El aguacate español, los riesgos de una oportunidad para la agricultura
España es el principal productor europeo de un superalimento cuya rentabilidad aumenta gracias al crecimiento de su consumo en todo el mundo
El aguacate está de moda. El consumo de esta fruta, cuyas bondades ya conocían en la América Precolombina, se ha visto impulsado por la proliferación de las tendencias de búsqueda de dietas más saludables y la exposición que le han ofrecido las redes sociales y los influencers. México con 222.489 toneladas de aguacates cultivados en 2018 es el principal productor mundial, pero España, aunque lejos, con sus 74.000 toneladas, aumentó ese año su producción en un 25%, según los datos de la Organización Mundial del Aguacate (WAO en sus siglas en inglés).
“Los principales consumidores del aguacate español son nuestros queridos vecinos franceses, seguido de los ingleses, escandinavos y holandeses. España no exporta fuera de Europa, sí que se han exportado ya aguacates a EEUU pero la cantidad ha sido simbólica, están en proceso exportar mayores cantidades. Los americanos siguen siendo por diferencia los mayores consumidores de aguacates a nivel mundial, sobre todo EEUU con un total 1.100.000 toneladas importadas en 2018”, cuenta Xavier Equihua, CEO de la WAO.
Equihua no duda a la hora de destacar las bondades de este alimento. “El aguacate es uno de los alimentos más saludables ya que contiene 20 vitaminas y minerales. Un aguacate de unos 250 gramos contiene 300 calorías buenas tanto para tu salud como para tu cuerpo, así como un alto contenido de grasas monoinsaturadas buenas para tu cuerpo y corazón”, asegura el presidente de la WAO.
El ministerio de Agricultura por su parte destaca de la fruta que su contenido de agua “es inferior al encontrado en la mayoría de las frutas, mientras que el aporte de lípidos, como en el caso de la aceituna, es muy superior, lo que aumenta su valor calórico”. La página de la institución también señala “el elevado contenido en ácido oleico”. En cuanto a sus aplicaciones médicas, el ministerio destacan los estudios que aluden a que el aguacate ayuda a reducir los niveles de colesterol y que es usado para tratar algunas enfermedades de la piel.
El aguacate español, de calidad pero muy dependiente de una variedad
El principal problema que se encuentra la próspera producción del aguacate en España es que como asegura Equihua "90% del aguacate que se consume en Europa y en las Américas es la variedad Hass”. Esta dependencia de una misma variedad ya la denuncio en 2012 un estudio del Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea de Málaga, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Cientificas (CSIC).
Esto no ha cambiado en los últimos años, asegura Iñaki Hormuza, uno de los autores del artículo. “Incluso se ha continuado con la apuesta por una única variedad Hass en las nuevas plantaciones. Esta es una tendencia a nivel mundial, ya que el comercio del aguacate está basado en esa variedad. Los comercializadores españoles compran aguacate Hass en España durante unos pocos meses (cada vez durante menos porque prácticamente llega Hass a Europa de distintos países en cualquier época del año) y el resto del año, importan ‘Hass’ de otros países tanto para el consumo en España como para la reexportación al mercado europeo”, explica el científico.
Hormuza reconoce que el cultivo del aguacate en España es una gran oportunidad pero precisa de una diversificación del cultivo. “A mi modo de ver, siendo como somos únicamente los productores de menos del 10% del consumo europeo, la supervivencia del cultivo del aguacate en España a medio plazo va a pasar por una diferenciación clara del origen, como producto europeo, y por la posibilidad de suministrar a un consumidor exigente que premie la sostenibilidad del cultivo y del transporte un aguacate local producido en Europa, de forma sostenible y de distintas variedades”.
Además, la entrada de nuevos protagonistas en el mercado como Marruecos o Perú, donde las normas fitosanitarias son menos estrictas que en España también suponen una amenaza para la producción ibérica, que se concentra por ahora en Andalucía y Canarias, aunque se está extendiendo por el Levante y Costa Atlántica de Andalucía. El principal valor añadido del aguacate español para Hormuza es que “posiblemente sea la más sostenible de todo el mundo”. Además, “en España se lleva a cabo un manejo muy adecuado del agua de riego en este cultivo por lo que por parte de los agricultores se optimiza al máximo el uso del agua con sistemas de riego de microaspersión o goteo avanzados”, otra de las grandes críticas que se le hace al cultivo del aguacate.
Aun así Equihua es muy optimista ya que, para él, "el consumo del aguacate no es una moda pasajera. Lo que está claro es que una vez que la gente lo descubre no lo deja de comer, se convierte en un producto permanente en tu despensa.