Uno de los momentos más importantes del día para cualquier profesional es la hora de dormir. Cuidar el descanso es fundamental para poder enfrentarte a los retos diarios con energía y agilidad mental. Los efectos reparadores del sueño son clave para poder aumentar el rendimiento laboral.
Las personas más exitosas en la vida, tanto en el ámbito empresarial, artístico, teórico o deportivo, se enfrentan de forma diaria a mucha presión y a una agenda apretada. Este intenso día a día muchas veces provoca que adquieran hábitos de sueño extraños para los demás, pero que es posible que sean una de las claves de su éxito.
Desde deportistas que duermen en cámaras isobáricas para obligar a su organismo a seguir trabajando mientras su cabeza desconecta, hasta orientar la cama en una dirección determinada para favorecer la inspiración artística. Algunas de estas costumbres extrañas buscan o tienen una justificación científica mientras que la utilidad de otras puede ser más que cuestionable.
Los expertos en salud recomiendan dormir entre siete y nueve horas al día en el caso de adultos de entre 18 y 65 años para mantener un estilo de vida saludable y sacar nuestra mejor versión.
Sin embargo, hay grandes figuras de la historia que han practicado y defendido una teoría totalmente opuesta. Entonces, ¿está reñido dormir mucho con tener éxito? Lo cierto es que los empresarios más importantes de la actualidad están lejos de descansar las horas recomendadas e incluso alardean de lo mucho que hacen mientras los demás duermen.
El multimillonario y actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró en su libro Piense como un millonario, publicado en 2004, que una persona exitosa no debe dormir más de lo necesario. A él le llega con tres horas diarias.
Esto también ocurrió con muchos de los principales genios que recuerda la humanidad por sus inventos o acciones que cambiaron el mundo. Por ejemplo, Napoleón Bonaparte llegó a afirmar que las horas necesarias de sueño eran las siguientes: “Seis para un hombre, siete para una mujer, ocho para un tonto”.
Ahora, echemos un vistazo a algunas de las extrañas costumbres a la hora de dormir que tienen o han tenido algunas personas de éxito.
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Una siesta diaria de dos horas para trabajar día y medio en 24 horas
Todos los días a las cinco de la tarde, Winston Churchill se tomaba un whisky con soda antes de echarse una siesta de casi dos horas. Incluso siendo Primer Ministro. Según el político conservador británico, esta cabezadita le permitía hacer las labores de un día y medio en cuestión de 24 horas.Churchill también era conocido por su nocturnidad y en muchas ocasiones se quedaba trabajando hasta tarde. Debido a estos hábitos de sueño tan irregulares se dice que presidió gabinetes de guerra durante la Segunda Guerra Mundial mientras tomaba un baño.
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Siestas de 20 minutos cada cuatro horas
El renacentista Leonardo da Vinci seguía un estricto horario de sueño polifásico llamado Ciclo de sueño de Uberman, que consiste en dormir 20 minutos cada cuatro horas.Puede que este hábito poco convencional del artista/inventor/científico le permitiera estar más tiempo despierto a lo largo del día, pero también le dificultaría el trabajo en proyectos a largo plazo.
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La importancia de la colocación de las almohadas
En su libro Haunted Heart: The Life and Times of Stephen King, Lisa Roga afirma que el escritor de ciencia ficción tiene un raro ritual a la hora de acostarse:“Me lavo los dientes y las manos. ¿Por qué se lava alguien las manos antes de dormir? No lo sé. Y las almohadas tienen que estar alineadas de una manera concreta. La parte con la apertura de la funda de la almohada tiene que estar apuntando hacia dentro, en dirección al otro lado de la cama. No sé por qué”.
Recuperando el sueño perdido con vacaciones cada cuatro meses
La exCEO de Yahoo, Marissa Mayer, asegura que recupera el sueño perdido con una semana de vacaciones cada cuatro meses. Mayer, una de las mujeres más influyentes en el sector tecnológico, es conocida por ser adicta al trabajo llegando a hacer semanas de 130 horas de trabajo, lo que no le da mucho tiempo para dormir. ¿Su solución? Recargar las pilas cada cuatro meses con una semana de vacaciones.
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Dormir en una habitación insonorizada para amortiguar ronquidos
Parece ser que los ronquidos del actor Tom Cruise son tan fuertes que el actor duerme en una habitación insonorizada que amortigua el ruido. “Con la puerta cerrada no se puede oír nada de lo que ocurra en la habitación de los ronquidos”, informó al tabloide británico Daily Mail; “es pequeña, agradable y oscura”.
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15 horas seguidas y con humificadores
Mariah Carey ha confesado que en ocasiones duerme hasta 15 horas seguidas porque esa cantidad de sueño es la clave para poder cantar como ella desea. Además, en su habitación dispone de una gran cantidad de humidificadores para que no se le reseque la garganta.
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Una cámara de aire para que el cuerpo siga trabajando
El mejor nadador de todos los tiempos, el estadounidense Michael Phelps, duerme en una cámara de aire que simula una altitud de más de 2500 metros. El objetivo de esta práctica es que el producto disminuye el oxígeno, lo que obliga a su cuerpo a trabajar más para producir más glóbulos rojos y transportar el oxígeno a los músculos. De esta forma, su cuerpo nunca para de trabajar.
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