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¿Por qué invertir en plazas de garaje?

Su menor desembolso inicial y la alta demanda convierten en esta inversión en una buena opción para obtener rentabilidad.

La posibilidad de tener una buena rentabilidad con las inversiones financieras tiene un riesgo elevado en estos tiempos con los tipos de interés tan bajos. Para invertir en una vivienda necesitas hacer un desembolso importante inicial o solicitar financiación. Surge entonces otra posibilidad de conseguir unas rentas periódicas: adquirir una plaza de garaje.

Su inferior coste económico y su elevada demanda, mucho mayor en las ciudades, le convierten en un instrumento de inversión que nos garantiza unos ingresos mensuales por alquiler, o futuros, en el caso de que decidamos venderla con el tiempo y se haya producido la revalorización esperada.

El menor desembolso, en comparación con la adquisición de viviendas o locales comerciales, es un atractivo para ahorradores que quieran sacar algo de rendimiento sin tener que endeudarse excesivamente. La demanda cada vez es mayor al disminuir considerablemente el número de zonas de aparcamiento gratuito.

Otra de las razones por la que se convierte en un bien muy deseable hace referencia a la protección del vehículo. Salvo excepciones, es mucho más seguro tener el coche en un garaje que en la calle, donde pueden producirse golpes, roces e incluso algún robo.

Al ser un bien con un precio no tan alto como el de otras propiedades, las comisiones de las inmobiliarias son reducidas y en muchos casos no les compensa hacer de intermediarios en esta compraventa. Es habitual que muchos de los vendedores de estas plazas gestionan la operación directamente ellos. No es lo mismo vender una casa y el tiempo que lleva, que realizar esta transacción.

La ley que regula el alquiler de las plazas de garaje no está dentro de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), y es mucho más flexible, lo que concede mayor facilidad a la hora de deshacerte del coche del moroso que la necesaria para el desahucio de un inquilino.

¿Qué impuestos hay que pagar?

En relación con los impuestos, si la plaza de garaje es vendida directamente al promotor se le aplicará el 21 % del IVA, mientras que si va a asociada a la compra de una vivienda y solo entra una en la operación, el tipo impositivo podría reducirse al 10 %. Otra excepción se produce si el promotor la ha vendido a otra empresa o alquilado más de dos años, cuando dejaría de considerarse nueva y se aplicaría el 21 % de IVA. Por su parte, las plazas de segunda mano tributan a través del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales.

Los propietarios deberán declarar los ingresos percibidos, como rendimientos de capital inmobiliario. Podrán desgravarse de una serie de gastos aparejados como son el pago del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), los gastos de comunidad, primas y seguro del garaje e hipoteca, entre otros.

Antes de comprar la plaza de garaje deberás tener muy en cuenta una serie de recomendaciones: conocer las cargas que pesan sobre la propiedad, saber la cuota de participación que corresponde a nuestra plaza para controlar los gastos comunes, solicitar un certificado de deudas para comprobar que está al corriente de pago, firmar un contrato de compraventa, asegurarse de que es un bien que se puede vender y alquilar, y cerciorarse de que están pagados todos los impuestos.

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