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¿Arreglarlo o comprar uno nuevo? Así puedes alargar la vida de tus electrodomésticos

Antes de llamar a un técnico o mirar el catálogo para comprar un nuevo, es preferible intentar arreglarlo uno mismo. Para eso YouTube suele ser nuestro mejor aliado.

Parece que hay una ley no escrita en el mundo de los electrodomésticos, y es que se suelen romper cuando más falta hacen. No nos damos cuenta de lo útil que era el frigorífico hasta que lo perdemos, ni jamás habíamos echado tanto de menos la televisión hasta que se nos rompió y estuvimos tres días sin poder verla.
Este último año, además, en mitad del confinamiento hubo quien se quedó sin algún aparato en casa y entró en pánico. Pero tranquilidad, en casos así hay alternativas que puedes probar antes de comprarte uno nuevo.

Youtube

Si te consideras una persona aventurera y creativa, y te ves capaz de intentar arreglar tú mismo el electrodoméstico que se te ha roto, lo primero que tienes que hacer es acudir a YouTube. Ahí no sólo encontrarás vídeos sobre cómo arreglar tostadoras o sandwicheras sino que, muy probablemente, habrá vídeos con el modelo y la marca exacta de tu tostadora o tu sandwichera, por lo que la cosa será un poco más fácil.
YouTube, entre otras virtudes, es la meca del “yo me lo guiso, yo me lo como”, y en el mundo del bricolaje y las reparaciones hay miles de vídeos que te ilustrarán para llevar a cabo tareas sencillas como cambiarle la pila al reloj, y cosas más complicadas como sustituir el gas del frigorífico.

Mirar el manual

Otra opción, aunque mucho más engorrosa y aburrida es acudir al manual del propio electrodoméstico donde, con suerte, encontrarás traducido a tu idioma lo que debes hacer cuando se te rompa.
El problema es que, en la mayoría de los casos, ese manual fue a la basura junto con el papel de regalo y la caja donde venía metida la freidora de turno, por lo que tendremos que estar buscándolo durante un rato antes de darnos cuenta de que lo tiramos. Otro de los inconvenientes habituales de los manuales de instrucciones es que no suelen traer dibujos explicativos, y si los traen son de todo menos aclaratorios.

Técnico local

Si no tienes más remedio que sucumbir y llamar a un técnico te damos un consejo. Normalmente los técnicos de la marca oficial de tus electrodomésticos suelen tener el taller en las afueras y los gastos de desplazamiento te pueden salir por un ojo de la cara. Te recomendamos que busques técnicos ‘no oficiales’ cerca de donde vives, también sabrán arreglarte el lavavajillas y te van a cobrar bastante menos. Otra opción en esta línea, por supuesto, es que te pongas en contacto con tu cuñado. Él siempre sabe arreglar las cosas o, al menos, eso es lo que dice.

Obsolescencia programada

Lamentablemente hoy en día casi todos los productos electrónicos suelen tener obsolescencia programada, es decir, que están programados para romperse cuando pasa un determinado período de tiempo para que compres uno nuevo.
De momento no existe ninguna ley que penalice esta práctica, ni siquiera hay legislación para que en los aparatos venga la fecha de caducidad del producto. Así que el mejor consejo es que cuides tus electrodomésticos y, si se te rompen, siempre agotes todas las vías disponibles antes de ir a comprarte otro nuevo, porque al fin y al cabo también se va a romper.

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