De Obama a Bush: Estas son las campañas presidenciales más caras del siglo XXI

Hasta el 14 de octubre de este año, los esfuerzos de reelección de Donald Trump le han costado a la campaña oficial del presidente casi 600 millones de euros. Si se tienen en cuenta las contribuciones externas, como las de campañas de acción política, el gasto asciende a 3.800 millones de euros. Trump comenzó a recaudar y gastar dinero ya en 2017 para su campaña de reelección de 2020, incluyendo un anuncio en la final de la Super Bowl, que le costó la friolera de 10 millones de euros.Se especuló que sus fondos estaban empezando a disminuir en el tramo final antes del día de las elecciones y, a finales de septiembre, tan solo dos meses antes de los comicios. En Trump, el comité oficial de campaña republicano gastó 63 millones de euros pero, combinado con otros comités de apoyo a Trump, el gasto total en realidad alcanzó los 442 millones.

La primera campaña presidencial de Barack Obama en 2008 fue única e histórica en muchos sentidos, incluso desde el punto de vista financiero. El candidato demócrata fue el primero en rechazar la financiación pública, y su campaña de 746 millones de euros se basó en su totalidad en dinero donado de forma privada.

En ese momento, las elecciones presidenciales de 2012 fueron las más caras en la historia de Estados Unidos, y eso se debió principalmente a la enorme cantidad de dinero invertido en la campaña de Barack Obama, que costó la friolera de 775 millones de euros. Esta campaña dependía de muchos donantes más pequeños, y el principal patrocinador público fue el director ejecutivo de DreamWorks Animation, Jeffrey Katzenberg, que donó casi 3 millones de euros.

Hasta hoy, la candidatura de Joe Biden para las elecciones presidenciales de 2020 ha sido la segunda más cara de la historia del país, con un desembolso de 776 millones de euros. El exvicepresidente estaba dispuesto a gastar más que cualquier candidato que se hubiera presentado a unas elecciones en Estados Unidos. Tres meses antes de las elecciones, más del 54% de los fondos oficiales de Biden provinieron de pequeños donantes individuales, pero a tan solo un mes de los coicios, el 61% de su dinero provenía de grandes contribuciones, incluida una de 74 millones de euros donados a varios comités de apoyo a Biden por Wall Street.

La campaña presidencial estadounidense más cara hasta ahora es la del ex alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg. El magnate de los medios solo estuvo 100 días en la carrera presidencial, pero se gastó 900 millones de euros. Todo un récord.