitió a May invocar el artículo 50 del Tratado de Lisboa.En junio de 2017 convocó unas elecciones generales para reafirmar su mandato pero pese a que sacó una mayoría de escaños en la Cámara de los Comunes debió negociar el gobierno con el apoyo del Partido Unionista de Irlanda del Norte.Pese a que consiguió negociar con éxito en Bruselas una acuerdo que aceptaron los todavía socios europeos, se dio de bruces con la negativa a aprobar dicho pacto en el Parlamento de Londres. El rechazo vino tanto por parte del Partido Conservador, como por parte de la oposición, aunque las motivaciones variaban desde los que pensaban que en la práctica seguirían dependiendo de Bruselas a nivel comercial, hasta los que seguían empeñados en repetir el referéndum pasando por los que querían una solución mejor para la posible frontera entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda. Finalmente tras tres rechazos parlamentarios May dejó el cargo el 7 de junio de 2019, menos de tres años después de llegar a Downing Street y con el ambiente más crispado y el país más dividido que cuando llegó.
Boris Johnson
El exalcalde de Londres lleva años siendo uno de los perros de presa del conservadurismo inglés. Pese a que Cameron le ha acusado en sus memorias de apostar por el Brexit por motivaciones personales y no por convencimiento político, en junio de 2019 se convirtió en el tercer Primier Británico en tres años.Antes de ser el jefe del Gobierno, fue ministro de Exteriores con Theresa May, pero dimitió precisamente por desavenencias con su jefa y desde ese momento se alineó con las posturas más duras proBrexit. Por eso, cuando llegó al cargo de PM aseguró que sería efectivo con o sin acuerdo el 31 de octubre de 2019.Con la excusa de preparar su plan de gobierno anunció la suspensión de la actividad del parlamento durante casi un mes, del 10 de septiembre al 13 de octubre. Esta medida fue criticada por toda la oposición y provocó la ruptura definitiva en las filas conservadoras que se alinearon con la oposición y a principios de septiembre le intentaron imponer que no se produjera un Brexit sin acuerdo. Además la decisión acabó en los tribunales, que terminaron por declarar ilegal el cierre.Al final Johnson tuvo que convocar elecciones, en las que salió como claro vencedor y pudo aprobar el acuerdo que había negociado meses antes con Bruselas, cumpliendo su palabra de campaña de que el Reino Unido saldría de la Unión Europea el 31 de enero de 2020.
Jacob Rees-Mogg
Lord Rees-Mogg es la cara visible de la clase alta tradicional inglesa y uno de los líderes de la facción que apoya el Brexit sí o sí entre las filas tories. Es una de las figuras más carismáticas del Parlamento Británico tanto por sus ideas arcaicas como por el uso de un lenguaje rimbombante y anacrónico. Tras el ascenso de Boris Johnson se convirtió en el líder del grupo conservador en la Cámara de los Comunes. "Es el pasaporte azul en forma humana, la cabina de teléfono roja hecha carne, el Royal Yacht Britannia en un traje de raya diplomática; una reminiscencia de un mundo en el que los británicos tradicionales no tenían que disculparse por nada por ser ellos quienes eran", publicó hace unos meses The Economist de él.
John Bercow
Durante muchos años ha sido el Speaker of the House en la Cámara de los Comunes, encargado de dirigir y moderar los debates parlamentarios y una de las figuras más importantes en el aparato legislativo británico al tener capacidad de decisión sobre las mociones e iniciativas legislativas que se debaten en Westminster.Bien considerado tanto por sus excompañeros del Partido Conservador como por sus oponentes laboristas, se ha mostrado contrario al Brexit y estos meses ha facilitado la labor de la oposición admitiendo a trámite iniciativas contrarias al Gobierno. En septiembre de 2019 anunció que dejaría el cargo o bien cuando se convocaran unas nuevas elecciones o bien el 31 de octubre, cuando supuestamente debería consumarse la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
Jeremy Corbyn
Líder del Partido Laborista con un perfil más socialdemócrata y disruptivo ideológicamente que sus predecesores en el cargo. Personalmente no es partidario de la Unión Europea, por lo menos la vigente, a la que se ha llegado a referir como “un Imperio Europeo”, pero como líder de los laboristas se posicionó en favor de la permanencia del Reino Unido en la UE.Pese a contar con un amplio apoyo de las bases del partido, Corbyn tiene una importante oposición interna que le critica tanto la tibieza en cuanto a su posición personal sobre el Brexit como por su incapacidad para sacar partido de las desavenencias internas de los conservadores.Al final las urnas parecieron darle la razón a sus críticos y en las elecciones de diciembre cosechó unos de los peores resultados del partido laborista en su historia reciente. El resultado de los comicios le llevó a anunciar su renuncia como líder del partido de la oposición.
Tom Watson
Europeísta confeso es el segundo al mando de Corbyn en el Partido Laborista. Político veterano que fue ministro con Gordon Brown, representa el ala más centrista del partido y en los últimos meses se ha puesto de manifiesto el enfrentamiento con su jefe precisamente por la postura del Partido Laborista frente al Brexit. Ante las declaraciones de neutralidad de Corbyn, Watson apuesta por ser abiertamente anti-Brexit y apoyar la postura de un nuevo referéndum.
Jo Swinson
Tras un breve espejismo entre 2010-2015, en el que Nick Clegg, gracias a un sorprendente resultado electoral, fue elegido viceprimer ministro en el primer Gobierno de Cameron, los LibDems, el partido británico más europeísta, volvió a ser un grupo residual en la Cámara de los Comunes. El Brexit y las tensiones internas de conservadores y laboristas parecen abrir un nuevo horizonte de esperanza para el partido naranja de la mano de una nueva líder: Jo Swinson.Tras quedar segundos en las, poco participativas, elecciones europeas de mayo de 2019, algunos sondeos auguran un gran resultado para Swinson, que ha situado a su partido a la posturas más anti-Brexit. Su principal propuesta electoral es revocar la activación del artículo 50 del Tratado de la Unión Europea según lleguen al poder y permanecer en la Unión Europea.
Nigel Farage
Es la cara del Brexit. Político ultranacionalista a mitad de camino entre ser un showman y un populista ha reconocido que no dijo toda la verdad durante la campaña del referéndum del Brexit.Ha sido varios años europarlamentario como líder del UKIP, partido que abandonó tras el éxito del referéndum de 2016. Pocos meses antes de las elecciones europeas de 2019 se puso al frente del Brexit Party, una escisión de UKIP que ganó los comicios continentales en Reino Unido obteniendo 29 escaños de 73. Pese a no tener representación en el Westminster, Farage tiene mucha ascendencia entre la población y la falta de asientos en el Parlamento se debe más al sistema electoral inglés, en el que los escaños son individuales por cada circunscripción, que a la falta de votos.
Richard Braine
Líder del UKIP, partido ultranacionalista y euroescéptico que lideró la campaña en favor de la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea. Tras la dimisón de Farage como jefe del partido en 2016, sus apoyos disminuyeron mucho y en estos momentos su espacio político lo ha ocupado el Brexit Party de su antiguo líder.
Nicola Sturgeon
Gran líder del Partido Nacional Escocés (SNP) desde 2014, cuando accedió al cargo de ministra Principal de Escocia (presidenta del Gobierno escocés). Perdió por poco el referéndum de independencia de 2014, pero sigue teniendo mucho apoyo al norte del Muro de Adriano.Sturgeon es otra de las principales voces proeuropeas y ha calificado de “peligrosos” los planes de Johnson para el Brexit. Tras el referéndum de 2014, la política británica pensó que se había cerrado - por lo menos para unos cuantos años- los anhelos independentistas de Escocia, pero una de las razones por las que no triunfaron las posturas nacionalistas entonces fue por la promesa de quedarse en la UE, el Brexit lo cambia todo.
Mary Lou McDonald
Una de las cuestiones claves del Brexit es la situación en la que quedará Irlanda del Norte, que en 1998 puso fin a décadas de enfrentamiento civil entre el IRA (grupo católico terrorista de Irlanda de Norte) y los protestantes unionistas. No son pocos los analistas que afirman que un Brexit duro puede reabrir heridas del pasado y que resurjan episodios de violencia entre católicos y protestantes.McDonald es la líder del Sinn Feinn, principal partido católico de Irlanda del Norte y representa a una nueva generación de políticos sin lazos con el IRA. Para ella, si se consuma el Brexit habrá que abrir el melón de un referéndum de unificación de Irlanda.
Gerry Adams
Líder histórico del Sinn Fein, partido católico y antibritánico de Irlanda del Norte, que dimitió en 2018. Su opinión sigue pesando en Irlanda del Norte, posiblemente el punto más caliente de todo el embrollo del Brexit. Se le considera uno de los artífices de la paz en Irlanda del Norte en 1998, aunque en ahora se pone en duda sus afirmaciones de que nunca fue miembro del IRA.
Arlene Foster
La líder del Partido Unionista Democrático (UDP) de Irlanda del Norte ha asegurado que no pretende dar el salto a Londres y que está centrada en la restauración de las instituciones de Irlanda del Norte, en suspenso desde 2017 por desavenencias entre católicos y protestantes, pero considera que la consecución del Brexit debe ser la principal preocupación de su partido.
Nigel Dodds
El portavoz en la Cámara de los Comunes de los Unionistas Irlandeses, que han estado siendo el principal apoyo conservador en el Parlamento de Londres, es un claro defensor del Brexit, pero se mostraron contrarios al acuerdo que firmó Theresa May con la Unión Europea por la pocas garantías que veían para Irlanda. Pese a su posición favorable a la salida, no parece partidario de un Brexit duro por las posibles consecuencias que podría tener para su región. “Prefiero quedarme en la Unión Europea a poner en peligro la pertenencia de Irlanda del Norte en el Reino Unido”, afirmó tras uno de los fracasos parlamentarios de May.
Leanne Wood
Líder histórica del partido nacionalista galés desde 2018 ha pasado a un segundo plano en la política londinense pero sigue siendo una voz a tener en cuenta. Ha mostrado en redes su europeísmo, a veces no sin polémica, pero no parece convencida de que un segundo referéndum sea la opción.
Adam Price
Nuevo líder del Plaid Cymru (partido socialista y nacionalista galés), que es abiertamente europeísta. Igual que el Sinn Feinn y el SNP, Price ha dicho que si el Brexit se consuma se dará alas al movimiento nacionalista en Gales.
Caroline Lucas
Caroline Lucas es la portavoz parlamentaria del Partido Verde, que siempre ha sido residual en la política británica, pero dada la desunión de los dos grandes partidos, y sobre todo la falta de concreción del Partido Laborista en cuanto al Brexit, ha provocado un aumento considerable de los apoyos del Green Party. En las elecciones europeas sacaron siete parlamentarios en Bruselas con un 11,8% de votos, superando en más de 300.000 al Partido Conservador. Hicieron campaña contra el Brexit en 2016.Los Verdes optan por pedir opinión a la gente sobre el Acuerdo del Brexit y quieren evitar dejar la Unión sin acuerdo, pero también creen que es peligroso ignorar los resultados de 2016. “Es peligroso añadir al clima actual el ignorar los resultados del referéndum. Reafirmaría la sensación que tiene la gente de que no se les escucha”, ha afirmado Lucas.
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