Olvídate de Zoom o Teams, esta es la plataforma de llamadas que planta un árbol cada vez que la usas
La pandemia ha cambiado nuestra forma de hacer reuniones.
El trabajo en remoto, o teletrabajo, como se lo conoce popularmente se ha convertido en norma para la mayoría de nosotros hoy en día, debido a los efectos de la pandemia de coronavirus, que llevan alargándose ya casi dos años. Y aunque los estudios sugieren que el virus ha precipitado una disminución récord en las emisiones de carbono, trabajar desde casa no está exento de impactos ambientales.
Se estima que una hora de videoconferencia, por ejemplo, emite entre 150 gramos y 1 kilo de dióxido de carbono a la atmósfera, según los hallazgos extraídos de un estudio reciente llevado a cabo por la Universidad de Purdue en Indiana, Estados Unidos. Una nueva y reciente asociación entre Brynk, una empresa líder en estudios del clima, y la aplicación de videoconferencia noruega Whereby, busca cambiar eso compensando la huella de carbono que producimos mientras trabajamos desde casa con una ambiciosa iniciativa de plantación de árboles que equilibre la emisión de gases perjudiciales a la atmósfera, y frene el calentamiento global, culpable del cambio climático que sufrimos.
¿Qué es el bosque de impacto?
Juntos, el dúo empresarial ha superado su objetivo de plantar más de un millón de árboles, uno por cada aproximadamente tres videollamadas a través de la aplicación de videoconferencias durante el pasado mes de diciembre, como la base de lo que se convertirá en lo que Whereby ha llamado Bosque de impacto.
Fundada en 2020, la empresa ambiental Brynk nació de la visión de unir a una comunidad de personas y organizaciones para ayudar a resolver la crisis climática, algo con lo que ambas corporaciones están profundamente comprometidas. El llamado bosque de impacto se plantará en sitios protegidos en Kenia, Mozambique y Madagascar, cubriendo un área aproximadamente del tamaño de 137 campos de fútbol, y que absorberán aproximadamente 410.000 toneladas de dióxido de carbono. Esto equivale a sacar 5.700 coches de las carreteras.
La colaboración entre ambas firmas es solo una de una creciente cosecha de esfuerzos empresariales diseñados para continuar impulsando los efectos ambientales más positivos acarreados por las restricciones relacionadas con la pandemia de coronavirus, sobre todo la caída de las emisiones de gases nocivos por actividad humana, como los viajes y la industria.
Las estimaciones del Global Carbon Project sugieren que las emisiones de carbono en todo el mundo se redujeron en un 7% durante el año 2020 en comparación con los registros del año anterior, lo que supone el equivalente a 2,4 toneladas de CO2. Esta, según los datos de los científicos, representa la mayor caída en las emisiones de combustibles fósiles desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
Si bien es un hito importante, todavía no es suficiente para evitar los peores efectos de la crisis climática que amenaza a nuestro planeta. Sin embargo, para muchos, se está viendo como una oportunidad única de esforzarse por reducir las emisiones a largo plazo y poder hacer frente a la acuciante emergencia climática, cuyos efectos devastadores ya estamos empezando a ver en forma de catástrofes ambientales.