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Operación Triunfo: el negocio está en Youtube

Televisión Española ya ha estrenado la temporada 2020 del concurso musical Operación Triunfo. La audiencia está cada vez más en Internet, lo que permite una mejor comercialización.

Cuando nos propusimos hacer Operación Triunfo 2017, el primer análisis fue: "Estos espectadores que no están en la tele, ¿dónde están ahora?". Y estaban todos en redes sociales y en YouTube. Y nos pusimos a llegar hasta ellos para decirles: "Oye, que vamos a hacer una producción en TVE que a lo mejor os interesa". Así explica Tinet Rubira, director general de Gestmusic Endemol Shine Group, cómo fue el resurgir de OT cuando regresó a La 1 hace dos años, convirtiéndose en un éxito en televisión y en el medio digital. Pero antes de seguir, pongámonos en situación.

Operación Triunfo es un concurso musical de televisión. Es más que probable que el lector lo conozca ya porque, el 11 de febrero de 2002, OT se convirtió en el concurso más visto de la historia de la televisión en España, cuando su gala final fue seguida por 12.873.000 espectadores, alcanzando un 68 por ciento de cuota de pantalla. Desde entonces, ha sido un fenómeno social. En 2017, el formato regresó tras seis años sin emitirse y lo hizo como un auténtico bombazo, con un 19 por ciento de cuota media y casi 2,5 millones de fieles espectadores en la pequeña pantalla, donde alcanzó un pico de 3.925.000 espectadores en la final (30,8 %). Tan solo un año después, la media cayó al 16,4 % de share y a 1.957.000 espectadores de televisión. TVE ha estrenado ya OT 2020, cuyos procesos de selección contaron con miles de candidatos haciendo hasta 11 horas de cola para ser vistos y valorados y tener la oportunidad de triunfar, como antes lo hicieran artistas como Rosa López, David Bisbal, David Bustamante, Manuel Carrasco, Pablo López, Edurne o, más recientemente, Amaia Romero, todos salidos de Operación Triunfo.

Y esta es una clave: de televisión. Porque ahora la palabra importante para juzgar el éxito de un programa de televisión no es solo el “cuántos” sino el “dónde”. El fenómeno de la fragmentación de audiencias afecta a la televisión convencional desde hace una década. Redes sociales como YouTube y plataformas online como Netflix, HBO o Amazon Prime reclaman la atención de los espectadores, que se alejan de la pequeña pantalla. Así, los presupuestos de las cadenas de televisión son cada vez más ajustados. Más los de RTVE, una corporación a la que la ley prohíbe incluir publicidad en sus emisiones (en virtud de la Ley de Financiación de Corporación RTVE, que entró en vigor el 1 de enero de 2010, con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero).

Con este condicionante, cuando Gestmusic y TVE se sentaron a hablar de recuperar Operación Triunfo, se produjo la gran decisión de cambiar a un formato híbrido, de forma que no sería puramente televisivo, sino que tendría una vida digital gracias a un canal 24 horas emitido por Youtube, donde además se colgarían todos los contenidos del concurso.

TVE se comprometió a pagar a Gestmusic unos 700.000 euros por gala emitida en La 1, unos 10,5 millones de euros de presupuesto total, lejos de los 19,5 millones de euros que costó OT 2 en 2003. El presupuesto era ajustado y no contemplaba ese desarrollo digital que desde la productora consideraban fundamental para llegar a los espectadores más jóvenes, potencial público mayoritario del formato.

Y ahí llegó la gran apuesta: Gestmusic decidió asumir el riesgo de montar una redacción digital, contratar personal, equipo, tecnología y marketing para lanzar el canal 24 horas y las redes sociales de Operación Triunfo. “Nos marcamos un stop loss [límite de pérdidas] de 50.000 euros”, rememora Rubira. “Dijimos: nos vamos a gastar 50.000 euros de los beneficios que podría haber tenido Gestmusic con este proyecto para intentar llegar a este público”. Y funcionó.

El formato de OT tiene dos partes fundamentales. Por un lado están las galas que se emiten en TVE, en las que los concursantes cantan y son valorados por un jurado, produciéndose eliminatorias. Por otro lado, está la Academia, una residencia donde los participantes viven aislados y donde reciben clases de canto, interpretación, cultura musical… y donde conviven. Esta segunda parte es la que puede verse las 24 horas del día en YouTube y la que explota comercialmente Gestmusic. Hay tres socios y entre tres se reparte el dinero recaudado: una parte para Youtube, como gestor de la publicidad que se inserta en los vídeos y el canal, otra para TVE y otra para Gestmusic.

Los entresijos de la financiación

La cuestión no era fácil: por las pantallas de La 1 no podía salir ni un solo anuncio, pero la ley no contemplaba la explotación comercial en el ámbito digital. Así que en Youtube sí se podía emitir publicidad, los concursantes podían mostrar marcas y recibir patrocinios en la academia, pero eso nunca podía salir en los vídeos de resumen sobre la vida en la Academia que se veían en las galas o en la web de TVE.

“Todo lo que sale por cualquier pantalla o canal de RTVE está limpio de anuncios y de cualquier acción comercial. La ley así lo marca y somos muy escrupulosos”, explica Rubira. “A la vez, en el presupuesto de TVE para producir Operación Triunfo no hay ni un euro destinado al desarrollo digital del programa”, añade, ya que “TVE paga por la producción del programa y por todo lo que sale en las pantallas de TVE. Y no paga nada por todo lo digital que hacemos nosotros, como son el mantenimiento del canal 24 horas y las redes sociales”.

Rubira asegura que Gestmusic no gana nada con esta acción digital, pues todo se reinvierte en nuevos proyectos que mejoren el enganche con los jóvenes, como retransmitir en directo (streaming) los casting del futuro OT 2020.

El siguiente dato puede ser difícil de entender: el consumo total del canal de YouTube de Operación Triunfo desde su creación el 3 de octubre de 2017 es de 151 siglos. No es una errata: la suma del tiempo de todos los vídeos que los fans de OT han reproducido en YouTube es de más de 15.112 años.

YouTube inserta publicidad en todos esos vídeos. Una parte del dinero es para la plataforma y la otra para Gestmusic que, a su vez, la reparte con TVE. Las cantidades no se han hecho públicas y son difíciles de calcular. El dinero que YouTube paga por cada reproducción varía de los pocos céntimos a varios euros.

GTRES

ot 2020GTRES

Así, se puede deducir que la relación entre Gestmusic y TVE ha sido fructífera. Según su último informe de cuentas, Gestmusic aumentó la facturación un 60 % desde 2017. En 2016, la empresa facturó 30,9 millones de euros; al cierre de 2018 fueron 49,2 millones. También produce programas de gran audiencia como Tu cara me suena, ¡Ahora Caigo! o ¡Boom! (todos de Antena 3). El consumo que se hace en Internet de OT da cuenta de cómo se está produciendo un trasvase de espectadores y de cómo Gestmusic y TVE han sabido subirse a ese carro digital.

OT 2018 perdió 2,6 puntos de audiencia y 449.000 espectadores respecto a 2017. Las alarmas saltaron. ¿Se estaba perdiendo el interés? Al parecer, no. OT 18, con 14 días menos de emisión, tuvo 565 años más de tiempo de consumo en Youtube, más de cinco siglos de diferencia con OT 2017. OT seguía estando allí donde estaban sus espectadores y, a la vez, llevando público a La 1.

Las galas de OT tienen gente de entre 13 y 35 años como no se ha visto en otro programa de televisión en España. Ese era el objetivo”, apostilla Rubira. Actualmente, la televisión convencional vive sumida en una profunda reestructuración en la que los grandes grupos audiovisuales prueban fórmulas de todo tipo para encarar el futuro multipantalla. Experimentos como el de Mediaset de emitir galas de GH VIP a través de su plataforma digital así lo demuestran. Quizá Gestmusic y esos 50.000 euros hayan encontrado la clave: la hibridación, la simbiosis.

Artículo original publicado en el número 2 de la revista MuyNegocios&Economía

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