Los protagonistas de la crisis de 1929 y la Gran Depresión
Hace casi 100 años la economía mundial también estaba en crisis, aunque no por una epidemias, sino por la primera gran crisis bursátil global, que se propagó rápidamente por un un mundo que aún no sabía qué era la globalización.
En octubre de 1929 la Bolsa de Nueva York, en Wall Street, comenzó a encadenar varios "días negros". Tras un "jueves negro", el 24 de octubre de 1929. Pero los siguientes lunes negro y martes negro, (28 y 29 de octubre de 1929) hicieron que el pánico cundiera, que la gente acudiera en tropel a sacar el dinero de los bancos antes de que quebrasen y que algunos de los agentes de Bolsa de aquel momento tirasen por las ventanas de los edificios.
Se habla mucho de los antecedentes y de las causas de aquel "crac" bursátil que desembocó en la Gran Depresión y hasta en la Segunda Guerra Mundial. Pero también tuvo sus protagonistas. Gobernantes, banqueros, economistas que lidiaron mejor o peor con la primera gran crisis financiera de la era contemporánea. Una crisis que obligó a revisar las teorías económicas imperantes en aquel momento, a regular de forma diferente los mercados financieros y que fueron otra señal de que la economía mundial cada vez era más interdependiente, con la suerte de cada país ligada a la de los demás.
Aunque las circunstancias de hoy son muy diferentes, un siglo después del famoso 'crac', también nos encontramos en plena revisión de lo que creemos saber acerca de la economía e inmersos en una crisis que no tiene precedentes que nos ayuden a gestionarla, por lo que, casi cien años después de la crisis del 29, es inevitable echar la vista a atrás para aprender de los errores o para, por lo menos, tratar de no caer en ellos.
De los factores comunes mas identificables que tenemos hoy con aquella crisis están la contracción del consumo y de la demanda interna, los altos niveles de desempleo creados por la pandemia, la crisis del comercio internacional y del sector industrial y unos bancos que hoy afrontan serias dificultades por el previsible aumento de la morosidad y los bajos tipos de interés.
La crisis de aquel momento se llevó por delante millones de puestos de trabajo, miles de bancos de la época, empresas y hasta países, afectando más gravemente a aquellos que ya estaban muy endeudados por la especulación y por las consecuencias de la I Guerra Mundial.
Herbert Hoover 'el hombre al que le daba igual'
El presidente de los Estados Unidos en el momento del 'crac' de la Bolsa era Herbert Hoover. Con fama de exitoso hombre de negocios y conocido por sus posturas conservadoras, Hoover trató la crisis como algo pasajero, mientras los indicadores señalaban que estaba empeorando y el paro se disparaba. El presidente culpaba de la crisis a la debilidad de las economías europeas y se negaba a hacer ninguna clase de reforma en la política económica de los Estados Unidos, calificando cualquier novedad de "colectivismo". Pensando que todo volvería a la normalidad, Hoover se concentró en proteger a los bancos y no pensó en medidas de estímulo económico hasta casi el final de su mandato, lo que, unido a su resistencia a tomar medidas contra el desempleo, le hizo ser apodado como "El Hombre al que le daba igual".Algunas de sus medidas empeoraron la crisis, como la compra masiva de grano a los agricultores al que luego dio salida de golpe, lo que provocó una deflación que arrasó al sector agrario. O la de una Corporación de Reconstrucción Financiera que apenas daba préstamos, al estar en manos de algunos de los personajes más conservadores de la banca.
Keynes en la década de 1930
John Maynard Keynes, cuestionando el orden establecido
Mientras el dogma económico neoclásico que imperaba en 1920 sostenía que el libre mercado resolvería la pobreza y el desempleo, siempre que los trabajadores aceptasen bajos salarios, el economista británico John Maynard Keynes desafiaba las teorías dominantes, explicando que el mercado también podía estancarse si no había demanda interna. Si bien Keynes no negaba que los mercados tienen al equilibrio, también dejaba claro que esos equilibrios podrían alcanzarse produciendo desempleo crónico, por lo que necesitaban medidas correctivas si lo que se buscaba era una distribución de la riqueza más eficiente y un crecimiento económico sostenido. El propio Keynes era un inversor de éxito que, si bien estuvo a punto de quedarse en bancarrota por la crisis del 29, no tardó en recuperarse.Las teorías de Keynes no sólo ayudaron a los EEUU a superar la Gran Depresión, sino que sirvieron de marco teórico para casi tres décadas de crecimiento económico mundial sostenido tras la II Guerra Mundial, así como para configurar la economía mundial en el llamado "Sistema de Breton Woods".
Fotografía de Louis de Rothschild conservada en los archivos nacionales de Austria
Luis Nathaniel de Rothschild y el banco demasiado grande para caer
Louis Nathaniel Von Rothschild era un barón austriaco y en aquel momento presidente del banco más importante de Austria, el Creditanstalt, primer banco comercial de Viena y fundado en 1855 por su abuelo. En los años 20 del siglo XX el Creditanstalt estaba sometido a serios apuros debido a la derrota y desaparición del Imperio Austrohúngaro tras la Primera Guerra Mundial. El Gobierno austriaco ya había pedido a Rothschild que asumiera préstamos, como poco, arriesgados. El "martes negro" de Wall Street terminó por desequilibrar las finanzas del banco y en 1931 tuvo que declararse en bancarrota, lo que agravó la crisis de la economía de Austria y del resto de Europa, donde más bancos (sobre todo británicos) siguieron al Creditanstalt en su caída. Tanto el Estado austriaco como la familia Rothschild desembolsaron dinero para rescatar el banco y evitar el agravamiento de la crisis, lo que fue usado por la propaganda nazi (en ascenso en esos momentos) para culpar a "los judíos" del paro y de la crisis económica.Con la llegada de los nazis al poder en Alemania y la incorporación de Austria al II Reich, Rothschild fue encarcelado, todos sus bienes confiscados y su familia tuvo que pagar una cantidad astronómica de dinero para se le permitiera salir del Reich y refugiarse en los EEUU, donde murió en 1955 sin haber recuperado sus bienes.
Jesse Livermore y su última esposa, Harriet Metz Noble, en 1940
Jesse Livermore, el especulador
Jesse Lauriston Livermore empezó en bolsa como el chico que anotaba los valores bursátiles en la pizarra de la agencia de inversiones Paine Webber. El joven Jesse comenzó a buscar patrones en los mercados y a hacer apuestas de inversión ficticias en su diario, que luego comparaba con los resultados reales. Cuando se dio cuenta de que ya habría ganado una pequeña fortuna si éstas hubieran sido reales, empezó a invertir en Bolsa con tan sólo 16 años. En 1907, consiguió ganar un millón de dólares de la época al vender en corto anticipando una caída bursátil.
Repitió la misma jugada antes del martes negro de 1929, cuando vender en corto le hizo ganar 100 millones de dólares, una fortuna hoy en día y una monstruosidad en la época, sobre todo para ganarla en un día. Cuando casi todo el mundo perdió, él se hizo inmensamente rico.
Podía haberlo dejado y dedicarse a vivir de los intereses generados y de los dividendos de sus acciones, pero siguió especulando y corriendo riesgos para mantener su carísimo nivel de vida, perdiendo gran parte de su fortuna. En 1933 se casó con la cantante Harriet Metz Noble, apodada "la viuda negra" porque sus cuatro adinerados maridos anteriores se habían suicidado. En el día de Acción de Gracias de 1940, Livermore se unió al club al pegarse un tiro en la cabeza. La figura de Livermore es hoy un icono frecuente de los aspirantes a "broker" novatos y un reclamo de los chiringuitos financieros que prometen ganancias fáciles.
Franklin Delano Roosevelt en su campaña de reelección en 1944 - Biblioteca presidencial FDR
Franklin Delano Roosevelt, 'el presidente audaz'
El candidato demócrata Roosevelt, que competía contra el impopular Herbert Hoover, prometió intervenir activamente para combatir la Gran Depresión y pactar "un nuevo trato (New Deal en inglés) con el pueblo estadounidense". Y una vez elegido con un amplio margen, comenzó a dictar medidas en los primeros cien días de su mandato; entre ellas: una nueva regulación bancaria que permitiera a los ahorradores ir recuperando su dinero y obligar a los bancos a tener capital suficiente. Una ambiciosa política de obras públicas para estimular el empleo y medidas tendentes a favorecer los derechos laborales y de los consumidores.Aunque muchas personas relacionan a Keynes con el New Deal, lo cierto es que éste no tuvo influencia directa con Roosevelt, si bien varios de sus colaboradores estudiaron sus obras a finales de los años 30 para diseñar la segunda fase del New Deal y definir el papel de la industria estadounidense en la inminente Segunda Guerra Mundial.
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