Así castigará el gigante BlackRock a las empresas sin compromiso con el medio ambiente
Cerrará el grifo de la financiación a aquellas compañías que no cuenten con planes y objetivos para frenar el cambio climático.
La concienciación por el cambio climático y el compromiso con las energías limpias y renovables cada vez es mayor por parte de gobiernos y grandes empresas. BlackRock Investment Stewardship (BIS), el gigante estadounidense líder en gestoría de inversiones de todo el mundo, ha sido la última gran compañía en unirse a la corriente verde en los negocios.
Sus intenciones son muy claras: ha recomendado a todos sus clientes y asociados que apoyen financieramente a aquellas empresas con responsabilidad medioambiental, que se muestran activas combatiendo el cambio climático y siguen los postulados que quedaron fijados en la Cumbre del Clima de París celebrada en el año 2015.
Penaliza la contaminación
La idea de BIS es muy sencilla, cerrarle el grifo de la financiación a aquellas empresas en cuya actividad emitan carbono y otros gases contaminantes a la atmósfera. De hecho, el gigante de la inversión presentó hace poco una guía donde expone las exigencias que le plantea a las empresas en las que participa, detallándoles cuáles deberían ser sus objetivos en materia medioambiental.
Pero BlackRock no es la única compañía dedicada a la gestión de activos financieros que ha tomado este tipo de medidas. En este momento existen numerosos bancos que dejan sin línea de crédito a empresas que utilizan combustibles fósiles en lugares protegidos, como bosques o parques naturales, por ejemplo.
Y la tendencia es al alza. No hay que olvidar que los riesgos de un cataclismo climático también lo son para la sostenibilidad económica, y para el emprendimiento empresarial. Por eso, la cuestión climática cada vez pesa más en el criterio de los inversores cuando tienen que decidir en qué van a invertir su dinero.
BlackRock va en serio
Hay quien pueda pensar que esta estrategia de BlackRock solo es una pose para subirse al carro de las empresas enviromental friendly (amistosas con el medio ambiente), pero desde la compañía han anunciado que, incluso, votarán en contra de aquellos directores que no cumplan los compromisos medioambientales en las empresas que gestionan.
El gigante estadounidense ha empezado a hacer grandes comparaciones de empresas para realizar una especie de ranking en el que destacan aquellas empresas que mejor están cumpliendo los objetivos ecológicos y las que más comprometidas están con echarle el freno al cambio climático.
El gran reto, por supuesto, está en lograr las cero emisiones netas. Para las empresas, alcanzar una emisión neta de gases de efecto invernadero supone que deben equilibrar las emisiones que producen con las que se eliminan de la atmósfera. Esto requiere un enorme esfuerzo de compromiso y de inversión para lograr los objetivos de emisiones previstos para los próximos 30 años, que quedaron fijados en la Cumbre de París.
Hoy en día, en todo el mundo, casi 130 países son los responsables de más del 60% de los gases de efecto invernadero que se vierten a la atmósfera a nivel planetario. Todos ellos se han comprometido a reducir dichas emisiones, pero los avances son lentos y no siempre las medidas se cumplen a rajatabla.