Karl Marx, en su célebre ‘Manifiesto del Partido Comunista’, tenía en sus ideas las de un proyecto político que diera fin a un capitalismo que veía como fuente de opresión. Falleció en 1883 sin llegar a imaginar que la revolución socialista triunfaría en 1917 en un país rural y atrasado como Rusia.
Marx expuso la teoría de la lucha de clases y el papel revolucionario del proletariado como creador de la sociedad comunista. Es también conocido como el padre del socialismo científico y su obra más importante es ‘El Capital’, que espoleó la revolución obrera en todo el mundo. Publicado en 1867, este libro intenta analizar el mecanismo de una economía capitalista con los conceptos de la economía política. Los temas planteados por este filósofo sobre política y economía siguen vigentes más de un siglo después, aunque algunas de sus ideas no prosperaran.
Hay muchos países en los que se ha intentado aplicar el marxismo, pero en la actualidad apenas quedan cinco: Corea del Norte, Cuba, Laos, Vietnam y República Popular China. Durante la Guerra Fría existió una proliferación de estas ideas en numerosos países, en los que el régimen comunista llegó a constituir el famoso ‘Bloque del Este’, gran enemigo de las naciones capitalistas.
La caída de la Unión Soviética en el año 1991 vino de la mano de una ruptura con el comunismo en toda la esfera soviética europea. Naciones europeas como Albania, Bulgaria, Polonia, Rumanía, Hungría, e incluso algunas que ya no existen como Checoslovaquia, Yugoslavia o Alemania del Este, siguieron la ideología de Karl Marx, si bien en los noventa muchas de ellas pusieron fin a estos conceptos políticos.
En el resto del mundo, también abrazaron estas ideas comunistas durante algún tiempo países africanos como Benín, Congo-Brazzaville, Angola, Etiopía, Somalia o Mozambique; asiáticos como Mongolia o Camboya; y caribeños como Granada, aunque posteriormente abandonaran esta ideología.
En muchos de estos países se puso fin al comunismo tras la caída del Muro de Berlín gracias en algunos casos al afán popular de libertad, al sentimiento de sentirse libres y romper las cadenas que les tuvieron atados.
A continuación te ofrecemos algunos de los países más representativos que aplicaron el marxismo pero que abandonaron con el tiempo esa ideología.
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Albania
Enver Hoxha, dictador comunista albanés, fue el jefe de Estado de la República Popular de Albania desde 1944 hasta su muerte en 1985. Probablemente fue uno de los dictadores más crueles de la Guerra Fría.
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Bulgaria
El Partido Comunista Búlgaro, de ideología marxista leninista, gobernó la República Popular de Bulgaria entre 1946 y 1990. Desde 1954 hasta 1989 fue dirigido por Todor Zhivkov, un gran defensor de la Unión Soviética que mantuvo estrechas relaciones con ese país durante el mandato de Leonid Brezhnev.
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Hungría
El Partido de los Comunistas de Hungría desempeñó un destacado papel durante los meses siguientes al final de la Gran Guerra. Con el tiempo, el partido volvió a ganar relevancia hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, cuando los soviéticos ocuparon Hungría y derrotaron al régimen húngaro pronazi. El 10 de septiembre de 1989 Budapest anunció la apertura de sus fronteras con Occidente.
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Polonia
Tras la conclusión de la Segunda Guerra Mundial se estableció la República Popular de Polonia, Estado socialista que aglutinaba muchas de las ideas de Marx. Tras muchos años de gobierno comunista, en diciembre de 1991 Lech Wałęsa fue elegido presidente, transformándose la República Popular de Polonia en la actual República de Polonia. La figura del papa Juan Pablo II fue clave en la caída del comunismo.
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Rumanía
Entre 1947 y 1989 gobernó en Rumanía el Partido Comunista Rumano, de ideología marxista-leninista. El dirigente más representativo fue Nicolae Ceaușescu, que ejerció una política autoritaria y represiva. Capturado cuando intentaba huir del país junto a su esposa Elena, ambos fueron juzgados por un tribunal militar bajo los cargos de genocidio, subversión del Estado mediante acción armada contra el pueblo, destrucción de la economía y del patrimonio nacional y desfalco.2 Considerados culpables, fueron ejecutados en forma sumaria tras una mediática sesión en los tribunales de dos horas televisada para todo el país.
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Angola
El Movimiento Popular de Liberación de Angola gobernó este país africano desde 1975 hasta 1991 en un régimen de partido único, autodefiniéndose como marxista-leninista entre 1977 y 1991, y rechazando después esta definición.
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Mozambique
En agosto de 1989 tuvo lugar la liquidación oficial del marxismo-leninismo, hasta ese momento idearlo teórico del partido. Mozambique había formado parte del denominado 'Bloque del Este', estableciendo relaciones con la Unión Soviética y Cuba.
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Camboya
Los jemeres rojos se originaron en la década de los 60 como el brazo armado del Partido Comunista de Camboya. De 1975 a 1979, dirigidos por el sanguinario líder Pol Pot, fijaron en el país del sudeste asiático un régimen comunista de una radicalidad extrema. El genocidio fue atroz, con unos dos millones de camboyanos muertos, aproximadamente una cuarta parte de la población.