De estadios olímpicos a caprichos de dictadores: las megaobras donde más millones se han dilapidado
El dinero, por supuesto, provenía de las arcas públicas.
Ya sea porque están absolutamente infrautilizados después de haberse construido, porque generan unas deudas insostenibles o simplemente porque han sido abandonados, estos enormes proyectos costaron una millonada, pero al final han acabado desperdiciándose. Desde estadios olímpicos en desuso, hasta aeropuertos fantasma, aquí te mostramos algunas de las megaobras donde más millones (de dinero público) se han dilapidado:

Aeropuerto de Ciudad Real
Un emblema vergonzoso de la crisis financiera española, el Aeropuerto Central de Ciudad Real se inauguró en 2009 con un coste de 1.100 millones de euros. Situado lejos de los destinos turísticos más habituales de España, este es un aeropuerto que nunca debería haber visto la luz. Los inversores fueron seducidos por pronósticos de pasajeros extremadamente optimistas: el aeropuerto puede manejar hasta 10 millones de viajeros al año, pero solo varios miles pasaron por allí durante su primer año de operación. Las aerolíneas terminaron retirándose, el propietario quebró y el aeropuerto dejó de operar en 2012. En julio de 2015, se informó que el aeropuerto de mil millones de euros se había vendido a un grupo de inversores británicos y asiáticos por tan solo 10.000 euros. Sin embargo, el aeropuerto continúa abandonado.

Hotel Ryugyong, Corea del Norte
Elevándose sobre el skyline de Pyongyang, el hotel Ryugyong es un mastodonte de cientos de millones de euros. Desde que comenzó su construcción en 1987, la torre triangular de 105 pisos se ha tragado el equivalente al 2% del PIB total de Corea del Norte. En un país donde se estima que 10 millones de personas están desnutridas, el lujoso hito sirve como un recordatorio discordante de cómo los recursos del país se están utilizando de manera irresponsable. Acosado por problemas de financiación y construcción, el hotel, que tiene 3.000 habitaciones, estaba destinado a ser inaugurado oficialmente en 2012, pero sigue sin terminar, sin abrir y sin usar.

Estadio olímpico de Montreal
El Estadio Olímpico de Montreal es considerado uno de los edificios donde más dinero se ha derrochado de todo el mundo. Después de un problema tras otro, el estadio ni siquiera estaba terminado a tiempo para los juegos de 1976, a pesar de sus enormes sobrecostes. En 2006, se estimó que el estadio había costado casi 1.500 millones de euros. Los trabajos continuaron hasta 1987 cuando finalmente se completó el techo, sin embargo la estructura se dañó varias veces y una parte se derrumbó en 1999. El estadio ha logrado atraer propietarios de forma intermitente a lo largo de los años, pero no tiene uno permanente desde 2004.

Estadios Mundial de Brasil
Las infraestructuras con costes desorbitados creadas para eventos deportivos son, lamentablemente, demasiado comunes, y Brasil tiene más de lo que le corresponde. Se construyeron un total de 12 estadios por casi 4.000 millones de euros para el Mundial de Fútbol de 2014. Ha pasado menos de una década desde el torneo, pero la mayoría de ellos permanecen vacíos, infrautilizados o han sido reutilizados sin pensar. Tan solo dos años después del Mundial, el Estádio Nacional en Brasilia, se estaba utilizando como estación de autobuses.