¿Has tenido alguna vez una idea que pensaste que podría triunfar y descartaste por extraña? ¿Te apetece vender un producto o servicio, pero piensas que es una locura? No las dejes en el baúl de los descartes. Algunos emprendedores crearon sus multimillonarios negocios a partir de invenciones que en un primer momento no podrían parecer muy exitosas.
No todo está inventado. Que no te cuenten historias que puedan quitarte de la cabeza tu idea, por muy extraña e insólita que sea. Vender piedras en una caja o simpáticas bolas para antenas es algo que parece sencillo de pensar, pero pocos pueden esperar que fructifique y que llene de billetes la cuenta corriente de su creador. Incluso hay otros proyectos algo más “ambiciosos” como crear una horripilante página web que consiga ingresar un millón de dólares en unos meses o conseguir una casa en 14 intercambios partiendo de un clip rojo.
¿Innovadores o locos? Estos creativos no se han dejado influenciar por las críticas o la burla excesiva y continuaron con sus proyectos a pesar de las dificultades iniciales que pudieron surgir. En la mayor parte de ellos pronto se dieron cuenta del triunfo que sus ideas tuvieron y empezaron a rentabilizarlas al poco de empezar.
Internet también ha servido para agilizar y ampliar el conocimiento de estos negocios, mejorando las ventas y acercando el producto al consumidor. Quizás en otros tiempos la mayoría de estos negocios no habrían tenido el éxito abrumador que tuvieron con la red de las tres w.
En esta recopilación no hemos incluido otras historias de prestigio, como la creación de redes sociales, las cadenas de venta de productos por internet, servicios de pagos electrónicos o plataformas de anuncios online. Todas ellas vinieron de una idea elaborada y que requería de unos amplios conocimientos empresariales. Aunque quizás fueran pioneras la mayoría de ellas, no procedían de un concepto tan absurdo inicialmente.
En la siguiente galería de imágenes te mostramos las ocho ideas más raras que acabaron por convertirse en un éxito inesperado. Nunca sabes dónde puede venirte la inspiración. Pero no la dejes pasar. Ellos no lo hicieron y mira el resultado.
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La web del millón de dólares
Alex Tew, un estudiante inglés de 21 años, creó una página web con un millón de banners que vendía a un euro por unidad, con el objetivo de ganar algo de dinero para pagar su carrera. Al poco de iniciar su aventura empresarial cambió su precio, cada píxel costaba 10 dólares y la compra mínima era 100 dólares por un bloque de 10X10 píxeles. La página era horrible, pero logró su objetivo con creces: en apenas cinco meses facturó 1,03 millones de dólares.
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Cambiar un clip por una casa
Kyle MacDonald, un canadiense de 26 años, puso un anuncio en la famosa web craigslist.com donde quería cambiar un clip rojo por algo más grande mejor y continuar la cadena de intercambios hasta conseguir una casa. Finalmente cumplió su objetivo en 14 intercambios: una vivienda en el pueblo canadiense de Kipling.
Antenna Balls
El americano Jason Ball diseñó en 1997 unas bolas con caritas sonrientes para situarlas en las antenas de los coches. Ahora es multimillonario gracias a esta simpática ocurrencia.
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Discos de vinilo defectuosos
La compra y posterior venta de vinilos defectuosos era la idea inicial, antesala de un negocio multimillonario. Este emprendedor comenzó a vender estos productos desde su coche, luego los comercializó por correo y finalmente abrió su primera tienda. Su nombre: Richard Branson. Su imperio: Virgin.
Roca mascota
A Gary Dahl le llegó esta idea absurda al escuchar a sus amigos quejarse de sus mascotas. Compró una gran cantidad de piedras, las metió en una caja y las vendió con un manual sobre cómo “domesticarlas”. Logró vender más de 1,5 millones de estas curiosas mascotas.
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Huesos de la buena suerte
Cómo hacerte millonario partiendo de una superstición. A Ken Ahroni le llegó esta idea de negocio tras una tradicional fiesta de Acción de Gracias en la que debatían sobre quién rompería el hueso de la suerte del pollo o del pavo. Creó una empresa para fabricar huesos de plástico y en su primer año vendió dos millones y medio de huesos de la suerte. Su facturación anual gira en torno a los 700 000 dólares (575 000 euros).
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Que decidan los regalos por mí
Intrigado por la página web del millón de dólares y por el caso del clip rojo, Sami Bayrakci puso en marcha su idea a raíz de esta pregunta: “¿Y si alguien decidiese por mí y me mandase un regalo a casa?”. Creó un negocio para mandar una caja sorpresa por 10 dólares. Su caso tuvo tanto éxito que se estudia en la prestigiosa escuela de negocios de la Wharton University de Pennsylvania (Estados Unidos).
www.diappesandwippes.com
Una bolsa para llevar pañales
Christie Rein diseñó junto a su marido una bolsa para llevar pañales más práctica y bonita que las habituales. Fue tal el éxito inicial que pronto se dio cuenta de la rentabilidad de su invento y creó la compañía Diapees and Wipees, que ofrece alrededor de 20 estilos diferentes, y que cuenta con más de cien tiendas en todo el mundo.
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