Cobrar en B: por qué es una mala opción para el trabajador
Desde no tener derecho de paro, hasta no cotizar para la jubilación, hay muchos motivos por los que no conviene trabajar en negro
En España hay una práctica empresarial que es bastante común que es la de cobrar en B. Esto es, no estar dado de alta en la Seguridad Social y recibir el dinero en metálico de manera ilegal. Pero… ¿por qué no interesa esta práctica al trabajador?
Gracias a la cotización a la Seguridad Social y a la declaración de nuestros ingresos a Hacienda podemos disfrutar de una serie de ventajas sociales. Cuando no entran suficientes ingresos en casa y se presenta la oportunidad de trabajar, aun en condiciones fraudulentas, lo social pasa a un segundo plano. Lo importante es solucionar lo inmediato.
Esta es la situación que han vivido un gran número de trabajadores durante la crisis. Sin embargo, tiene su precio, y las consecuencias pueden ser inmediatas también. ¿En qué afecta cobrar en B? Es conveniente conocerlo para poder evaluar si realmente merece la pena o no.
El 20 % de los que cobran en B declaran que lo hicieron para poder complementar su salario, y uno de cada cinco parados mantiene que trabajó en negro para poder subsistir. Pero no son solo cifras.
Entre las principales desventajas que encuentra el trabajador, una de las más esenciales es que no está cubierto por la Seguridad Social. Si tiene un accidente laboral, tendrá que hacer frente a los gastos derivados, por ejemplo.
Asimismo, tampoco tendrán asistencia sanitaria gratuita los miembros de tu familia que dependan de tus ingresos. Y, por supuesto, no están cubiertas las incapacidades temporales o permanentes. De igual manera, no tendrás derecho ni a prestaciones por desempleo ni a finiquito por el tiempo que cobres en negro, ni tampoco a la pensión de jubilación.
Si se recibe toda la retribución en negro y sin alta de ningún tipo en la Seguridad Social, los perjuicios son incluso mayores. Al no haber cotizado el trabajador no tiene derecho a las prestaciones de la Seguridad Social, ni desempleo, ni ese tiempo trabajado no contará para la jubilación y otras prestaciones.
Por otra parte, si se descubre tu situación, tendrás que hacer frente a lo que debes a Hacienda, a la multa y al recargo. Piensa que no contará solo el año en curso. También revisarán los ingresos de cuatro años atrás. No es tan difícil que esto ocurra. La empresa que comete ese tipo de irregularidades está muy expuesta a que le venga una inspección de trabajo en cualquier instante.
Es conveniente tener presente que se pueden declarar los ingresos de manera legal, aunque el pagador lo haga en negro y también se pueden declarar, a pesar de que se esté cobrando la prestación por desempleo. Infórmate en todo momento.
Qué hacer si ya cobras en B
Lo primero que has de hacer es empezar por declarar tus ingresos: reúne pruebas de que mantienes una relación de dependencia con la compañía para la que trabajas y de que recibes un ingreso periódico y denuncia la situación.
Otra opción, incluso, es la de solicitar la extinción del contrato laboral por incumplimiento grave del empleador y tendrás derecho a la máxima indemnización legal.
Si decides optar por esta vía, es recomendable que recopiles información al respecto. Hay mucho publicado en la red y puedes buscar el asesoramiento de profesionales, sindicatos e iniciativas de apoyo a los empleados.
Las autoridades ante las que puedes denunciar la situación son los juzgados de lo Social. Por vía administrativa, puedes dirigirte al Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC) o bien directamente a la Inspección de Trabajo. Además, puedes denunciar telemáticamente, tanto a Hacienda como a la Seguridad Social.