Tendencias que marcarán el futuro
La revolución tecnológica es el gran reto al que se tendrán que enfrentar las empresas en el futuro.
“Procuremos más ser padres de nuestro porvenir que hijos de nuestro pasado”. Esta frase de Miguel de Unamuno tiene muchas connotaciones, tanto en el campo social, como en el político, científico o en el educativo, por citar algunos ejemplos. Pero también se aplica al mundo empresarial, que debe adaptarse a la evolución constante que experimenta.
El avance imparable de las nuevas tecnologías lleva de la mano un cambio de tendencias en diversos sectores que van a marcar el camino en el ámbito de los negocios y la implantación de nuevos patrones de consumo. Esta misma transformación se extiende directamente a los procesos productivos, logísticos y de venta, entre otros. Aquellas compañías que sepan amoldarse y destinen la inversión necesaria para ello tendrán mucho terreno ganado y conseguirán tener éxito a largo plazo.
La pandemia mundial del coronavirus ha acelerado la implantación de tendencias que se estaban introduciendo poco a poco. El cambio más sustancial se ha producido en torno al teletrabajo, derivado por las medidas de restricción y el confinamiento. Muchas empresas se han visto obligadas a adaptar sus sistemas informáticos para que la gente pudiera trabajar desde su domicilio.
Otra de las tendencias que seguirán tomando mucha fuerza en el futuro y que se ha fortalecido a raíz de la crisis sanitaria del covid-19 es la proliferación del comercio electrónico. Tanto aquellas compañías que ya lo utilizaban como otras que han tenido que adaptarse a las circunstancias, han visto en las ventas por internet una luz entre tanta oscuridad.
La innovación y la digitalización en las organizaciones permiten organizar los procesos de forma remota, mejorar la eficiencia de las plantillas y enfocarse con más eficiencia hacia el cliente. Muchos modelos de negocios se están cambiando para respaldar estos procesos digitales. Para ello, se aprovecharán los tratamientos de datos para modernizar la actividad de la empresa.
La sostenibilidad se está convirtiendo en un factor diferencial en el mundo empresarial, tanto en el ámbito económico, como en el medioambiental, en el corporativo o en el humano. De esta manera, se pretenden satisfacer las necesidades de la generación actual sin comprometer a la generación del futuro.

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Innovación
En un mundo que cambia constantemente, la innovación va a ser una de las piezas clave que marquen la diferencia. La adaptación a las nuevas formas de trabajo requerirá cierta inversión, pero es necesaria para avanzar y no quedarse estancado.

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Investigación científica
La pandemia mundial del coronavirus ha destapado de pleno la importancia de la investigación científica. Por otra parte, en el ámbito de la salud ya se están viendo algunos cambios, como las consultas telemáticas, pero la falta de personal suficiente no está haciendo que la transformación sea como debiera.

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Digitalización
La digitalización es clave para los nuevos modelos de negocio y análisis eficaces a través de la ciencia de datos. Las empresas están dedicando un esfuerzo mayor a la implementación de nuevas tecnologías que aceleren este proceso.

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Teletrabajo
Otra de las nuevas tendencias que ha traído la crisis sanitaria y mundial del coronavirus. Las nuevas tecnologías y aplicaciones para mantener reuniones a distancia han facilitado el trabajo desde casa.

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Cambio en los patrones de consumo
Los consumidores han experimentado nuevos comportamientos que se mantendrán en un futuro próximo. El comercio online es uno de los segmentos que mayor crecimiento exponencial ha experimentado.

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Economía sostenible
La proliferación de empresas respetuosas con el medioambiente y comprometidas con la sociedad aumentan el bienestar social y el consumo responsable de nuestro sistema socioeconómico.

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Reindustrialización
Cada vez es más importante que las industrias se establezcan de nuevo en un territorio que abandonaron o del que desaparecieron. En este sentido, el desabastecimiento reforzará la importancia de la investigación, de la producción propia y de la redefinición de la cadena de suministro.

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Internet de las cosas
Este concepto lleva muchos años sonando, pero con el avance de la digitalización y los nuevos procesos de innovación está cogiendo mayor fuerza. El Internet de las cosas es una red de interconexión digital entre dispositivos, personas e Internet que permite el intercambio de datos entre ellos. Esto permite capturar información clave sobre el uso y el rendimiento de los dispositivos y establecer recomendaciones, mejorar la eficiencia y crear mejores experiencias para los usuarios.