Crecer durante la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial imprimió en la reina Isabel II una implacable actitud de "apañárselas como se pueda e intentar seguir adelante". Ya sea viajando en tren o comprando billetes de avión en compañías low cost, apagando las luces de palacio cuando no hay nadie en las habitaciones, o reciclando ropa antigua, su Majestad demuestra que es posible ser ahorrador y seguir viviendo como una reina.
Además, este es un enfoque que le ha transmitido a toda su familia, desde sus hijos hasta sus nietos. Aquí te contamos cuáles son algunos de los hábitos más frugales de la Familia Real Británica:
Cocinar en casa
La cocina casera siempre es más económica que salir a comer y se dice que algunos miembros de la familia real son entusiastas cocineros. Kate era vista regularmente en el supermercado local cuando ella y el Príncipe William vivían en Gales, y el Príncipe Philip a veces era visto haciendo una barbacoa en la residencia de Balmoral. El príncipe Harry incluso le propuso matrimonio a Meghan Markle mientras asaba un pollo en una cabaña donde la pareja pasa algunos fines de semana.
Reutilizar ropa
Si bien a menudo se ha elogiado a Kate por volver a vestir trajes que ya se había puesto en otras ocasiones, es preciso señalar que su abuela lo ha estado haciendo durante décadas. La reina incluso recicló el vestido de lana crepé de Angela Kelly que usó en la boda de William y Kate, durante una visita a Australia unos seis meses después, algo bastante chocante si tenemos en cuenta que en Canberra había más de 30 grados.
Apagar las luces
El Palacio de Buckingham tiene unas 40.000 bombillas que, en 2020, supusieron una considerable factura de la luz que rondó los 2 millones de libras esterlinas (unos 3 millones de euros). Los carteles colocados alrededor del edificio ese año advirtieron: “Por orden del dueño de la casa, se llama la atención de todos los miembros del personal sobre la necesidad de apagar las luces de las habitaciones que no se estén utilizando". Incluso se sabe que la Reina caminaba por el palacio apagándolas ella misma.
Comer en McDonald's
A pesar de que sus hijos eran herederos del trono, la princesa Diana siempre quiso que William y Harry tuvieran una vida lo más normal posible mientras crecían. Uno de sus rituales de fin de semana más importantes cuando eran niños era ir a McDonald's a por un Big Mac y patatas fritas un sábado por la noche, según su exmayordomo Paul Burrell. Luego se dirigían a casa y veían el programa de citas de la televisión del Reino Unido Blind Date.
Viajar en tren
Puede ser una sorpresa para los viajeros, pero la Reina es conocida por viajar en tren cuando se dirige hacia y desde Sandringham Estate en Navidad. En la temporada navideña de 2019, cogió el tren en London King's Cross a King's Lynn en diciembre y después deshizo el trayecto a principios de febrero. Suponiendo que tuviera una tarjeta dorada para jubilados y personas mayores, su billete habría costado unos 50 euros.
RECIBE CADA SEMANA LAS NEWSLETTERS DE MUY INTERESANTE