Así es como las escamas de pescado pueden convertirse en la pantalla de tu móvil
La idea es reducir el consumo de plásticos.
Teléfonos plegables, pantallas que puedes llevar pegadas en la piel… La innovadora tecnología de pantallas flexibles, que generalmente se basa en la utilización de plásticos de un solo uso, podría experimentar un cambio radical hacia la sostenibilidad utilizando un nuevo material hecho de escamas de pescado.
Las pantallas retroiluminadas están por todas partes hoy en día, desde las enormes marquesinas con anuncios de las ciudades hasta en nuestros dispositivos electrónicos más elementales. Los teléfonos plegables, que últimamente se han puesto de moda, se han convertido en un desafío para los desarrolladores de la tecnología más innovadora, ya que la idea es que cada vez tengamos pantallas más grandes pero que ocupen menos y podamos guardarlas cómodamente en nuestros bolsillos.
Las escamas son una alternativa viable
De momento, para que estas pantallas sean lo suficientemente flexibles como para poder guardarlas en espacios pequeños, los componentes emisores de luz deben colocarse en capas sobre una película de plástico muy delgada. Una vez que estos dispositivos han agotado toda su vida útil, significa que el material basado en combustibles fósiles con el que se ha fabricado se convierte de manera automática en una fuente más de contaminación que termina alimentando las enormes montañas de plásticos que ya de por sí generamos cada año.
En cambio, los científicos querían encontrar una solución sostenible a este problema y han descubierto que las escamas de pescado podrían proporcionar una alternativa viable económicamente y sostenible medioambientalmente. Con más de 70 millones de toneladas de desechos de pescado producidos cada año por la industria pesquera, las escamas ofrecen una oportunidad única a los investigadores para poder desarrollar nuevos materiales.
En las pruebas de laboratorio llevadas a cabo hasta ahora, la mayoría de los investigadores de un grupo de universidades de China utilizaron las escamas para crear una especie de gelatina que, una vez seca, tiene los mismos atributos de flexibilidad y transparencia que el plástico que se utiliza actualmente.
En las pruebas realizadas por el equipo, una pantalla creada con la película de escamas soportó sin problemas doblarse hasta 1.000 veces sin perder su capacidad de brillar y emitir luz. Esta durabilidad es vital para los dispositivos electrónicos portátiles, y significaría que la alternativa de las escamas de pescado podría reemplazar fácilmente al plástico utilizado en estos dispositivos en un futuro no muy lejano.
A diferencia de sus predecesores de plástico no biodegradable, la película de plástico basada en las escamas se deshace en tan solo en 24 días desde el momento en que se desecha enterrándola en el suelo. Los investigadores también descubrieron que podía disolverse fácilmente en agua tibia y después reciclarse para crear nuevas pantallas electrónicas. Los científicos que están investigando con este nuevo material aseguran que esta novedosa tecnología también podría usarse para crear tatuajes digitales de alta tecnología que permitan obtener todo tipo de información directamente desde la piel de los usuarios.
Las pantallas plegables y los dispositivos utilizados para monitorizar las variables biométricas de los individuos también se encuentran entre las posibles aplicaciones para esta prometedora tecnología.